Un gato agresivo pone en peligro la convivencia con el propietario por lo que es necesario actuar para solucionar la situación.
La agresividad es el segundo problema felino que se presenta con más frecuencia en las clínicas veterinarias tras la eliminación inadecuada. Dado que un animal agresivo pone en peligro la convivencia en el hogar es necesario conocer las causas que provocan esa agresividad para aplicar una terapia que la corrija.
En el artículo Alteraciones del comportamiento en el gato, de Rosalía Domínguez y Cristina Castillo, publicado en Ateuves 51 se habla en primer lugar de cuáles son los elementos que desencadenan el comportamiento agresivo en un gato: dolor, gente desconocida, si se siente molestado, etc. Las autoras recomiendan dejar que sea el gato el que decida el momento y la duración de la interacción.
A continuación dedican un amplio apartado a la agresividad redirigida: causas desencadenantes, diagnóstico y tratamiento. El artículo termina con los problemas de ansiedad, que se dividen en tres tipos: la paroxística, que aparece en forma de crisis; la intermitente, en la que se alternan fases normales con fases de ansiedad y la permanente, en la que se anula el comportamiento normal del gato.
En el artículo encontrarás toda la información para conocer este tema con más profundidad.
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