¿Por qué hay que temer a las pulgas?

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Las pulgas son ectoparásitos de gran importancia en la clínica veterinaria. ¿Sabías que, además de causar molestias constantes a los animales, pueden llegar a provocar graves trastornos en la salud de las mascotas y la de sus propietarios?

Generalmente las pulgas proliferan en la naturaleza durante los meses de primavera y verano, cuando la temperatura es propicia para ellas. Sin embargo, también en las estaciones frías pueden presentarse problemas por estos parásitos, ya que en las casas encuentran un clima adecuado para su desarrollo.

Las pulgas causan una de las parasitosis veterinarias más comunes en el mundo entero, y desde luego la más frecuente en el perro. Sólo dos de las más de 2.000 especies de pulgas que se conocen son importantes para el perro y el gato: Ctenocephalides canis (denominada también “pulga del perro”) y Ctenocephalides felis (“pulga del gato”). A pesar de sus nombres, la más común en perros es la pulga del gato, responsable del 90 % de las infestaciones.

Ctenocephalides canis o pulga del perro. (Foto: Luis Fernández García - CC BY-SA 2.5)

Ctenocephalides canis o pulga del perro. (Foto: Luis Fernández García – CC BY-SA 2.5)

¿Cómo afectan las pulgas a la salud?

El daño que pueden causar las pulgas no se limita al malestar y a la irritación como consecuencia de su ir y venir sobre el hospedador y de las picaduras. El desarrollo de enfermedades de la piel y alergias, la transmisión de enfermedades y la anemia son otros problemas graves que pueden padecer sus víctimas.

Enfermedades cutáneas producidas por pulgas

Las pulgas provocan picor e irritación en el lugar de la picadura (dermatitis por picadura de pulga) y también pueden causar reacciones alérgicas en los animales que sean sensibles a su saliva (dermatitis alérgica por pulgas).

La dermatitis por picadura de pulga afecta sobre todo al vientre, las caras internas de los muslos y la grupa. Las picaduras se distinguen por ser puntiformes, rojizas y estar en grupos. Frecuentemente se aprecia enrojecimiento de la piel, formación de pústulas y lesiones  provocadas por el propio rascado y las mordeduras del animal. Como secuelas aparecen costras y pérdida de pelo.

La dermatitis alérgica causada por pulgas se debe a la presencia en la saliva de los parásitos de sustancias que producen reacciones desproporcionadas en los animales sensibles. Un perro alérgico se lame las patas, se rasca la cara y axilas, puede presentar infecciones en los oídos y en los ojos, y es habitual observar un engrosamiento de la piel. Además, la picadura de una sola pulga puede desencadenar lesiones más o menos graves debidas al agresivo rascado que se produce el animal alérgico. Hay que tener en cuenta que todos los perros pueden convertirse en alérgicos a las pulgas y que la reiterada exposición a ellas favorece este hecho. El tratamiento de estas alergias exige gran dedicación, y no son raras las recaídas, por lo que en los pacientes sensibles, sobre todo, es prioritario prevenir a la reinfestación.

Dipylidium caninum. (Foto: CDC's Division of Parasitic Diseases (DPD))

Dipylidium caninum. (Foto: CDC’s Division of Parasitic Diseases (DPD))

Las pulgas transmiten otros parásitos

La pulga es transmisora de la dipilidiasis, una enfermedad causada por la tenia endoparásita Dipylidium caninum. La transmisión se produce de la siguiente manera:

  • Los excrementos de los perros portadores de este gusano contienen proglotis, que son fragmentos de la tenia con huevos en su interior, y cuya forma recuerda la de las pepitas de calabaza.
  • Esos huevos son ingeridos por larvas de pulga y se desarrollan en ellas.
  • Al combatir a mordiscos a las pulgas que la irritan, la mascota tragará junto con ellas los huevos de la tenia, lo que provocará la dipilidiasis.

Por ello es importantísimo tratar de manera profiláctica frente a Dipylidium con un antiparasitario interno a todos los perros a los que se hayan diagnosticado pulgas.

Pérdidas de sangre producidas por infestaciones masivas

Al tratarse de insectos hematófagos, succionan sangre del animal parasitado para alimentarse. Un perro joven o de raza pequeña infestado masivamente puede desarrollar una grave anemia, que en casos extremos puede resultar mortal.

6 enfermedades que transmiten las pulgas a las personas

Aunque las diferentes especies de pulgas suelen preferir a los animales como hospedadores, también pueden picar a los seres humanos cuando tienen necesidad de alimentarse. Sin embargo, el mayor problema no son las molestas picaduras, sino las graves enfermedades que pueden transmitir al acceder con su aparato picador a las venas de las personas.

  • No es extraña su aparición en niños pequeños cuando han tenido contacto con mascotas infestadas. La aparición de restos del gusano en las heces de los niños alarma tanto a los hijos como a sus padres.
  • Enfermedad típica de países mediterráneos de la cual el perro es un importante reservorio. Se manifiesta con fiebre, dolores de cabeza, articulares y musculares. En las personas es especialmente seria, ya que produce hemorragias generalizadas que pueden ocasionar la muerte.
  • La pulga del gato es transmisora de Bartonella henselae, la bacteria causante de la grave enfermedad por arañazo de gato y otras patologías graves.
  • Produce fiebre, aletargamiento y fístulas purulentas, entre otros síntomas.
  • Transmitida por una especie de pulga poco común entre los animales domésticos, en personas causa cefalea, escalofríos y fiebre.
  • La pulga Tunga penetrans, que se encuentra en las regiones tropicales y selváticas de América, África y Asia, excava la piel y se aloja en los tejidos subcutáneos, produciendo dolor y una enfermedad debilitante.

No todas las mascotas con pulgas se rascan

Cuando una pulga pica a un perro inyecta su saliva, que tiene propiedades anticoagulantes, para evitar que se cierre la herida y seguir alimentándose. Sólo en los perros sensibles a la saliva de las pulgas se desencadena una irritación que provoca el rascado. Por eso, los animales que no estén sensibilizados frente a esta sustancia, no se rascarán.

En los gatos, la acción del rascado no es tan aparente como en los perros. Muchas veces es el lamido lo que los felinos utilizan para aliviar su comezón. Si al preguntar al propietario nos dice que su gato se lame más de la cuenta, hay que investigar la posible presencia de pulgas.

Extraído de: Redacción Ateuves. ¿Por qué hay que temer a pulgas y garrapatas? Ateuves 2, pp. 28-32.

Infestación por pulgas en un gato

A veces, los gatos en lugar de rascarse lo que hacen es acicalarse de forma compulsiva, lamerse para aliviar el picor que les producen las pulgas. (Foto: Jennifer Leigh – CC BY 2.0)

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  1. Pingback: Cuando un perro con pulgas llega a la peluquería - especiesPRO | publicación para comercios de animales de compañía

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