El desarrollo de protocolos de control de las infecciones para detener o, al menos, ralentizar la diseminación de las enfermedades que afectan a los perros se ha retrasado muchos años en comparación con la manera de luchar contra las enfermedades humanas. Pero una investigación* llevada a cabo en Estados Unidos permitirá poner en marcha estrategias de control de las infecciones también en la especie canina.
Los perros no son, que digamos, unos obsesionados con su higiene… La posibilidad de que se contagien enfermedades por contacto con mucosas y secreciones, bien directamente bien a través de juguetes u otros utensilios, es muy alta. Además, también pueden ser una fuente zoonótica de infecciones para las personas. Estas conductas de riesgo pueden tener graves consecuencias sobre todo en lugares donde se concentran grupos más o menos grandes de canes, como parques, exposiciones caninas, etc.
Guía de buenas prácticas para el control de las infecciones en parques y exposiciones caninas
Un equipo de especialistas de la Universidad de Ohio (Estados Unidos) ha publicado un estudio en el Journal of the American Veterinary Medical Association que da una guía de buenas prácticas para evitar la diseminación de las enfermedades entre los perros y de éstos a las personas. Los autores la han ideado para que resulte útil a los propietarios de perros y a los responsables de colectividades caninas.
Se trata de una serie de instrucciones básicas que sirven para prevenir el contagio de la mayor parte de las enfermedades:
1Si el perro muestra algún síntoma de enfermedad hay que evitar que entre en contacto con otros congéneres. 2Las personas que están en contacto habitual con perros, sobre todo con grupos de estos animales, como handlers, jueces de concursos, etc. deben lavarse las manos con frecuencia y usar productos desinfectantes para ello. 3Las zonas comunes y todo tipo de elementos que compartan varios perros deben desinfectarse regularmente. Convendría evitar que los perros compartiesen juguetes, boles o correas. 4Los perros deben tener su cartilla de vacunación al día para que estén bien inmunizados contra todas las enfermedades que determine el veterinario. 5Hay que evitar que roedores y otros animales silvestres tengan acceso a las áreas donde están los perros, así como mantener alejados a los perros de zonas donde sea probable que haya pulgas, garrapatas u otros insectos vectores de enfermedades. 6Las personas responsables de grupos de perros o que estén en contacto con ellos deben servirse de la calculadora online de riesgo que han desarrollado en la Universidad de Ohio para determinar su potencial de diseminación de infecciones. 7Los perros deben mantenerse limpios. 8Los organizadores de eventos en los que haya perros deben vigilar que no se produzcan aglomeraciones de canes. 9Hay que tener especial precaución con los cachorros y otros perros que puedan tener el sistema inmunitario debilitado. Se debe sopesar qué es más necesario en cada caso: socialización o protección contra las infecciones. 10Todos los eventos en los que se concentre un cierto número de perros deben contar con un veterinario propio y otro de referencia (por si algo se complica más allá de lo que pueda atenderse sobre el terreno), que ayuden a implementar todas estas medidas.Los autores de esta guía de buenas prácticas recalcan que no está pensada para aplicarla en residencias caninas o albergues para animales abandonados, ya que en estos lugares hay que tener en cuenta otros factores y ya hay protocolos establecidos para evitar la diseminación de las infecciones.
*Jason W. Stull, Jennifer I. Kasten, Michelle D. Evason, Robert G. Sherding, Armando E. Hoet, Jeanette O’Quin, Mary Jo Burkhard, J. Scott Weese. Risk reduction and management strategies to prevent transmission of infectious disease among dogs at dog shows, sporting events, and other canine group settings. Journal of the American Veterinary Medical Association, 2016; 249 (6): 612 DOI: 10.2460/javma.249.6.612