Conoce los tipos de vendaje

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El veterinario será el que nos indique el tipo de vendaje a realizar y cada cuánto debemos controlarlo o cambiarlo, por lo que en este artículo nos centraremos en los tipos que hay, cómo se realizan y las complicaciones que pueden producir.

Los vendajes son sistemas de acolchamiento y/o soporte de las extremidades y el tronco que tienen múltiples ventajas (reducción de la inflamación, protección de heridas abiertas, soporte posoperatorio, inmovilización, etc.) pero que, si son mal aplicados, pueden producir muchos inconvenientes. Por ello, es muy importante realizarlos correctamente, controlarlos con frecuencia y cambiarlos cuando esté indicado. Vamos a centrarnos a continuación, en los vendajes del tronco.

Vendajes torácicos

Los vendajes torácicos están indicados en caso de heridas abiertas, fracturas de costillas y de esternón y cirugía torácica. Para realizarlos correctamente, se limpia y protege la herida, y se cubre todo el tórax con algodón (u otro tipo de tejido de acolchamiento sintético).

Se venda con vendas anchas teniendo especial cuidado en proteger las axilas de posibles rozaduras, y luego se venda con venda adhesiva ancha (tipo Tensoplast) desde la zona de la cruz hasta la parte final de las costillas.

Para evitar que este vendaje se desplace hacia el abdomen, debe fijarse pasando la venda ancha por delante de los hombros hacia debajo de las axilas. Esta zona estará más o menos acolchada dependiendo de la zona de la lesión.

Vendajes abdominales. Malla que cubre desde la cruz hasta la cola. Se agujerea para introducir las 4 extremidades, y a veces también la cola.

Vendajes abdominales

Se realizan de igual forma que los torácicos pero también tienen tendencia a desplazarse. Para evitarlo se pueden fijar a las extremidades posteriores, pero suelen dar lesiones tipo rozadura.

En perros machos debe evitarse comprimir o tapar el pene con el vendaje, y se deberá controlar con bastante frecuencia porque suele edematizarse si hay compresión, o bien mojarse con orina la zona ventral del vendaje.

Otra posibilidad es proteger las heridas convenientemente y poner una malla que cubra desde la cruz hasta la cola, pasando las cuatro extremidades por agujeros del tejido de la malla.

Vendajes de columna

Indicados en caso de inmovilización estricta de cualquier zona de la columna (cervical, torácica o lumbar) por fracturas de columna y/o cirugía de estabilización.

Se protege la herida y se cubre la zona a inmovilizar con algodón y luego se venda con venda ancha. Se coloca una férula comercial o se hace una a medida con yeso, fibra de vidrio o materiales especializados de este tipo. Cuando está suficientemente seca la férula, se venda de nuevo con una venda ancha, y luego se pone venda adhesiva ancha por encima. Debe buscarse la manera de evitar que se desplace, generalmente pasando el vendaje por la zona axilar.

Vendajes de columna. Vendaje rígido con férula para inmovilizar las vértebras cervicales.

Vendajes de columna. Vendaje rígido con férula para inmovilizar las vértebras cervicales.

  • Cuando viene un animal politraumatizado con heridas de diversa gravedad, inicialmente estabilizaremos al animal y le cubriremos la herida temporalmente para prevenir lesiones mayores y evitar aumentar la contaminación.
    Una vez estabilizado el animal, se procederá a la sedación o anestesia para realizar la primera cura. Ésta se hará en distintos pasos.

    • Afeitar la herida evitando el paso de pelo al interior, cubriéndola con gel.
    • Limpiar asépticamente la herida y el área circundante con suero estéril y desinfectantes (clorhexidina, soluciones yodadas).
    • Hacer un cultivo en este momento, si se cree conveniente.
    • Desbridar el tejido necrótico y extraer los cuerpos extraños de la herida.
    • Lavar la herida abundantemente con suero estéril.
    • Colocar un drenaje si se cree conveniente y suturar si es posible.
    • Poner pomada sobre la herida (de antibiótico, hidrogeles, enzimáticas, desinfectantes, cicatrizantes…).
    • Poner gasas estériles.
    • Vendar para estabilizar y proteger la herida limpia, según la zona afectada.

    Las heridas suelen producir mucho dolor, por lo que para realizar las siguientes curas, o cambios de vendaje, suele ser necesario sedar o anestesiar. Cuando el animal lleva fijadores externos, debe limpiarse la interfase piel-fijador con agua, jabón y yodo.
    Las heridas quirúrgicas no contaminadas se cubren con pomadas antes de vendar.

Complicaciones

Los vendajes deben mantenerse secos. Si hay humedad (externa o bien por exudado intenso) pueden producir maceración de la piel o contaminación de las heridas.

Por presión pueden llagarse los tejidos blandos existentes sobre las prominencias óseas (tuberosidad del calcáneo, espolones, almohadilla carpiana accesoria, olécranon). Para evitarlo se debe aumentar el relleno sobre las áreas deprimidas y reducirlo sobre las superficies óseas.

Si hay desplazamiento o contaminación puede haber dolor, fiebre, inflamación, edema, mal olor, apatía o incluso cianosis de los dedos. Si el animal se muerde el vendaje es que hay molestias, y debe cambiarse.

Los gatos también pueden vendarse, pero en general toleran mucho peor la inmovilización que les supone.

Extraído de: Eulàlia Roca y Diego Novoa, Conoce los tipos de vendaje, Ateuves 12, pps. 36-46.

1 comentario

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