En caso necesario hemos de ser capaces de realizar una transfusión sanguínea de forma correcta y segura. Para ello además de comprobar la compatibilidad de los pacientes implicados hay que tener preparado el material adecuado.
Antes de realizar el procedimiento hay que comprobar lo siguiente:
- Cuáles son los grupos sanguíneos tanto del donante como del receptor.
- Para tener la seguridad de que la sangre del donante y la del receptor son totalmente compatibles, hay que realizar, además, una segunda prueba llamada cross matching (o prueba cruzada).
También hay que escoger al donante adecuado y prepararlo, así como al receptor. De todo esto ya hablamos en un artículo anterior que puedes consultar haciendo clic aquí. Una vez está todo comprobado ya se puede proceder a la transfusión en sí.
Material para realizar la extracción de forma segura
Para poder llevarla a cabo se necesita lo siguiente (figura 1):
- Un donante.
- Bolsa de administración de sangre para gatos.
- Bolsa de recogida de sangre humana con anticoagulante CPDA.
- Palomilla (o mariposa) de 21G o 19G.
- Llave de 3 vías.
- Jeringas de 20 ml
Se deben tener las jeringas precargadas con el anticoagulante (1 ml por cada 9 ml de sangre) que se extraerán de la bolsa de recogida. El paciente ha de estar bajo sedación, se han de monitorizar sus constantes y proporcionarle fluidos intravenosos para evitar una hipovolemia. Se procede a la extracción a través de la vena yugular tras la preparación aséptica de la zona con la palomilla a la cual se acoplará la llave de tres vías y la jeringa (figura 2). El objetivo es la recogida de una unidad completa de 45 ml. La sangre extraída se introducirá en el interior de la bolsa y deberá ser transfundida en las primeras 4 h posteriores a la extracción, ya que este procedimiento se trata de un sistema abierto y podría haber riesgo de contaminación y posterior bacteriemia. Se puede transfundir la sangre completa u obtener distintos componentes centrifugándola antes. Otra manera de conseguir distintos productos sanguíneos si no se puede disponer de ellos es a través de los bancos de sangre.
La transfusión
Ha llegado el momento de la transfusión y para este procedimiento se debe tener preparado lo siguiente:
- Gato receptor.
- Infusor con filtro para transfusión.
- Sangre fresca (o producto que hay que transfundir).
- Bomba compatible con el producto que hay que utilizar (es opcional; puede ser por gravedad; figura 3).
Cómo realizar una correcta transfusión
La transfusión se realizará de forma intravenosa y puede hacerse a través de cualquier vena accesible, aunque las más recomendables son la yugular y la cefálica (descartando la primera si el paciente está despierto). La velocidad inicial ha de ser de 0,5 ml/kg/h en 15 minutos y después 10 ml/kg/h, sin que este procedimiento supere las 4 h. Esta velocidad podrá ser aumentada a 20 ml/kg/h en pacientes hipovolémicos, o no superar los 2 ml/kg/h en pacientes con insuficiencia renal o cardiaca. Otra manera de calcular el volumen a transfundir es la siguiente fórmula:
Una vez iniciada la transfusión, hay que seguir monitorizando al paciente, confirmar que todos los parámetros sean correctos y reaccionar ante cualquier valor anormal. También se debe vigilar que no surjan otras posibles reacciones como urticaria, hinchazón facial, hemoglobinuria o vómitos.
Por último, hay que realizar un control del hematocrito transcurridas 1 o 2 horas y otro a las 24-48 horas.
Extraído de Raquel Bernabé del Águila, Transfusión sanguínea felina. Ateuves 75, págs. 20-24.