Diabetes en perros, ¿qué debo saber?

0

La diabetes mellitus es una enfermedad endocrina bastante común en los perros y requiere tratamiento durante toda la vida, por lo que el propietario juega un papel importante en su control.

Cuando tenemos delante un caso de diabetes mellitus (DM) es importante dar una información precisa y sencilla al propietario y resolver todas sus dudas para que se enfrente sin temor a la enfermedad de su mascota.

Debes explicarle que la diabetes se caracteriza por una hiperglucemia persistente, originada por una deficiencia en la producción de insulina o por factores que impiden la acción de la misma y que existen distintos tipos de diabetes:

  • DM de tipo I: anteriormente llamada diabetes insulino-dependiente, porque son pacientes que necesitan aporte de insulina para vivir.
  • DM de tipo II: anteriormente llamada diabetes no insulino-dependiente, existe producción de insulina pero ésta no ejerce su acción normal por la influencia de factores como la obesidad.

También podemos encontrar DM de otro tipo, como la diabetes secundaria, debida a causas como el estro o la gestación; y la diabetes transitoria asociada a la administración de algún fármaco que produce resistencia a la insulina.

En aproximadamente el 28 % de los perros diabéticos, la diabetes se desarrolla por un daño pancreático importante, debido, probablemente, a una pancreatitis crónica. A su vez la obesidad es un factor de riesgo para el desarrollo de la pancreatitis y, por tanto, de diabetes. De este modo, una dieta alta en grasa puede alterar el metabolismo lipídico y favorecer la aparición de pancreatitis y diabetes en el perro.

Principales signos clínicos de la diabetes

Lo primero que detectan los propietarios y que les lleva generalmente a la consulta son los signos propios de la diabetes.

1Poliuria y polidipsia

El aumento de glucosa en el filtrado glomerular arrastra agua en la orina, lo que aumenta la producción de la misma. Por este motivo los perros diabéticos tienen poliuria y tienden a presentar deshidratación, aunque aumenten el consumo de agua.

2Pérdida de peso

Los perros diabéticos tienen deficiencia absoluta o relativa de insulina, lo que impide que la glucosa penetre en el interior de las células y provoca un aumento de la glucosa plasmática. La falta de glucosa intracelular lleva al organismo a continuar obteniendo energía de las reservas de grasa y del músculo, lo que conlleva una pérdida de peso.

3Polifagia

La deficiencia intracelular de glucosa produce un aumento de apetito por lo que estos animales pueden presentar polifagia. Sin embargo, si la diabetes evoluciona hacia una cetoacidosis puede terminar en anorexia.

4Otros signos

La mayoría de los perros con diabetes van a presentar:

  • Hepatomegalia: debido a la movilización de reservas que hace que se acumule grasa en el hígado y produce lipidosis hepática.
  • Cataratas: son la complicación más frecuente, y una de las más importantes, asociada a la diabetes de los perros. Son irreversibles y pueden evolucionar con bastante rapidez. El riesgo de desarrollar cataratas parece no tener relación con el nivel de hiperglucemia, sin embargo aumenta con la edad. Por lo tanto, no es probable que el manejo de la dieta influya en la gravedad del desarrollo de las cataratas en los perros diabéticos.

Análisis de laboratorio

Análisis sanguíneoPara confirmar el diagnóstico y determinar el tratamiento es preciso realizar un análisis laboratorial completo que debes indicar al propietario. Se trata de hacer un análisis de sangre y de orina para comprobar los niveles de sus diferentes componentes. Cuando obtengas los resultados algunos parámetros te harán sospechar que el animal tiene diabetes. Un perro diabético tendrá, por ejemplo, una concentración de glucosa superior a los 200 mg/dl; la alanina aminotransferasa (ALT) y la fosfatasa alcalina también están elevadas, así como la concentración de triglicéridos y el colesterol. El potasio, sin embargo, suele estar disminuido.

La presencia de cuerpos cetónicos en la orina determinará la gravedad del caso.

Tratamiento

El objetivo del tratamiento es restablecer la calidad de vida del perro. Como hemos dicho antes es importante la participación del propietario que puede anotar los signos clínicos, los resultados de glucosa y cuerpos cetónicos en orina. Además, para obtener una respuesta satisfactoria es necesario controlar factores que pueden interferir en la acción de la insulina, como enfermedades concurrentes o niveles elevados de progesterona relacionada con el diestro. Respecto a este último aspecto, si el propietario tiene una hembra con esta patología, recomiéndale que la esterilice lo antes posible para que su diabetes sea más fácil de controlar.

Otro punto importante en el que debe participar el propietario es en el control de la alimentación.

Alimentación

El alimento suministrado a los perros diabéticos debe proporcionar la suficiente energía para alcanzar y mantener una condición corporal óptima. Los perros cuya diabetes está mal controlada tienen disminuida la capacidad para metabolizar los nutrientes absorbidos en el tracto gastrointestinal y eliminan glucosa por la orina, por lo que necesitan más calorías para su mantenimiento que los perros sanos. La situación ideal consiste en administrar la comida y la insulina de forma que la actividad máxima de la insulina exógena se corresponda con el periodo posprandial. A efectos prácticos, se suele administrar la mitad de la comida diaria por la mañana y al mismo tiempo la dosis de insulina de la mañana. Aproximadamente 12 horas después se administra la otra mitad de la comida y la segunda dosis de insulina. Es importante seguir un protocolo diario fijo. Por consiguiente, cada comida debería tener, aproximadamente, los mismos ingredientes y contenido calórico y debería administrarse a las mismas horas todos los días.

En general, las dietas recomendadas en perros diabéticos son aquellas con un alto contenido en fibra, cuyo principal beneficio es la disminución de la absorción de la glucosa y la reducción de la demanda de insulina. Ayudan a los perros obesos a perder peso y al control de la glucemia. Sin embargo, en perros con un peso inferior a su peso ideal el uso de estas dietas no se recomienda inicialmente ya que el objetivo es recobrar el peso inicial del animal. Por ello debemos usar dietas de alta digestibilidad y palatabilidad, que tienen un contenido calórico más alto y pueden ayudar al aumento de peso.

Diabetes en perros

Recuérdale lo imprescindible al propietario

Sin la colaboración del propietario el tratamiento puede no dar resultado. Por lo tanto debes involucrarlo en todos los aspectos relacionados con el cuidado de su mascota y, sobre todo quitarle el miedo a administrarle la insulina. Si lo crees conveniente puedes decirle que acuda a la clínica tantas veces como sea necesario para ayudarle en todo el proceso hasta que sea autónomo.

Además debe hacer un seguimiento de los signos clínicos que es la información más valiosa para evaluar el control de la glucemia en perros diabéticos.

  • Las mediciones de glucosa y cuerpos cetónicos en orina son útiles para monitorizar la respuesta al tratamiento y complementan la información sobre los síntomas. Hay que familiarizarse con las tiras de orina para la medición de la glucosa. Normalmente los resultados de la tira de orina suelen mantenerse en valores positivos débiles de glucosa en orina.
  • Inicialmente se puede monitorizar la concentración de fructosamina cada dos o tres semanas.
  • Las mediciones de glucemia se pueden realizar en laboratorios o glucómetros portátiles, si bien los glucómetros portátiles suelen subestimar (10-20 %) los valores reales por lo que deben validarse antes de comenzar a usarse.

Los pacientes diabéticos tienen tendencia a las infecciones urinarias por lo que debes decirle al propietario que es muy recomendable hacer una revisión general, un análisis de sangre y un análisis y cultivo de orina cada 6 meses.

Artículo adaptado de Patricia Naranjo Español, Manuel Morales Doreste y Carlos Melian Limiñana, “Su perro sufre diabetes mellitus”, Todo sobre la diabetes, monografía Argos, mayo 2014.

Insulina

La insulina no solo ayuda a controlar los signos clínicos de la diabetes, sino que también previene las alteraciones metabólicas derivadas de la deficiencia de insulina como la cetoacidosis, la deshidratación grave y la pérdida urinaria de electrolitos. Normalmente la primera elección al escoger la insulina en perros es la insulina porcina (Caninsulin®, única insulina registrada para su uso en perros y gatos), ya que tiene una estructura molecu­lar idéntica a la del perro y se minimiza el riesgo de formar anticuerpos antiinsulina. Se recomienda siempre empezar con una dosis de 0,5 UI/kg cada 12 horas e ir adaptándolo a las necesidades. Ahora disponemos de VetPen una “pluma” que permite una dosificación más segura y una aplicación más cómoda, que se puede usar exclusivamente con Caninsulin cartuchos.

Ficha técnica: http://www.msd-animal-health.es/binaries/81_Caninsulin_SPC_dic13_tcm101-168735.pdf.

Logotipo MSD

Leave A Reply

Pregunta anti-spam Time limit is exhausted. Please reload CAPTCHA.

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.

Uso de cookies

Este sitio web utiliza cookies para que usted tenga la mejor experiencia de usuario. Si continúa navegando está dando su consentimiento para la aceptación de las mencionadas cookies y la aceptación de nuestra política de cookies, pinche el enlace para mayor información. ACEPTAR

Aviso de cookies