Maneras maravillosas de trabajar con gatos

1

A veces, no es sencillo trabajar con gatos… La visita al veterinario puede suponer un desafío para el propietario del animal y su manejo en la clínica un verdadero tormento para el veterinario y el auxiliar. Por eso, entender un poco el comportamiento del gato puede ser útil para todos, de modo que la visita sea lo menos estresante posible.

Los felinos son muy territoriales y muy pocas veces abandonan su territorio familiar. Cuando el propietario obliga al gato a dejar su casa la experiencia suele ser estresante y negativa para el animal, en especial si el destino es, frecuentemente, el centro veterinario o la residencia para gatos. La aparición del transportín es el primer signo de que algo desagradable está pasando: el nivel de ansiedad del gato empieza a crecer y el animal se prepara para la batalla.

¿Por qué los gatos reaccionan así?

A los gatos les gusta tener el control. Cuando se le coloca en un transportín y se le lleva al centro veterinario, la mascota pierde todo el control de la situación. Cuando llega, es necesario limitar sus movimientos para poder examinarlo. De nuevo, el gato no controla la situación. La respuesta favorita del animal ante esta tesitura sería la de correr. Naturalmente, esto es difícil puesto que el gato está inmovilizado por el transportín y el personal del centro, por lo que en vez de huir el animal escoge luchar.

Como estas mascotas no son animales sociales no tienen el mismo registro de conductas de sumisión ni señales de apaciguamiento que los perros y, por lo tanto, son incapaces de terminar un conflicto una vez iniciado.

Los gatos prefieren evitar el enfrentamiento, pero en el centro veterinario es difícil mantener una distancia de seguridad, de modo que la mascota reacciona de forma agresiva hacia la amenaza percibida.

Cómo trabajar con gatos para reducir el estrés ambiental

Existen varias maneras de intentar que la visita al veterinario sea menos estresante para propietarios, personal y animal. Aquí van algunos consejos.

  • Las clases teóricas para propietarios de gatitos en el centro veterinario pueden ayudar al propietario a entender la conducta de su gato y las reacciones a las visitas al veterinario. Dejar el transportín al alcance del gato en casa y colocar el alimento en su interior o en sus proximidades hará que el animal se habitúe al mismo. Cuando la mascota esté relajada en el transportín e incluso duerma en él, el propietario puede empezar a hacer cortos paseos en coche con el gato en el transportín.
  • Examinar al gato en casa, es decir, mirar su boca y oídos, y coger sus patas, mientras se le da alguna golosina, es útil para desensibilizar en cierto grado al animal de la manipulación restrictiva.
  • En el centro veterinario, separar perros de gatos en el área de espera puede reducir el estrés tanto en el gato como en el propietario. Algunos consultorios incluso tienen días de consulta dedicados exclusivamente a gatos.
  • Estos animales son muy sensibles a los estímulos auditivos y olfatorios de modo que reducir los olores y sonidos de los perros puede ayudar a disminuir el nivel de ansiedad del gato.
  • Al manipular gatos, menos es más, por lo que hay que limitar las restricciones de movimiento y dividir el examen en pequeñas etapas, permitiendo que el gato se relaje entre cada una de ellas.
  • Hay que prestar atención al lenguaje corporal de la mascota y también a su tensión corporal y liberarlo antes de que sienta la necesidad de luchar. Si el animal está realmente aterrado, tardará 30 minutos o más, después de alejarlo de la amenaza percibida, en regresar a un estado de calma.
  • La utilización de hormonas puede tener efectos calmantes en los gatos.
  • Es recomendable tener habitaciones insonorizadas para los gatos hospitalizados en el centro veterinario. No hay que colocar las jaulas unas delante de otras para que los animales se puedan mirar. Deben ser lo suficientemente amplias como para tener una bandeja con arena bastante grande y para que los platos con comida y bebida se sitúen lejos de la bandeja. Si es posible, hay que dejar el transportín en la jaula para que el gato perciba el olor familiar del hogar y tenga un lugar para esconderse.
  • Si el propietario tiene más de un gato hay que advertirles de que tienen que volver a presentar al gato al que esté en casa poco a poco después de cualquier visita al centro veterinario.

Conclusión

Muchos propietarios sólo llevan a su gato al centro veterinario si es absolutamente necesario y no se acercan ni para hacer un chequeo anual o para las vacunas. Si conseguimos hacer que la visita al veterinario sea menos estresante para el gato y el propietario quizá más personas llevarán a su mascota a la consulta antes de que sea demasiado tarde.

Extraído de: Karina Dillon, Maneras maravillosas de trabajar con gatos, Resumen de ponencias Hill´s Symposium on Practice Management – The professional team in modern practice CCIB – Barcelona, octubre 2008, Ateuves 18, págs. 28-29.

1 comentario

  1. Pingback: Importancia del auxiliar en la clínica de urgencias

Leave A Reply

Pregunta anti-spam Time limit is exhausted. Please reload CAPTCHA.

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.

Uso de cookies

Este sitio web utiliza cookies para que usted tenga la mejor experiencia de usuario. Si continúa navegando está dando su consentimiento para la aceptación de las mencionadas cookies y la aceptación de nuestra política de cookies, pinche el enlace para mayor información. ACEPTAR

Aviso de cookies