¿Ven los perros en color o en blanco y negro?

“¿Ven los perros en color o en blanco y negro?”. Seguro que en más de una ocasión algún cliente te ha hecho esta pregunta. En este breve artículo hablamos de las peculiaridades de la visión de los perros y respondemos a la pregunta.

Durante mucho tiempo se pensó que los perros no eran capaces de distinguir los colores en absoluto: su mundo era enteramente en blanco y negro. Pero en la actualidad se sabe que, aunque no aprecian toda la gama cromática que vemos los seres humanos, sí que pueden ver “en color”.

Los colores caninos

Los perros perciben como amarillo lo que para las personas es rojo, naranja, amarillo y verde. Ven de color blanco ciertos tonos de verde y turquesa. La gama de azules que distinguen es muy similar a la que apreciamos nosotros, mientras que el violeta es gris para estas mascotas.

Esta limitación en la visión en color se debe a que los cánidos sólo poseen dos tipos de conos, en lugar de tres como los seres humanos. Los conos son las células que se encuentran en la retina y que perciben el color. Existe un trastorno visual en los seres humanos denominado deuteranopia (un tipo de daltonismo), cuya frecuencia de presentación en hombres es de un 4 % aproximadamente, que hace que la gama de color sea percibida de forma similar a la que aprecian los perros.

Preparados para ver “a media luz”

Los perros, al igual que otros mamíferos, tienen sus ojos adaptados para la visión en los momentos del comienzo del día y del crepúsculo.

Aunque distinguen los colores peor que las personas, son capaces de ver mucho mejor en condiciones de deficiente iluminación. Los bastones, el otro tipo de células presentes en la retina, que permiten la visión en blanco y negro en la penumbra, son mucho más abundantes proporcionalmente en los ojos de los perros que en los de los humanos.

Predominancia de otros sentidos

Así pues, un perro es capaz de percibir una gama bastante limitada de colores, aunque no ve en blanco y negro. Además, su agudeza visual es mucho menor que la nuestra, excepto en algunas razas como el Labrador. Pero si pudiesen hablar nos dirían “que les da igual”.

Los cánidos utilizan mucho más para orientarse otros sentidos, sobre todo el olfato, que les permite apreciar el mundo con tanto detalle o más que con nuestro sentido de la vista, pero de una forma que los seres humanos no podemos comprender.

Artículo extraído de Ateuves nº 3, pág. 39.