¿Qué debes saber de las alteraciones de la piel en las mascotas? La piel, o sistema tegumentario, es el órgano más grande de un animal, que lo cubre por completo y actúa como protección frente a agentes nocivos (microbiológicos, físicos o químicos). Del estudio de la estructura y de los problemas de la piel se encarga la dermatología.
La piel de la mascota es un indicador de su estado de salud, por lo que conocer su estructura normal y las enfermedades cutáneas puede aportarnos mucha información, no sólo del problema cutáneo en sí sino también del estado general del animal. A continuación hablaremos de los principales problemas dérmicos con los que nos podemos encontrar en la clínica diaria.
Estructura de la piel
En la piel distinguimos tres capas: epidermis, dermis e hipodermis.
- Epidermis: es la capa más externa y está formada por cinco subcapas. Carece de vasos sanguíneos.
- Dermis: es mucho más gruesa que la epidermis, está muy vascularizada y contiene vasos sanguíneos, vasos linfáticos, nervios, glándulas sebáceas y sudoríparas y folículos pilosos, es decir, los pelos.
- Hipodermis (tejido celular subcutáneo): es la capa más interna de la piel y está compuesta principalmente por tejido graso. Dependiendo de la raza esta capa es más o menos gruesa.
Dentro del sistema tegumentario se incluyen también las faneras, que son estructuras que forman parte de la piel o que sobresalen de ella, tales como las uñas, el pelo, las plumas, las escamas, los cuernos y las pezuñas.
A pesar de que los perros no tengan la capacidad de sudar a través de la piel en la misma forma que los humanos, no significa que no dispongan de células sudoríparas.
- Funciones de la piel
- Las funciones de la piel son las siguientes:
• Protectora: actúa como una barrera física protectora contra agentes químicos, térmicos, microbios, etc.
• Sensorial: su gran cantidad de terminaciones nerviosas hace que sea muy sensible a estímulos tales como el contacto físico, temperaturas extremas, cambios de presión, etc.
• Inmunológica: es la barrera donde el sistema inmunitario entra en contacto con diversos agentes ambientales, pudiendo en caso extremo dar lugar a enfermedades alérgicas.
• Detergente: la piel realiza una función higiénica gracias a la descamación, al sudor, al sebo…
• Termorreguladora: mantiene el calor corporal, entre otros mecanismos, produciendo sudor.
• Metabólica y enzimática: entre otras funciones participa en la activación de la vitamina D
mediado por la radiación solar y en el mantenimiento del equilibrio hídrico corporal y también actúa como almacén de diversas sustancias (vitaminas, grasas, proteínas…).
Tipo de lesiones
Se diferencia entre lesiones primarias y lesiones secundarias.
Las lesiones primarias son aquellas que se desarrollan como resultado directo del proceso de enfermedad. Por ejemplo, mácula, pápula, nódulo, tumor, pústula, vesícula y habón. Las secundarias son aquellas que evolucionan de las lesiones primarias o bien se desarrollan como consecuencia de alguna acción del paciente. Indican cronicidad. Entre ellas encontramos escama, costra, cicatriz, úlcera, excoriación, liquenificación, hiperpigmentación, comedón, hiperqueratosis y fisura.
El origen de los problemas cutáneos
El abanico de alteraciones y problemas que se pueden encontrar en la piel es muy extenso, ya que podemos estar hablando de un problema cuyo origen radica en una mala higiene de la mascota por parte del dueño o de algo mucho más complicado como pueden ser procesos infecciosos, parasitarios o endocrinos.
Destacaremos a continuación algunas de las enfermedades dermatológicas más frecuentes en la consulta diaria.
Enfermedades de origen parasitario
Un parásito es un organismo que vive a costa de otro ser vivo, en este caso de nuestras mascotas, alimentándose de ella o gracias a ella y constituyendo un posible foco de enfermedades.
Existen dos tipos de parásitos:
- Ectoparásitos: son los que viven en el exterior de otro organismo, como pueden ser la pulga, la garrapata y el piojo entre otros.
- Endoparásitos: viven en el interior del cuerpo de su hospedador (por ejemplo, una tenia).
Cuando un perro o un gato está parasitado, por ejemplo por pulgas, ante las molestias que esta le provoca al alimentarse o moverse, el animal se rascará o lamerá con una intensidad y frecuencia variable en función del prurito o picor que le genere a ese animal en particular, agravándose si la mascota sufre alergia.
Infecciones provocadas por hongos
Las infecciones por hongos, también denominadas micosis, están causadas por levaduras u hongos microscópicos que viven en la piel, el pelo o las uñas.
Los hongos que con más frecuencia causan problemas en las mascotas son Microsporum canis, Microsporum gypseum, Trichophyton mentagrophytes, Candida albicans y Malassezia pachydermatis.
Enfermedades provocadas por bacterias
El término pioderma (pio = pus; derma = piel) hace referencia a la infección bacteriana de la piel.
La gravedad de las infecciones cutáneas depende de numerosos factores como la cronicidad, la profundidad de la lesión, el tipo de pelo, la raza del animal afectado, etc.
Existen numerosas clasificaciones, pero la más aceptada diferencia entre pseudopiodermas, pioderma superficial y profunda.
Alergia
Una alergia es una reacción exagerada del sistema inmunitario del animal ante un estímulo no patógeno que el organismo reconoce como extraño, mediante la producción de anticuerpos y la liberación de mediadores del sistema inmunitario tales como la histamina o interleucinas.
La saliva de las pulgas contiene proteínas capaces de desencadenar una respuesta alérgica en algunas mascotas al entrar en contacto cuando el parásito pica para alimentarse de sangre.
El síntoma principal de los procesos alérgicos es el picor.
Tipos de alergia
Las alergias pueden ser alimenticias, ambientales y de contacto.
- Las alergias alimenticias pueden solucionarse dando al animal una dieta adecuada que no contenga los ingredientes frente a los que su cuerpo reacciona. Es importante que una vez encontrada la alimentación apropiada el dueño se ciña estrictamente a la misma para evitar brotes del proceso alérgico o diseñar un listado de alimentos que no desencadenen esta respuesta.
- Las alergias ambientales están desencadenadas por pólenes, ácaros, hongos y levaduras, etc., los cuales entran en contacto con el sistema inmunitario por vía percutánea. En algunos animales puede existir un cuadro estacional (en perros alérgicos a los pólenes) o puede ser continuado en el tiempo (por ejemplo en perros alérgicos a los ácaros, que es lo más habitual).
- Las alergias de contacto son las que se producen por contacto directo con el alérgeno, por ejemplo con un comedero o un producto de higiene fabricados con sustancias frente a las cuales reacciona el sistema inmunitario del animal.
Las alergias suelen, aunque no siempre, desarrollarse durante los primeros años de vida del animal y por lo general hay una predisposición genética.
Ante un paciente con prurito y para evitar un agravamiento del cuadro, lo primero que hará el veterinario es tratar de paliar ese picor, ya que es muy molesto e incómodo para la mascota, y tratar infecciones si las hubiera. Se deberá a continuación determinar los alérgenos implicados en la alergia, para lo cual puede ser preciso instaurar una dieta de eliminación o realizar pruebas específicas (intradermorreacción, determinación de IgE). Según la intensidad, frecuencia y duración del cuadro el clínico puede optar por iniciar una inmunoterapia específica o inmunomoduladora junto con tratamientos tópicos (baños, ceramidas, fitoesfingosina, etc.), control de parásitos y una dieta equilibrada (prestando especial atención a los niveles de ácidos grasos esenciales).
Traumatismos y quemaduras
Los golpes, heridas, quemaduras y otros percances también provocan lesiones en la piel y, en ocasiones, pueden ser muy graves.
La mayoría de perros y gatos, sobre todo cuando son más jóvenes, juegan de manera muy activa, corren y tropiezan, sienten curiosidad por muchas cosas e investigan aunque esto suponga quemarse con la estufa, golpearse con una puerta, etc.
En el hogar, el lugar donde el porcentaje de accidentes es más alto es en la cocina (salpicaduras de aceite, caídas de platos…).
Enfermedades congénitas
Son las que ya existen en el momento de nacer, muchas de ellas están determinadas genéticamente, por lo que debe plantearse la eliminación de los padres de la cría como la opción más ética.
Otras
Otitis externa, afecciones de las uñas, alopecia en el punto de inyección, úlceras por decúbito…
Conclusión
A grandes rasgos, cuidar la higiene de la mascota, seguir las pautas de desparasitación tanto interna como externamente, así como las de vacunación y ofrecer a nuestra mascota una dieta adecuada a sus necesidades son las bases de los cuidados básicos y esenciales de la salud de nuestros animales y que nos ayudarán a prevenir, controlar o atenuar muchos de los procesos mencionados.
Extraído de Ana Esteve Orts, Los problemas de la piel, Ateuves 56, pag.-22-26.