A pesar de ser una patología grave, el diagnóstico precoz, los protocolos de tratamiento adecuados y los nuevos métodos de prevención constituyen nuevas armas contra la leishmaniosis.

Tratamiento

La mejoría en las técnicas de diagnóstico y la aparición de nuevos medicamentos han permitido que en muchos perros que padecen leishmaniosis, desaparezcan los síntomas clínicos y disminuyan las recidivas de la enfermedad.

Es importante hacer saber al propietario que el tratamiento es largo y a veces no se logra la curación del animal.

Los tratamientos recomendados son la combinación de N-metilglucamina o miltefosina con alopurinol, según la pauta recomendada por el veterinario. Es muy importante controlar y monitorizar a los perros durante y después del tratamiento.

Prevención

Dos medidas han resultado efectivas en la prevención de la leishmaniosis:

Insecticidas repelentes: los insecticidas derivados de las piretrinas, en especial la deltametrina, tienen un efecto repelente sobre el flebotomo evitando su picadura y la transmisión de la Leishmania. Son insecticidas poco tóxicos y bastante estables que se encuentran solos o asociados a otros productos insecticidas, en forma de collares, pipetas o aerosoles. En el caso del collar, la protección comienza a partir de la primera semana y dura seis meses. Las pipetas tienen un efecto más rápido (24-48 horas), pero su duración es menor y deben aplicarse cada 3-4 semanas. En el caso de los aerosoles el efecto es inmediato, pero tiene corta duración.

Vacunas: en la actualidad existen dos tipos de vacuna contra la leishmaniosis, la vacuna tipo FML, que solo se comercializa en Brasil, y la tipo LiESA-MPD, que pronto se comercializará en Europa. Estas vacunas presentan una eficacia de protección frente a la Leishmania del 80-90 % y además, como inducen una fuerte respuesta inmunitaria, pueden servir como tratamiento de la enfermedad. En los lugares donde se ha utilizado, incluso ha descendido la incidencia de leishmaniosis en las personas.

Protección

Aunque ninguna medida de protección es efectiva al 100 %, conviene aplicarlas en la medida de lo posible.

– Hay que evitar pasear al perro al amanecer y anochecer, que son los momentos de máxima actividad del flebotomo, en los meses de mayor riesgo, es decir, desde el comienzo de la primavera hasta finales del otoño.

– Se deben colocar telas mosquiteras en las ventanas y puertas de la casa.

– Es conveniente aplicar algún producto repelente de mosquitos sobre los animales.

Extraído de: Ana Ríos Boeta. Actualización en leishmaniosis canina. Ateuves 33, pp. 20-26