Las máscaras y los gritos pueden ser muy agobiantes para las mascotas, por lo que conviene tomar precauciones para tener un Halloween sin sobresaltos.
La costumbre de celebrar Halloween a la manera anglosajona se está extendiendo cada vez más por nuestro país y si bien puede ser muy emocionante para la familia el perro o el gato lo puede pasar fatal. Por eso es necesario que les recuerdes a los propietarios los posibles peligros que entraña esta fiesta para las mascotas y que les indiques cómo disfrutar de la noche sin sobresaltos.
Disfraces
No todas las mascotas disfrutan con los disfraces. Para asegurarse de que realmente está cómoda hay que hacer una prueba varios días antes de la celebración: que el animal huela y curiosee el disfraz antes de ponérselo. Se pueden utilizar golosinas para que lo asocie con una situación positiva. Si la mascota parece incómoda o asustada habrá que renunciar al disfraz o probar simplemente con un collar o un pañuelo un poco diferente.
Por otra parte, hay que asegurarse de que no lleve botones o piezas pequeñas que se puedan arrancar y tragar con facilidad (a nadie le apetece ir al veterinario de urgencias en esas fechas).
Timbres ruidosos
Si los niños del vecindario son muy insistentes, el ruido constante de los timbres de las puertas del rellano puede causar ansiedad a un animal que no esté acostumbrado. Para evitarlo sería conveniente intentar desconectar el timbre y, si eso no es posible, llevar a la mascota al lugar de la casa más alejado de la puerta y ofrecerle juguetes y golosinas.
Espacio seguro
A las mascotas ya de por sí asustadizas, Halloween no les favorece en nada. Así que lo mejor es preparar un rinconcito seguro, en una habitación tranquila, con sus objetos favoritos: su cama, sus juguetes, su manta, etc. Esto les ayudará a sentirse seguras.
Sustos innecesarios
Los sustos y las sorpresas son para las personas; no se debe dar sustos a las mascotas. Igualmente, si el propietario va a usar un disfraz o una máscara muy terrorífica conviene acostumbrar previamente a la mascota a su aspecto y no ponérsela justo el día de la fiesta.
Paseos nocturnos
Si el perro no responde bien a los disfraces, no le gustan los gritos o sufre con los destellos de luz, lo mejor es que su paseo no coincida con el momento de mayor efervescencia de la fiesta, cuando salen las personas disfrazadas.
Cuidado con los dulces
Comer dulces y chocolate puede causar como mínimo malestar intestinal a la mascota, pero lo más probable es que aparezcan vómitos o diarrea, por lo que hay que mantener las golosinas para personas fuera de su alcance.