El ciclo sexual de la gata

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¿Cuáles son las particularidades del ciclo sexual de la gata? Las hembras de esta especie doméstica alcanzan la pubertad y salen por primera vez en celo normalmente entre los 6 y los 9 meses de edad. Generalmente son más precoces las razas de pelo corto, como la siamesa (que puede presentar el primer celo a los 4 meses), y más tardías las de pelo largo, como la persa (hasta los 15-17 meses).

Resulta imposible planificar el momento exacto de aparición de los celos en las gatas, pero su presentación está íntimamente relacionada con el lugar donde vive la hembra. El factor que más influye es la variación de la luminosidad ambiental, siendo necesarias como mínimo 12 horas de luz para que aparezca el celo. La mayor parte salen de forma natural cuando los días se hacen más largos (desde finales de invierno hasta principios de verano). Sin embargo, esto sólo se aplica a las gatas que viven en libertad, ya que las que habitan en casas reciben unas horas de luz artificial más o menos constantes, y por ello pueden presentar celos durante todo el año, sobre todo las siamesas. En zonas tropicales también desaparece la estacionalidad.

Producción de feromonas en la gata

Las feromonas que producen las gatas en celo ayudan a inducirlo en otras hembras cercanas.

Las gatas en celo producen una sustancia volátil que es eliminada en la secreción vaginal (feromonas) que ayuda a inducir el celo en otras gatas cercanas, por lo que no es raro que varias hembras que vivan juntas se coordinen para presentarlo a la vez. Aún así existe una enorme variabilidad individual en la estacionalidad reproductora de la gata, y cada ejemplar tiene su propio ciclo sexual.

La duración de los celos en las gatas

La gata es una hembra poliéstrica estacional (presenta varios celos repetidos en su estación reproductiva). Existe una diferencia fisiológica esencial con la especie canina, pues la perra presenta un celo separado del siguiente por un descanso sexual total de seis meses, aproximadamente.

La gata, sin embargo, mientras dura la estación de actividad sexual (unos 6-7 meses en España) tiene una sucesión ininterrumpida de celos. Cada uno viene a durar unos 7 días, y pueden repetirse cada 10 o 15 días.

Manifestaciones del celo

Como en la perra, las dos primeras etapas (proestro y estro) son las que popularmente se denominan “celo”. A diferencia de la perra, la gata no presenta un enrojecimiento y aumento de vulva aparente, y tampoco hemorragia, pero aún así es fácil reconocer cuándo está en celo por su comportamiento.

En el proestro, que dura 1 o 2 días, el animal aumenta su ritmo de actividad y presenta mayor apetito. La gata se muestra más tolerante con respecto al macho, pero todavía no acepta la monta. A veces manifiesta marcaje territorial con orina, y durante esta fase comienza a emitir maullidos, altos y breves, llamando a los gatos.

Se muestra más afectuosa con sus dueños, adopta posturas y giros característicos y se frota contra objetos y personas de su entorno. Estos frotamientos se producen sobre todo con la cara y el cuello, y se realizan para marcar su entorno con unas glándulas cutáneas que posee en la cabeza. Algunas gatas en celo se muestran más cariñosas con las personas del género masculino.

El estro suele durar unos 6 días (aunque puede alargarse hasta los 10). En esta fase la gata acepta al macho. Una vez ha sido cubierta, el celo desaparece a las 24 horas de manera repentina. Los signos externos son similares a los del proestro, pero más marcados. El animal se contorsiona exageradamente, emite maullidos más fuertes y profundos, sobre todo por la noche, pega el pecho y el vientre al suelo mostrando los genitales, demanda mayores muestras de afecto de sus propietarios y pasea entre las piernas de la gente. Puede perder el apetito y orinar con más frecuencia.

Si no hay apareamiento, la gata entra en la fase de metaestro (más larga y diferenciada que en la perra), que se corresponde con el corto periodo de inactividad sexual hasta el siguiente celo. Si se ha producido la cubrición pero la hembra no ha quedado preñada, entra en fase de diestro, que se extiende durante aproximadamente 45 días. El diestro sólo se da si se ha producido la ovulación.

El anestro es la etapa de inactividad sexual hasta la siguiente estación reproductiva.

Las fases del ciclo sexual de la gata

  • 1-2 días
    La gata presenta una conducta cada vez más afectuosa o agresiva hacia sus dueños, maúlla y disminuye su hostilidad hacia los machos.
  • 6 días
    Aumentan los maullidos, la hembra mantiene la cola hacia un lado y acepta la monta.
  • 8-15 días
    Es el tiempo sin actividad sexual entre un celo y el siguiente. Si la gata ha sido cubierta y ha ovulado pero no ha quedado gestante, entra en diestro, que tiene una duración de 45 días.
  • 60-120 días
    Etapa de inactividad sexual entre estaciones reproductivas.

La ovulación en la gata

A diferencia de otros mamíferos, donde se produce una ovulación espontánea durante el ciclo, en la gata es necesaria una estimulación del cuello uterino (como sucede durante el apareamiento) para que tenga lugar. Éste es el motivo por el cual la gata presenta un nuevo celo al cabo de unos días si no ha sido cubierta. Si el acoplamiento se ha producido, la ovulación sobreviene a las 24-48 horas. La cantidad de óvulos liberados dependerá del número de coitos que hayan tenido lugar durante ese último celo. A veces vemos que hay gatas que pueden ovular por estimulación táctil de la zona lumbar, siendo el propietario y otras hembras quienes lo provoquen. El motivo de que una gata que no haya quedado gestante, a pesar de haber sido cubierta, no presente un nuevo celo hasta 45 días después se debe precisamente a que el coito ha desencadenado una serie de mecanismos hormonales que hacen creer al organismo de la gata que debe mantener una gestación, cuando en realidad no es así. Este fenómeno se conoce como pseudogestación.

El apareamiento en los gatos

A diferencia de lo que sucede en la perra, el momento del acoplamiento tiene poca importancia en la gata. La cópula de los gatos es muy rápida, sin apenas cortejo.

El macho se acerca lentamente a la hembra, por detrás o por un lado. Mediante un movimiento rápido le muerde por la piel del cuello para sujetarla, y a continuación la monta. La gata baja el pecho, eleva la pelvis, ladea la cola y golpea el suelo con las patas. Entonces el macho busca la vulva con movimientos de cadera e introduce el pene, eyaculando rápidamente. Al sentir la penetración, la gata chilla por el dolor que le causan las espículas que posee el pene del gato, e intenta desprenderse del macho, girándose y golpeándole. Una vez liberada, la hembra se revuelca y se lame la vulva obsesivamente, no aceptando al gato nuevamente hasta pasados 15 o 20 minutos.

Una única monta es, por lo general, insuficiente para que se produzca la ovulación, siendo recomendable que se produzcan tres o cuatro en el mismo día para garantizarla. Incluso hay propietarios que dejan a sus animales varios días juntos para el apareamiento.

Signos de celo en la gata

Las gatas en estro pegan el pecho y el vientre al suelo, mostrando los genitales.

Extraído de: Todo sobre el celo de la perra y la gata. Ateuves nº 3, pp. 20-29.

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