La motivación en el personal de una clínica veterinaria debería ser una asignatura obligatoria para cualquier directivo, ya que una persona motivada va a hacerle ganar mucho más dinero que una desmotivada. A continuación veremos cuáles son los principales factores capaces de motivar o desmotivar.

Muchos de nosotros, dadas las circunstancias que nos rodean, nos podemos sentir un poco agobiados/estresados ya que la sensación es casa-trabajo, trabajo-casa y puede llegar a quemar mucho. El trabajo cara al público últimamente se nos hace más pesado y la gente en general quizá está un poco más irascible de lo normal. Nos toca lidiar con problemas que antes quizá se solucionaban con más ligereza que ahora. Como siempre sucede, en un equipo de trabajo no todo son los conocimientos, ni las aptitudes, sino sobre todo la actitud de los que nos lideran, de los compañeros y la nuestra propia.

Una responsabilidad del líder de la clínica

La motivación en el personal de una clínica veterinaria debería de ser una asignatura obligatoria para cualquier directivo, ya que una persona motivada va a hacer ganar mucho más dinero que una desmotivada. El líder debe conseguir que el equipo acepte responsabilidades que normalmente nadie cree que le corresponden. Este compromiso debe ser tanto interno con la empresa y resto de equipo, como externo.

Es algo lógico, pero si es tan lógico ¿por qué hay tantísimo fracaso y desmotivación en el sector? La falta de metas y de objetivos claros nos puede llegar a frustrar. Pero además, una mala gestión del personal o la poca formación de los directivos en este campo nos hacen fallar.

Estar estancado siempre haciendo las mismas cosas sin ningún tipo de reconocimiento puede volver loco a cualquiera, y nos puede hacer cometer además una y otra vez los mismos errores. También nuestro sector en ocasiones puede ser bastante estresante, pero jamás debemos permitir que nos cause un desequilibrio
emocional. Priorizar nuestra salud mental es algo fundamental y tenemos que sentirnos bien para poder tener un avance profesional. ¿No os parece?

Los 3 factores desmotivadores

Un equipo feliz es un equipo productivo, pero ¿qué aspectos nos desmotivan más a los ATV?

Falta de crecimiento personal y reconocimiento

Según las encuestas que hago en mi Instagram @carolnursevet, un 40 % de los ATV cree que no hay un crecimiento personal en su trabajo y se sienten poco valorados.

Mal ambiente

Un 70 % cree que una falta de crecimiento personal, o un mal ambiente de trabajo podría ser uno de los factores para poder dejar un trabajo.

Mala remuneración

En muchas de mis encuestas también hay ATV a los que no se respeta ni se les valoran sus turnos haciendo horas extras que no están remuneradas ni agradecidas. Lógicamente una mala remuneración y estar “fuera de convenio económicamente hablando” abundaba bastante en los comentarios.

Pequeños trucos para recuperar la motivación

Hay muchos factores que lógicamente no podemos cambiar porque no están en nuestras manos, pero sí que podemos, con algunos pequeños trucos, recuperar esa motivación extra que necesitamos para poder sobrevivir en nuestro día a día en una clínica:

1. Reflexiona y piensa hacia dónde te diriges

¿Qué es lo que quieres? Está en tu mano la decisión. ¿Estás realmente a gusto en tu puesto y con tus condiciones? ¿Puedes hacer más de lo que haces para estar feliz? Y cuando hayas respondido a estas preguntas apúntalas en un folio y fíjate unos objetivos a corto y largo plazo realistas. Debe ser algo que puedas cumplir, ya que si te pones unos objetivos muy altos en un corto periodo y no lo logras, caerás en una profunda insatisfacción personal y eso no nos interesa.

2. Comprueba cómo va el proceso

Motiva mucho ponerse pequeños objetivos e ir cumpliéndolos para así poder ir acercándote cada vez más al objetivo final. Y cada vez que logres uno de esos pequeños objetivos, ¡prémiate! Y si un día no consigues avanzar hacia tus objetivos, debes relativizarlo.

3. Rodéate de gente positiva, gente que sume y crea en ti

Rodearse de compañeros que te ayuden a mejorar es un subidón de energía positiva que no se paga con dinero. Aléjate todo lo que puedas de aquellos que solo te den pensamientos negativos; sin darte cuenta te contagian esa actitud y solemos ver los problemas mucho más grandes de lo que realmente son y no serás capaz a encontrarles solución.

4. Crea buen ambiente de trabajo

Intenta llevarte bien con el resto de compañeros (entiendo que a veces no está en nuestra mano el poder llevarnos bien, pero sí lo está el cómo nos lo tomamos, intenta verlo desde otra perspectiva y deja los malos rollos a un lado). ¡Haz equipo y tu motivación irá en ascenso, créeme!

5. ¡Prémiate!

Hazte autorregalos de lo que más te motive cuando hagas algo bien: unos bombones, una cena especial, un pequeño obsequio… cualquier cosa es válida para poder premiar tu esfuerzo y demostrar a tu mente que lo está haciendo bien.

6. Haz deporte

A mí esto es lo que más me cuesta, lo admito. Pero es algo que realmente nos viene genial: ejercitas el cuerpo y ayudas a despejar la mente para tenerla libre para otros proyectos.

Tipos de motivación

Cuando hablamos de motivación tenemos que distinguir entre la motivación intrínseca y la extrínseca.

¿Qué es la motivación intrínseca?

Se refiere al comportamiento impulsado por recompensas internas (nuestras, propias de cada persona). Las necesidades intrínsecas, como la satisfacción laboral y las relaciones humanas nos impulsan a dar lo mejor de nosotros mismos, un desafío nuevo o la curiosidad que nos puede causar un tema.

La motivación intrínseca en el entorno ATV, por ejemplo, es sentirse valorado en un equipo y que te tengan en cuenta. Algo muy importante como ya se ha mencionado. Colaborar con un miembro del equipo y ayudarlo no porque sea un requisito del trabajo sino porque nos gusta y nos motiva. El beneficio de hacer algo porque lo deseas hacer en vez de sentir que lo tienes que hacer probablemente propicie un trabajo de mayor calidad y felicidad a largo plazo.

¿Qué es la motivación extrínseca?

Esta motivación está más impulsada por recompensas o castigos externos y que no dependen de nosotros. Se puede basar en las recompensas, pero también en el miedo, siempre que haya una fuerza externa que impulse la motivación. Es decir, que a veces lo que motiva es evitar un posible castigo o buscar recompensas. Lo que queremos los ATV es que en nuestros trabajos se nos empoderen nuestras labores,
reconozcan el trabajo en equipo, se nos planteen nuevos desafíos y que se celebren con nosotros los logros de todo el equipo. Y más en estos tiempos en los que ya estamos un poco hartos de la COVID-19 y de las restricciones. No pongamos restricciones a nuestra motivación.