¿Existen las serpientes devoradoras de hombres?

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Las serpientes en general no tienen muy buena fama y se les atribuyen acciones que poco tiene que ver con la realidad. Si algún propietario crédulo te cuenta que una serpiente intentó comerse a un conocido, en este breve artículo te explicamos cómo desmontar ese mito.

Se mire por donde se mire, las serpientes siempre tienen las de perder. Son frías, resbaladizas, se arrastran por el suelo, sacan la lengua y tienen muy pocas características que, aunque sea evolutivamente hablando, nos acerquen a ellas. Desde que engañó a la mujer en el jardín del Edén y le hizo comer del fruto del árbol del conocimiento del bien y del mal, la serpiente fue maldita y condenada a vivir a ras de suelo, lejos del contacto humano y, lo que es peor, de su afecto. Por lo tanto no es extraño que el imaginario colectivo se sirva de estos animales para alimentar sus más aterradoras leyendas.

Desde la ya citada serpiente del Edén pasando por el áspid que segó la vida a Cleopatra hasta la astuta Kaa de El Libro de la Selva, no ha habido ofidio bueno; por definición, todos son seres sanguinarios que sólo sacian su apetito y sed de venganza cuando pueden hincarle el diente a un ser humano (no importa que el animal en cuestión sea herbívoro o más pequeño que un espagueti).

En relación a esto último existe, una leyenda urbana que afirma que algunas serpientes se tumban durante varios días en la cama al lado de su dueño para tomarle las medidas y después comérselo.

La historia no da más detalles pero es de suponer que tales serpientes serán de tamaño “grande”, hablando en términos sencillos, y de las que matan por constricción o asfixia. Pues bien, las serpientes “grandes” tipo boas, pitones o anacondas no suelen andar sueltas por casa porque son tropicales y necesitan tener unas condiciones ambientales adecuadas, entre ellas una temperatura elevada. Algunos ejemplares de pitones o anacondas se pueden encontrar en terrarios particulares, pero son tan agresivas que difícilmente se les dejará la puerta de su jaula abierta para que campen a sus anchas. Además si tienen hambre se abalanzarán directamente sobre la presa sin detenerse en menudencias como tumbarse en la cama y tomar las medidas de su futuro alimento. Por otro lado, ¿por qué ha de pasar un tiempo entre calcular las medidas y comerse a la persona? Si el tamaño satisface al animal lo más probable es que el ataque sea inminente ¿no?

Serpientes constrictoras

Serpientes devoradoras de hombresAnacondas, boas (ambas de la familia Boidae) y pitones (familia Pythonidae) se encuentran entre las serpientes de mayor tamaño del planeta. Una hembra de anaconda puede medir entre 5 y 7 m y pesar 80 kg. Matan a sus presas enroscándose alrededor de su cuerpo y apretando. La víctima muere por asfixia ya que con la inmensa fuerza de su cuerpo la anaconda ejerce una tremenda presión que impide la respiración.

Récord de tamaño

Hasta ahora la serpiente más grande del mundo es una pitón hallada en 2005 en Curugsewu, un pueblo de la isla de Java: medía 14,85 metros y pesaba 447 kg. El récord anterior también corresponde a una serpiente del mismo género descubierta igualmente en Indonesia en 1912 y que medía 9,75 metros.

Las anacondas, por su parte, alcanzan una talla de más de 9 m de largo y pueden llegar a pesar casi 300 kg. En cuanto a su circunferencia puede ser el doble de la pierna de un ser humano o bien el tronco, es decir unos 115 cm. Es vivípara y sus crías al nacer superan el metro de longitud y pesan 2 kilos. Como vemos, todo lo relacionado con estas serpientes es enorme.

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