Son numerosas las ocasiones en las que tenemos que hacer una presentación en público, ya sea a compañeros del centro o bien a clientes. Debemos conocer las claves de la comunicación y controlar nuestros miedos para convencer a nuestra audiencia.
Cuando preparamos una charla todo nos parece importante y contar con mucha información es bueno pero debemos saber sintetizar; de lo contrario, corremos el peligro de aburrir al público o no conseguir que retenga la información esencial.
En la fase de preparación para hablar ante un grupo de personas intenta responderte a estas preguntas:
- ¿Cuál es el tema?
- ¿Cuál es la finalidad de la presentación?
- ¿A quién va dirigido?
- ¿Cuánto tiempo va a durar la presentación?
- ¿Con qué recursos cuento?
Para que el mensaje se comunique con claridad es imprescindible decidir cómo se repartirá la información y elaborar un guión en función del objetivo de la charla.
Pasos previos
1 Preparar a fondo el tema
Si conoces los productos o servicios de los que vas a hablar no podrán cogerte por ningún sitio. Hay que estar bien preparado.
2 Conocer al público
Es necesario saber a quién se va a hablar y adecuar el discurso; no es lo mismo hablar hacia un público joven de nuevos propietarios que dirigirse a un grupo de personas maduras con experiencia en mascotas. Sus preocupaciones a la hora de escuchar van a ser distintas.
3 Captar la atención
Antes de empezar es conveniente centrar el debate en tu persona; una buena táctica es mantener el contacto visual con el público.
4 Ordenar y estructurar el discurso
La exposición debe ser clara, con introducción, desarrollo y conclusión.
5 Brevedad y claridad
Utiliza palabras adecuadas y no te extiendas demasiado: “si breve, dos veces bueno”.
6 Vocalizar y entonar
Habla claro y despacio para que se entienda todo lo que dices y mantén un tono de voz que muestre tu ilusión por lo que expones.
7 Sonríe y relájate
Tu exposición es sobre algo que conoces bien, transmítelo con seguridad.
Comunicación verbal y medios de apoyo
Puedes transmitir una idea por frase o utilizar diversas frases para dar una idea, pero nunca comuniques varias ideas en una sola frase ya que puedes confundir o dificultar la comprensión.
Ten presente que la explicación debe basarse más en los receptores de la información y los objetivos de la charla que en las abstracciones. Por ello es preferible siempre utilizar un lenguaje concreto y evitar las ambigüedades y exageraciones. Restringe el uso de las muletillas, apoyos en los que te reafirmas en la comunicación con el público, y cuida el volumen, la vocalización y la entonación. La voz ayuda a mantener la atención de los oyentes y a enfatizar aquellos puntos destacables. Diapositivas, transparencias, gráficos, cuadros y documentación adicional pueden resultar una buena ayuda para mantener la atención y clarificar las ideas de quienes escuchan. Pero un mal uso puede provocar el efecto contrario. Es imprescindible conocer ese material y tenerlo bien preparado.
Extraído de Javier Leach, ¿Miedo escénico? , Ateuves 80, págs. 6-8.