Los persas son una de las razas felinas más popular en España. También lo son en Francia y Estados Unidos. Así pues, es muy común que estos gatos lleguen a nuestras consultas. Su especial anatomía facial, sobre todo en las líneas con prognatismo más marcado, hace que sufran algunos problemas con mayor frecuencia que otras razas. Además pueden presentar ciertas enfermedades genéticas de importancia, que conviene tener en cuenta.
1 Los persas tienen predisposición a sufrir rinitis crónica como consecuencia de la conformación de la nariz. Incluso se produce dificultad inspiratoria cuando las aletas de la nariz son tan estrechas que tapan los orificios. 2 Presentan con frecuencia problemas oculares como exoftalmos (el ojo “no cabe” dentro de su órbita) y, consecuentemente, sequedad y posibles ulceraciones de la córnea. Así mismo, los animales con la nariz más plana suelen tener los conductos lagrimales deformados; las lágrimas se derraman fuera del ojo y dejan la típica mancha sobre la piel entre el ojo y la nariz. 3 Tienen tendencia muy marcada a que se les formen nudos en el pelo si no se les cuida con asiduidad. Los más propensos son los persas blancos. 4 La enfermedad poliquística renal o PKD (policystic kidney disease) es una dolencia hereditaria incurable ligada a ciertas líneas raciales. Se forman multitud de quistes en los riñones (que quedan totalmente inutilizados), causando la muerte al gato. 5 La predisposición a la displasia de cadera es común a todas las razas felinas de tamaño grande. 6 Los trastornos sanguíneos pueden afectar a esta raza. Pueden tener grupo sanguíneo B con cierta frecuencia (hasta un 20%), lo cual los expone a sufrir problemas en el caso de recibir transfusiones, y también a que se dé isoeritrolisis neonatal felina (si la madre es del grupo A, el gatito ingiere con el calostro anticuerpos anti-grupo B, que atacarán a sus propios glóbulos rojos). 7 Por lo que respecta a los problemas digestivos, pueden aparecer tricobezoares (bolas de pelo en el tracto digestivo que pueden llegar a obstruirlo) por ingestión de pelos con el acicalado. Las líneas con marcado prognatismo suelen tener problemas de masticación y aprehensión del alimento, que también causan trastornos en la digestión. 8 El animal con manosidosis tiene una deficiencia enzimática que le produce anomalías en la retina y en el esqueleto, así como problemas neurológicos. No es habitual.- Cuatro siglos con nosotros
- El gato persa actual apareció en Inglaterra durante el siglo XIX, fruto del cruce entre el gato persa azul y el angora turco blanco. Pero los gatos persas fueron introducidos en
Europa durante la primera mitad del siglo XVII por Pietro del Valle, un aristócrata romano que viajó por Asia Menor y Persia.
Quedó admirado por la belleza de los gatos nativos
de la provincia persa de Khorassan (actualmente en territorio iraní), y se trajo ejemplares con él a su vuelta.