Nutrientes para que la mascota tenga un pelaje perfecto

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¿Cuál es el secreto de un pelaje perfecto? Una mascota sana tiene un pelaje hermoso y brillante, y para mantenerlo en ese estado hay que proporcionarle entre otros elementos una dieta equilibrada, ya que la relación entre la alimentación y la calidad del pelo es clara y directa.

Una piel y un pelaje sanos son signo de buena salud en los animales de compañía. La piel es la principal barrera de defensa frente a las agresio­nes externas, y por lo tanto debe estar siempre en óptimas condiciones si queremos evitar el riesgo de aparición de diferentes patologías. Por su par­te, el pelo protege a las mascotas de las radiacio­nes solares y mantiene la temperatura corporal, por lo que es igualmente importante mantenerlo en buen estado. Son muchos los factores que pueden dañar al pelo o a la piel. Entre ellos, los parásitos, una alimentación inadecuada o ciertas enfermedades como el hipotiroidismo, el síndro­me de Cushing o el de Addison. En esta ocasión vamos a centrarnos en la alimentación y vamos a ver de qué modo influye en el mantenimiento de un pelaje en perfectas condiciones.

Nutrición adecuada

Nutrientes para un pelaje perfectoActualmente es raro encontrar deficiencias nu­tricionales en las mascotas debido a la cuida­dosa y completa formulación de las dietas co­merciales. Si se producen pueden ser debidas a patologías relacionadas con la mala absorción y aprovechamiento de dichos nutrientes.

En general, una alimentación deficiente produ­ce cambios en la piel que son el reflejo del daño metabólico ocasionado. Por ejemplo, las altera­ciones en la queratinización, producción de sebo o crecimiento del pelo se manifiestan como sebo­rrea. Si se observa que la piel de la mascota tiene muchas escamas, está grasa y hay una pérdida importante de pelo se puede sospechar que el animal padece una dermatosis nutricional. No es fácil detectar el origen de estas anomalías ya que, por lo general, los signos de una dieta deficiente se empiezan a manifestar después de varias se­manas o meses de administrarla.

Los siguientes nutrientes, que vamos a ver en más detalle, son decisivos para mantener un pela­je y una piel en excelentes condiciones: proteínas, ácidos grasos esenciales, vitaminas y minerales.

Proteínas

Las proteínas participan de forma muy importante en el crecimiento y la estructura del pelo. Para que éste se desarrolle de forma correcta y se produzca una adecuada queratinización de la piel el organis­mo utiliza un 25-30% de las proteínas que ingiere a diario. Si esta demanda no se satisface aparecen signos de malnutrición en la piel, como por ejemplo pelo sin pigmentos que se cae con facilidad y que crece muy lentamente, piel frágil y poco elástica, etc. Sin embargo, no basta que las proteínas estén presentes, y también hay que prestar una atención especial a su composición, puesto que algunos de sus aminoácidos son indispensables para el desa­rrollo del pelo. Entre ellos podemos destacar:

Lisina: es un aminoácido esencial en el cre­cimiento del pelo que, en el caso del gato, no sintetiza el organismo, por lo que debe ser apor­tado en la dieta.

Cisteína, metionina y arginina: son los precur­sores de la queratina, por lo que son sustancias básicas para conseguir un pelo resistente.

Fenilalanina: es otro aminoácido esencial pre­cursor de la melanina y necesario, por tanto, para proporcionar una buena pigmentación al pelo. Hay que señalar que los gatos con manto negro tienen unas necesidades muy elevadas tanto de este aminoácido como de tirosina, superiores in­cluso a las que se requieren para su crecimiento.

Ácidos grasos esenciales

Los ácidos grasos esenciales son los integrantes principales de la capa fosfolipídica de la mem­brana celular y de las ceramidas. Entre otras funciones, confieren impermeabilidad a la piel y mejoran la calidad del sebo y de la hidratación cutánea. Si la dieta carece de estas sustancias inmediatamente se podrá apreciar un pelaje seco, apagado, con escamas y quebradizo.

Nutrientes para un pelaje perfectoLos ácidos grasos se pueden clasificar en ome­ga 3 (ácido linolénico) y omega 6 (ácido linoleico y araquidónico). Los gatos no pueden sintetizar ácido linoleico ni araquidónico, por lo que tienen que ser suministrados con la dieta. En determi­nados estados de su vida también tienen requeri­mientos más elevados de ácido eicosapentanoico (EPA) y docosahexanoico (DHA).

Vitaminas

Estas sustancias también contribuyen a que la piel y el pelo se mantengan en buen estado.

Vitamina A. Está implicada en la regulación del crecimiento y diferenciación celular. Mantiene la integridad de los tejidos epiteliales y participa en el proceso de queratinización. Tanto el exce­so como la deficiencia de este nutriente tienen graves consecuencias: alopecia, hiperqueratini­zación o calvas y una mayor susceptibilidad a las infecciones microbianas. El gato no puede sintetizar esta vitamina, por lo que debe tomar­la con la dieta (productos lácteos, carne, etc.).

Vitamina E. Es un antioxidante natural y jun­to con el selenio mantiene la integridad de las membranas celulares. Una deficiencia impor­tante de vitamina E unida a un exceso de ácidos grasos insaturados puede producir en el gato una enfermedad de la piel denominada pans­teatitis. Los animales afectados presentan de­pósitos grasos bajo la piel que pueden ser muy dolorosos cuando se inflaman.

Vitamina B8 (biotina). Su deficiencia produce la caída del pelo en la cara y alrededor de los ojos, así como piel seca y dermatitis seborreica. Se utiliza normalmente junto con los ácidos grasos para tratar a los gatos que padecen alergias.

Vitamina B2 (rivoflavina). Participa en el ca­tabolismo de los ácidos grasos y aminoácidos. Es una vitamina esencial para el correcto creci­miento y desarrollo del cachorro y para que su manto se encuentre en perfectas condiciones. Su carencia provoca, entre otras patologías, dermatitis seborreica. Sin embargo, una dieta que contenga carne y productos lácteos previe­ne la aparición de esta enfermedad.

Vitamina B3 (niacina). La falta de esta vitamina provoca diarrea y, en ocasiones, dermatitis pruríti­ca en las extremidades posteriores y en el abdomen.

Vitamina B6 (piridoxina). Es fundamental para la formación de la niacina. Además, permite la síntesis de cisteína y, por lo tanto, la producción de queratina. Su ausencia puede hacer que el manto presente un aspecto apagado, descuida­do, con escamas y alopecia irregular.

Vitamina B5 (ácido pantoténico). Ayuda al orga­nismo a luchar contra las infecciones, los proce­sos inflamatorios y las alergias. Su falta provoca la caída del pelo, irritaciones de la piel e infecciones.

Vitamina C. Participa en la síntesis del coláge­no, por lo que es fundamental para el manteni­miento de la piel, así como de los ligamentos y los huesos. Es especialmente beneficiosa para los animales que tienen alergias o dermatitis.

Minerales

Zinc. Es uno de los minerales que se encuen­tran en más cantidad en el organismo y partici­pa en una gran variedad de procesos, entre ellos la división celular en la que interviene haciendo que las células se dividan con rapidez. Por lo que respecta a la piel, es un elemento funda­mental para mantenerla sana e interviene en el crecimiento y regulación del pelo.
El zinc es uno de los antioxidantes más potentes que exis­ten en el organismo. Clic para tuitear La deficiencia de este mineral afecta directa­mente a la piel ya que se interrumpe la división normal de las células y la epidermis se seca y se descama. A medida que progresa la enferme­dad, la piel se engrosa (paraqueratosis) y pierde pigmentación. Se retrasa el crecimiento del pelo y a la larga se pierde en diferentes partes del cuerpo. Unido a esto se produce una depresión del sistema inmunitario, de modo que pueden producirse infecciones secundarias epidérmicas bacterianas y dermatosis pustulares.
Algunas razas de perros, como el Husky Sibe­riano y el Malamute de Alaska, tienen una cier­ta predisposición a padecer dermatosis como consecuencia de la falta de zinc.

Selenio. Este mineral se necesita en menor cantidad que el zinc y su principal función en el organismo consiste en la producción de an­tioxidantes, sustancias necesarias para eliminar los radicales libres que se producen durante la obtención de energía de la célula.
Si no reciben la cantidad adecuada de selenio, los animales que tienen algún tipo de alergia pueden ver cómo empeora su condición. Igualmente se puede intensificar el proceso de en­vejecimiento debido a la falta de antioxidantes.

Cobre. Participa en el desarrollo de los huesos, del tejido conectivo y del colágeno. También se necesita para la síntesis de eumelanina que, a su vez, es responsable de la coloración oscura del pelo. En los gatos, uno de los primeros signos que aparecen si existe deficiencia de este mine­ral es la pérdida del color del pelo y un cambio en su textura. Esto se debe a una alteración en el metabolismo de la tirosina (el cobre facilita el funcionamiento de la tirosina como pigmento).

Problemas del pelo debidos a regímenes alimentarios incorrectos

Cambio de color del pelo

El cambio de color del pelo hacia tonos rojizos o grisáceos se puede producir principalmente en gatos con pelaje negro o marrón oscuro debido a una dieta en la que abundan los alimentos de gama baja o que no tienen el equilibrio necesario de nutrientes, concretamente a que estos produc­tos no tienen la cantidad suficiente de tirosina (y fenilalanina) y de cobre. Con respecto al cobre, su carencia puede deberse tanto a una baja canti­dad en la dieta como a un exceso de zinc o calcio, minerales que dificultan su absorción.

Seborrea

Una de las principales causas de seborrea se debe a la deficiencia en ácidos grasos: la piel del animal se vuelve escamosa, pierde lustre y el pelo se cae. Si bien la mayoría de alimentos suelen tener una cantidad adecuada de estas sustancias, es posible que un almacenamiento inadecuado o una temperatura elevada acaben por alterar su contenido de ácidos grasos. También hay que te­ner cuidado con los regímenes bajos en calorías que pueden ser pobres en determinadas grasas. Ciertas patologías gastrointestinales también pueden impedir la asimilación de las grasas.

Alopecia

En las mascotas son muchas las patologías y condiciones que pueden producir la caída de pelo. Algunas de ellas se pueden considerar normales (como la muda, que es estacional); sin embargo otras pueden suponer un serio pro­blema. Por lo que respecta a la alimentación, a los gatos, por ejemplo, se les puede caer el pelo debido a una carencia prolongada de proteínas, de yodo (exceso de calcio en la ración) o de vi­taminas del grupo B como consecuencia de un tratamiento antibiótico prolongado.

Prurito

También son varias las condiciones que pueden provocar prurito en las mascotas. Entre las ali­mentarias, encontramos la hipervitaminosis A: un exceso de esta vitamina puede hacer que el animal se rasque continuamente. La alergia a determina­das proteínas contenidas en las dietas también puede provocar prurito, así como una intoleran­cia alimentaria (por ejemplo, cambio brusco de alimentación, dieta pobre en fibra, etc.).

Como conclusión se puede afirmar que para conseguir un pelaje en buenas condiciones la alimentación tiene que ser equilibrada, digesti­ble y en la cantidad adecuada.

Extraído de: María Villagrasa, Nutrientes para un pelaje perfecto, Ateuves nº 36, págs. 10-15.

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