Los premios, golosinas o snacks son un complemento alimenticio que se suele ofrecer a las mascotas entre horas. Sin embargo, bien utilizadas pueden convertirse en una herramienta indispensable para el adiestramiento de los animales.

También pueden utilizarse para administrar medicamentos ocultos en ellas, como ya os contamos en este artículo de nuestra web.

Los cachorros, al igual que los bebés humanos, tienen que aprender a vivir en sociedad. Para ello deben recibir unas normas básicas de comportamiento que les permitan tener buena relación con su entorno. Las palabras cariñosas, las caricias y los juguetes son premios muy eficaces que facilitan la labor de adiestramiento de la mascota. Sin embargo, y sobre todo cuando el animal es todavía un cachorro, las golosinas, bocaditos o snacks son una ayuda indispensable que siempre dan resultado. La mejor manera de que un perro entienda lo que se quiere de él es con un trozo de comida: hay que esconder una golosina en el interior de la mano y moverla al mismo tiempo que se dan las órdenes verbales. En cuanto el perro entienda la orden y la cumpla hay que darle el premio.

A medida que el perro crezca y vaya aprendiendo a obedecer nuevas órdenes los premios alimenticios se pueden ir sustituyendo por otros como caricias, paseos por lugares que le gusten o juguetes. En este sentido, se están popularizando en el mercado unos juguetes que combinan diversión y alimentación y que a las mascotas les entusiasman: los kong.

¿Qué es un juguete kong?: Los juguetes kong están fabricados con una goma muy resistente (para cachorros es algo más blanda) y tienen un agujero que se puede rellenar con alimento o un snack. También se puede utilizar una pasta kong especial, aunque es mejor combinarla con las golosinas para que no se desparrame y deje el suelo pegajoso. Muchos de estos juguetes incluso se pueden congelar, lo que aumenta la dificultad para conseguir la recompensa y, con eso, la duración de la diversión.
Estos juguetes, además de ser una gran ayuda en el adiestramiento, pueden mantener entretenido al perro durante horas hasta que consiguen sacar la golosina de su interior. Igualmente, tienen la cualidad de rebotar en el suelo de forma impredecible del mismo modo que haría una presa en su medio natural; así, el perro debe agudizar su ingenio para capturarlo.
Por otro lado ayudan a mantener sanas las encías del animal y lo distraen de morder las patas de la mesa o los faldones de las cortinas.
No sólo hay modelos para perros, también existen para gatos y hurones. Así pues, las posibilidades de estos juguetes son prácticamente inagotables.

Por otra parte, las golosinas no sólo sirven para trabajar con cachorros sino también con animales más maduros. A veces, las mascotas que llegan a casa ya son adultas y arrastran comportamientos inapropiados, como ensuciar la casa o mordisquear los muebles. En estas situaciones también se puede aplicar el adiestramiento en positivo con señuelos de comida.

Ejemplo de adiestramiento de perros con premios

En primer lugar, hay que encontrar el momento adecuado. Por lo general suele ser cuando el perro tenga algo de hambre ya que estará más despierto y responderá mejor a los señuelos de comida.

Si hay que enseñarle a acudir cuando lo llamamos lo ideal es colocar al perro en una habitación tranquila, sin distracciones. El propietario, de pie a corta distancia, le muestra la golosina de su mano, llama al perro por su nombre y le dice: “ven”. Nunca hay que llamar al perro para darle una reprimenda puesto que entonces asociará el acercamiento con algo desagradable.

Cuando el cachorro acuda hay que felicitarlo verbalmente con mucho entusiasmo, acariciarlo y darle inmediatamente la golosina; el comportamiento recién aprendido se ve reforzado si la recompensa es inmediata.

Si lo que se quiere es que el perro acuda con rapidez no hay que actuar después de las respuestas lentas. Se repite el ejercicio hasta que el perro se aproxime rápidamente y entonces se le premia con el snack.

En algunos casos será conveniente no ofrecerle el bocadito más sabroso, ya que el perro podría tener más interés en la recompensa que en obedecer la orden.

Ventajas de los premios: Las técnicas de adiestramiento con premios alimenticios son, sin duda, mucho más efectivas que las que utilizan castigos. Ante un delicioso bocadito el perro aprende de manera fácil y rápida. Los gritos o castigos físicos desmotivan al animal y además pueden hacer que rehúya el contacto con su propietario.
Por otro lado, se refuerzan los vínculos positivos entre la persona y la mascota. A veces los propietarios no son muy expresivos a la hora de conceder sus elogios, sin embargo, una golosina le transmite al perro satisfacción sin necesidad de palabras ni gestos.

¿Las golosinas engordan?

Un perro engorda cuando come demasiado. Como ya hemos señalado antes, los bocaditos son un complemento alimenticio, nunca la base de la dieta, y se deben utilizar con moderación.

De todas maneras, si el propietario está muy preocupado por este problema puede medir diariamente la ración de comida que le da a su perro y quitar una pequeña porción mientras dure el adiestramiento. Otra posible solución es aumentar el ejercicio físico.

Por otro lado, el contenido calórico de muchas golosinas es bajo para evitar, precisamente, problemas de obesidad.

Tipos de premios para perros y otras mascotas

Actualmente, la lista de golosinas disponibles en el mercado es amplia y muy variada: galletitas con sabor a pollo, queso o buey, con forma de bola, pescado o huesito, barritas para mascar, etc. Su fórmula nutricional suele ser bastante equilibrada, sin embargo, el primer argumento para no utilizarlas como alimento exclusivo no es su precio, sino su composición, que no es la adecuada como ración de base.

Algunas marcas comerciales ponen a la venta productos en un formato muy útil para utilizar durante el adiestramiento: contienen golosinas de pequeño tamaño y en cantidad abundante, ideales para el inicio del aprendizaje cuando es necesario repetir en varias ocasiones las órdenes y no sería saludable dar trozos de comida muy grandes.

No suelen contener colorantes ni conservantes, ni sustancias que puedan producir alergias a las mascotas.