La piel es un órgano metabólicamente activo que tiene grandes requerimientos de proteína y otros nutrientes. Cualquier cambio o anormalidad tanto en la piel como en el pelaje de la mascota puede indicar un estado patológico o carencial, y en la mayoría de los casos, refleja que sus necesidades nutricionales no están cubiertas.
Los médicos veterinarios por lo general no pasan por alto las preguntas relativas a la alimentación de los animales, puesto que hoy en día se conoce a la perfección la relación entre una buena nutrición y la prevención de enfermedades. La piel, que es el órgano más extenso del cuerpo, no escapa a las manifestaciones patológicas que son producto de carencias nutricionales y muestra una importancia relevante si conocemos que sólo cerca del 4 % de cada latido bombeado del corazón con nutrientes va destinado a ella. Por lo tanto, es una pequeña cantidad de nutrientes la que recibe producto del riego sanguíneo, viendo el vaso medio lleno, esto se traduce en una gran ventaja, ya que las disminuciones de nutrientes en la dieta y los signos de deficiencia se podrán notar con facilidad en este amplio y visible órgano.
La enfermedad de la piel de origen nutricional puede producirse por exceso, ausencia o incorrecto equilibrio de los componentes del alimento y provoca respuestas del organismo con algunas manifestaciones clínicas que son detectadas por el propietario o el médico veterinario. Estas lesiones suelen incluir descamación, costras, alopecia, piel grasa con o sin prurito (picazón, escozor) pelo con escaso brillo o áspero, etc.
Es un hecho que la aparición de los perros y los gatos sobre la Tierra no se produjo al mismo tiempo que los alimentos equilibrados para animales. También es un hecho que con la tecnología hemos logrado conocer los requerimientos específicos necesarios para suministrar nutrientes que en estado natural ellos podrían o deberían consumir. Actualmente, en la mayoría de las empresas de producción de piensos, se cumplen altos estándares de calidad y satisfacción del cliente. Cosa que no es de extrañar puesto que para una compañía de producción de alimentos lo importante es vender el producto y solo lo compra quien está satisfecho y siente que recibe calidad por su dinero. A su vez, esto se consigue cuando lo proporcionado a esa mascota brinda salud a largo plazo. Y todo esto ¿para qué? Pues porque si estas condiciones se cumplen se garantizará un comprador de por vida, y estamos hablando de no menos de ¡10 años comprando un producto específico! Así pues, el primer interesado en que perro y gato reciban la mejor nutrición posible es la misma compañía de alimentos.
El alimento ideal
Un alimento básico ideal debería cumplir las siguientes características:
- Cubrir los requerimientos del animal (que no esté ni extremadamente flaco, ni obeso).
- Ser palatable (que al animal le guste y se lo coma).
- Ha de ser procesado por el sistema digestivo del animal de la mejor manera posible de modo que las heces sean normales: entiéndase como normal que no sean líquidas o pastosas (exceso de agua), ni extremadamente duras o secas (retraso en la motilidad intestinal).
- Como consecuencia de su ingestión, la piel y el pelo de la mascota serán brillantes. Pero para lograr esto son imprescindibles algunos elementos: proteínas, ácidos grasos, vitaminas A, D, E y minerales como el cinc y el selenio.
Deficiencia de proteínas
El pelo está compuesto en su mayoría por aminoácidos (95 % proteínas) y la piel necesita para su proceso de recambio entre el 25-30 % de las necesidades diarias del animal en consumo proteico. Dicho de otra forma, con matemáticas y sin complicarlo con muchos detalles: si tenemos 100 g de un alimento con un 22 % de proteína, 22 g son proteína; de esos 22, entre 5,5 y 6,6 g de forma exclusiva van a ser para la piel. Una dieta adecuada en proteínas también es necesaria para garantizar la cicatrización y la buena curación en caso de heridas.
Las deficiencias de proteína pueden producirse por alimentar a los perros o gatos con dietas bajas en proteína o que sustituyen las de origen animal con proteínas de origen vegetal (para abaratar costes). Sin embargo, las dietas comerciales actuales son bastante altas en estas macromoléculas, por lo cual la deficiencia proteica es rara.
Deficiencia de ácidos grasos
Existen otras deficiencias importantes como son las de ácidos grasos. La función de estas sustancias es la de proporcionar energía, además de ser necesarias para la absorción de vitaminas. Las grasas importantes en este aspecto comprenden:
- El ácido linoleico, que actúa como componente fundamental de la barrera epidérmica y es uno de los responsables de su mantenimiento. Su ausencia aumenta la pérdida de agua transepidérmica. También está relacionado con las alergias ambientales que padecen algunas mascotas.
- El ácido araquidónico es el responsable de la proliferación de las células de la piel y se debe suministrar en la dieta de los gatos porque son incapaces de sintetizarlo por su cuenta. Ha estado muy de moda la suplementación con mezclas de ácidos grasos omega-3 y omega-6. La cantidad de marcas y presentaciones en el mercado es grande y se usan con mucha frecuencia por sus propiedades antiinflamatorias, en diversas proporciones. Sin embargo, su éxito aún es controvertido y no dejan de generar dudas al usarse, ya que muchos profesionales no consiguen una respuesta exitosa o diferencias realmente notables durante su administración. Creo que deben hacerse muchos más estudios controlados al respecto para evaluar su verdadera eficacia.
Las deficiencias en ácidos grasos en los alimentos comerciales son más frecuentes, en especial, en los secos, en comida que ha sido mal almacenada a temperaturas elevadas (zonas tropicales o verano) y en alimentos con conservantes en mal estado que pueden provocar que las grasas se vuelvan rancias. Los animales que han recibido una dieta con escasa calidad y cantidad de ácidos grasos muestran signos físicos tras varios meses de consumirla (no tiene un efecto inmediato). Uno de los primeros signos observados es una descamación fina y una pérdida del brillo del pelo, eventualmente la piel se adelgaza, se torna grasienta especialmente en áreas como las orejas, los pliegues cutáneos y los espacios interdigitales que luego sufren inflamaciones por infecciones bacterianas secundarias o levaduras, lo cual va a complicar los cuadros.
Deficiencia de vitaminas y minerales
Las vitaminas y los minerales también son componentes importantes para mantener la piel en buen estado.
La vitamina A es la responsable en parte de la maduración de la piel desde la base hasta su desprendimiento producto del recambio celular normal. Algunos Cocker Spaniel pueden mostrar mejoría en casos de seborrea intensa tras la suplementación con vitamina A.
Una deficiencia mineral muy conocida es la deficiencia de cinc. Sus signos incluyen una disminución del apetito, que está asociada con una disminución del sentido del gusto y el olfato. Su deficiencia prolongada puede provocar pérdida de peso, cierre incompleto o deficiente de las heridas, conjuntivitis e inflamación de la piel con áreas rojizas y pérdida de pelo en parches.
En los Husky este trastorno se ha descrito con frecuencia y el tratamiento consiste en una suplementación con cinc oral.
- Otras deficiencias
- Otras deficiencias bien conocidas son las siguientes:
• Riboflavina (vitamina B2): piel seca y/o enrojecida.
• Niacina: prurito.
• Biotina: seborrea seca, alopecia.
• Fósforo: pelo opaco y duro.
• Cobre: despigmentación del pelo.
Los suplementos
Muchos propietarios creen que deben suministrar suplementos alimenticios a sus mascotas y, de hecho, así lo hacen. Sin embargo, es el veterinario el que debe decidir la conveniencia o no de dichos suplementos. En algunos casos, los estudios no demuestran su eficacia y, de todas maneras, son innecesarios en las mascotas que consumen alimentos de calidad.
Conclusión
Un maestro en una cátedra de la universidad dijo una vez: “Las vitaminas se compran en el supermercado, no en la farmacia”. Creo que esta persona conocía bien la frase de Hipócrates: “Que la medicina sea tu alimento y tu alimento tu medicina”. ¿Que el pienso sea la medicina y la medicina el pienso? Está por verse.
Extraído de: Javier Dlujnewsky, Los nutrientes que la piel necesita, Ateuves nº 57, págs. 14-16.