Alteraciones alimentarias del cachorro

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Los perros más jóvenes son los que presentan mayor predisposición a sufrir alteraciones gastrointestinales.

El apetito y la saciedad son dos sensaciones reguladas directamente por el sistema nervioso central tras la recepción de diversas informaciones desde distintos puntos del organismo del animal. Cuando el estómago se encuentra vacío, unos receptores de presión localizados en las paredes digestivas lo perciben y envían la información, que es procesada y desencadena una respuesta: la búsqueda de alimento.

Mi cachorro no come nada

Cuando el cachorro es un recién llegado o existen otros animales dominantes, la falta de apetito viene provocada por causas no orgánicas.

En el primer caso daremos el tiempo suficiente al animal para que se adapte a su nuevo entorno. En caso de que exista competencia intentaremos poner varios comederos en lugares separados, incluso a distintas alturas en el caso de los gatos.

Si un cachorro se muestra inapetente de manera continuada podemos sospechar que existe una patología orgánica causante de este desajuste. Existen innumerables patologías que provocan falta de interés por el alimento en un cachorro, como pequeñas alteraciones de las vías respiratorias altas que taponen su nariz, dado que los animales estimulan su apetito fundamentalmente por el olfato.

Finalmente, no debemos olvidar que un animal puede no comer adecuadamente porque la calidad del producto o su estado de conservación no sea el más adecuado. En estas circunstancias el alimento no será apetecible para su consumo.

¿Qué pautas de alimentación existen y en qué caso deben usarse?

  • Alimentación a libre disposición: disponemos la cantidad diaria de alimento en una sola vez. Sólo debemos emplear esta opción en perros que se regulan bien y jamás en animales ansiosos; es la forma adecuada de alimentar a los gatos.
  • Restricción de la cantidad: disponemos la cantidad exacta de alimento que el animal deberá comerse en cada toma; esto se realiza el número de veces necesario para administrar la cantidad de alimento diario.
  • Restricción del tiempo: disponemos el alimento un tiempo concreto (no más de diez minutos). Es muy útil emplear esta opción en animales que no aceptan el alimento (animales caprichosos) ya que conseguiremos estimular el interés por su ración.

Mi cachorro es un tragón

Este tipo de problema puede ser debido a varias circunstancias entre las que se debe prestar especial atención al aburrimiento.

También existen animales que consumen habitualmente un alimento de baja calidad y, para cubrir plenamente sus necesidades, necesitan ingerir más cantidad.

Si estamos ante un animal ansioso, debemos aconsejarle a su propietario que no le deje la comida a libre disposición, sino que se la reparta en varias tomas diarias (restricción en tiempo) y controle las cantidades según las recomendaciones del fabricante y del veterinario (restricción en cantidad).

En cualquier caso, la alimentación a libre disposición en cachorros de perro no debería utilizarse hasta que el animal alcance al menos el 90% de su peso de adulto.

En el caso del animal ansioso por culpa del propietario, debemos hacerle entender que el “cariño mal entendido”, aquél que le hace compartir alimentos con el perro u ofrecerle continuos e innecesarios “picoteos”, es una de las principales causas de la ansiedad de su mascota. Esta inadecuada actitud provocará en el animal no sólo alteraciones digestivas u obesidad, sino problemas de comportamiento.

Cómo adecuar el comedor del cachorro

Además de aconsejarles en la elección del alimento de su cachorro, es importante que les recomendemos a nuestros clientes los siguientes puntos:

  1. El espacio del que dispone el cachorro para comer debe ser siempre el mismo. No cambiaremos esta ubicación a no ser que sea necesario.
  2. Es recomendable que esté en un lugar de fácil acceso, y que no sea de paso para que el cachorro coma tranquilo.
  3. Es importante que mantengamos siempre los recipientes limpios, que estén sujetos o pesen para que no vuelquen con facilidad, y que tengan debajo una alfombra o papeles para facilitar su limpieza.
  4. Deberemos tener especial esmero con el agua: hay que procurar que no le falte y que esté siempre limpia y fresca.

Extraído de: Carlos Rodríguez, Necesidades nutricionales del perro y el gato en crecimiento, Ateuves 4, pags. 16-20.

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