El desarrollo del perro: periodo de socialización del cachorro

4

Hace unas semanas publicamos la primera parte de este artículo sobre el desarrollo del cachorro, en la que hablamos de hablamos del periodo de la gestación, cómo son los cachorros recién nacidos y qué necesitan y, por último, del periodo de transición. En esta segunda parte se habla de la socialización del cachorro y de lo importante que es educar en positivo a estos pequeños.

Periodo de socialización del cachorro

A partir de la cuarta semana de vida comienza el periodo más complejo de la vida del cachorro y de efecto más intenso en la vida del adulto, el pe­riodo de socialización, que dura hasta aproxima­damente las 12 semanas, pero se prolonga hasta la pubertad. Durante esta etapa se ha de exponer al cachorro a todos aquellos estímulos y situacio­nes que encontrará en la vida adulta. Aquí se ad­quieren cuatro elementos básicos en el comporta­miento correcto del perro que son: el autocontrol, la comunicación, la jerarquía y el desapego.

En la etapa de socialización se ha de exponer al cachorro a los estímulos que encontrará en la vida adulta Clic para tuitear

El autocontrol

Durante los tres primeros meses de vida, el ca­chorro va a adquirir el control sobre sí mismo. Ha de aprender a controlarse, básicamente en dos aspectos: el mordisco y la actividad motora.

Un cachorro al que no se le enseñe acabará mor­diendo muy fuerte cuando tenga fuerza suficiente. El animal adquiere la “boca blanda” básicamente jugando. Sus dientes de leche son muy afilados, por lo que a la mínima que aprieta hace daño. Si está jugando con uno de sus hermanos y le hace daño, este emitirá un quejido y detendrá el juego. Esto refuerza negativamente el mordisco y hace que la madre (u otro perro adulto) corrija al ca­chorro que ha mordido demasiado fuerte.

En cuanto al control motor, si un cachorro no es enseñado, tenderá a correr ante cualquier estímu­lo, de forma exagerada y sin parar, pudiendo lle­gar a un nerviosismo muy intenso. Cuando esto ocurre, la madre (u otro perro adulto) lo detiene, literalmente, poniendo una pata sobre el cacho­rro y “liberándolo” sólo cuando se queda quieto.

Con estas acciones correctoras que establecen la madre y otros perros adultos sociables y educa­dos correctamente, el cachorro aprende a detener voluntariamente sus comportamientos. Un défi­cit en el autocontrol es la causa primordial de la hiperactividad en cachorros.

Por lo tanto, hemos de comunicar a los propietarios que un cachorro de 2 o 3 meses no debe morder fuerte ni hacerles herida y no es normal que esté en continuo movimiento cuando está despierto, ha de saber parar. Debemos evitar los juegos de tirar y mordisquear las manos: si muerde fuerte hemos de parar el juego, corregir físicamente de inmediato y continuar el juego tras 10-15 segundos. No hay que premiar involuntariamente el exceso de actividad motora, es decir, gritar, aplaudir, mover las manos, etc., en momentos de excitación del perro.

Aprender a jugar
Los juegos de búsqueda son muy apaciguantes porque exigen una alta concentración del perro. Para que el cachorro aprenda a jugar se tiran los premios delante de él mientras no pueda tener acceso, y cuando va a cogerlos se le dice “busca”. Poco a poco se va incrementando la dificultad poniéndolos más separados y escondidos.
No hay que olvidar que los cachorros aprenden muy rápido pero no aguantan tanto tiempo como un adulto concentrados; es preferible que los juegos y paseos sean cortos y frecuentes y siempre hay que evitar que un cachorro perma¬nezca solo más de cuatro horas seguidas.

La comunicación

Los cachorros aprenden por imitación, a través del juego e interacciones con su madre, a comu­nicarse de acuerdo con su especie. Así, aprenden las posturas de sumisión, juego y dominancia, la comunicación olfativa, importantísima para los perros, visual y auditiva. Esto les permitirá rela­cionarse correctamente con otros perros y evitar conflictos. Utilizan también este lenguaje con los seres humanos, por lo que es importante cono­cerlo: adecuar nuestro lenguaje corporal a lo que queremos comunicar y saber lo que el cachorro está expresando. Los perros son animales socia­les, por lo que un defecto en la comunicación podrá generar conflictos y frustraciones que pue­den dar lugar a estados ansiosos intensos.

Es necesario que las personas que se relacionen con perros conozcan las señales de comunicación canina para poder comprender lo que quieren de­cir. Las señales de apaciguamiento o “señales de calma” son indicaciones que, mediante gestos, pos­turas, etc., utilizan los perros para evitar disputas y conflictos y relacionarse en general. Cuando las señales de calma no funcionan y no se entienden es cuando los perros se vuelven más agresivos y aumentan la intensidad de sus conductas: levantan los belfos, gruñen, marcan y muerden. Por eso es tan importante detectar las señales y saber detener lo que estemos haciendo. El cachorro, y el perro adulto, emitirá estas señales, por ejemplo, para ha­cernos saber que ha entendido la riña (momento en el que hay que detener la misma), que no nos entiende cuando lo pedimos algo o que no lo está pasando bien en el veterinario. También podemos realizar estas señales para indicar al perro que debe tranquilizarse cuando esté demasiado excitado.

Señales de calma o apaciguamiento
  • Apartar la mirada.
  • Bostezar.
  • Girar la cabeza.
  • Dar la espalda.
  • Sentarse.
  • Tumbarse.
  • Quedarse quieto.
  • Caminar en zigzag.
  • Lamerse el hocico.
  • Moverse lentamente.
  • Olisquear el suelo.

La jerarquía

Los perros son animales sociales que han de aprender las reglas de la vida en manada. El cachorro aprende estas normas desde la puber­tad hasta el momento de la madurez social, con aproximadamente 18 meses. En el hogar hemos de hacer entender al animal su posición contro­lando cuatro puntos básicos:

1Acceso al espacio: los espacios “privilegiados” estarán reservados para los humanos. Se le asignará “su sitio” para el descanso.

2Acceso a la comida: el cachorro comerá des­pués de las personas. Nunca deberá recibir alimentos de la mesa.

3Iniciativa de los contactos: siempre será del pro­pietario. Se ignorará totalmente la iniciativa por parte del perro, sobre todo durante esta etapa.

4Expresión de la sexualidad: la monta es un sín­toma de dominancia, cuando esta es pública. Si ocurre habría que ignorarla totalmente y bus­car la causa en los puntos anteriores.

Los problemas que pueden derivar de un mal aprendizaje durante esta etapa son frecuentes, como la agresividad hacia personas y otros pe­rros, la destructividad y el marcaje.

Controlar el mordisco

Durante los primeros meses de vida el cachorro ha de aprender a controlar el mordisco.

Desapego

Tan importante como el apego durante los 4 o 5 primeros meses de vida del cachorro es el desapego. El hecho de que la madre le rechace (si el cachorro ha nacido en una jauría) le per­mite crecer, madurar y acabar de aprender todo lo anterior. Así, el apego pasa de ser exclusivo hacia la madre, o hacia una persona concreta de la familia, a generalizarse hacia todo el grupo. El mantenimiento de los lazos del apego maternal es el origen de alteraciones severas de compor­tamiento, como la ansiedad por separación, y bloquea el desarrollo de las habilidades sociales.

El consejo que puede darse llegada esta edad es recomendar rechazar activamente las iniciativas del cachorro e ignorarle, sobre todo, la persona más cercana a él hasta el momento. Esto es una medida temporal, pues una vez ocurrido el des­apego, las relaciones pueden ser normales, tenien­do en cuenta siempre los cuatro puntos mencio­nados en el apartado anterior sobre la jerarquía.

La edad óptima para separar un cachorro de su madre y hermanos es entre las 6 y 8 semanas, que es aproximadamente la mitad del periodo de socialización. Una adopción muy temprana aumenta el riesgo no sólo de agresividad hacia otros perros en la edad adulta, sino también de hiperactividad, inhibición de la conducta sexual y ansiedad por separación. Si un cachorro no puede permanecer tanto tiempo con la madre, es importante que pase el mayor tiempo posible con algún perro adulto equilibrado y relacionán­dose con otros perros. Es recomendable salir a la calle con el cachorro en brazos (evitar que toque el suelo si no está vacunado) para acostumbrarlo al entorno y permitir una correcta socialización.

Los perros son animales sociales, por lo que un defecto en la comunicación podrá generar conflictos y frustraciones Clic para tuitear

Educación en positivo

Un aspecto muy importante para la convivencia de perros y personas es la educación. Desde la adquisición del cachorro es importante educarle. Los cachorros son especialmente sensibles a los castigos, por lo que se evitarán en la medida de lo posible. Si vemos que está haciendo algo mal, di­remos un rotundo “no” y le distraeremos. Por otra parte, premiaremos lo que haga bien.

Para enseñar a un cachorro a eliminar no hace falta reñir, ni pe­gar, ni acercar el hocico a la eliminación. Basta con sacarle a pasear frecuentemente y aprenderá, poco a poco. Pero hay que ser pacientes, la conducta eli­minatoria no se establece hasta los 4 o 5 meses y puede haber algún error hasta los 6 o 7 meses sin que sea un problema de conducta. Por otro lado, es muy bueno para la relación entre el perro y el propietario el enseñar las órdenes básicas: senta­do, tumbado, ven, etc. y, si se realizan en positivo, las sesiones se convertirán en un juego más.

Socialización con personas

Es conveniente que los cachorros se acostumbren a las personas cuanto antes.

Extraído de: Almudena Borja Cepeda y Lidia Nela Rubio Laguna, El desarrollo del cachorro, Ateuves nº 33, págs. 32-36.

4 comentarios

  1. Pingback: Las enfermedades infecciosas y parasitarias habituales del cachorro

  2. Pingback: ¿Qué función tiene el juego en el desarrollo del cachorro?

  3. Pingback: 10 Cosas que debemos saber para que pasear a nuestros perros sea más fácil y cómodo | Neta News

  4. Pingback: LOS PERROS NECESITAN JUGAR » Clinica Veterinaria Leon Maria

Leave A Reply

Pregunta anti-spam Time limit is exhausted. Please reload CAPTCHA.

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.

Uso de cookies

Este sitio web utiliza cookies para que usted tenga la mejor experiencia de usuario. Si continúa navegando está dando su consentimiento para la aceptación de las mencionadas cookies y la aceptación de nuestra política de cookies, pinche el enlace para mayor información. ACEPTAR

Aviso de cookies