Para la colocación adecuada de un vendaje es importante conocer las diversas opciones de materiales que se emplean para realizarlos, las tres capas que lo componen y el fundamento de cada una de ellas.
La aplicación de vendajes es una práctica habitual, sobre todo en traumatología, cirugía general y en el tratamiento de heridas, con el objetivo de inmovilizar una parte del cuerpo, controlar la inflamación y edema, controlar hemorragias y evitar traumatismos y autolesiones sobre heridas.
Los vendajes han de ser revisados por un veterinario periódicamente según el tipo de vendaje y el paciente. Además, cuando un paciente se va a casa con un vendaje, debemos informar a los propietarios de sus cuidados y mantenimiento para evitar el riesgo de aparición de complicaciones.
Usos de un vendaje
Definimos un vendaje como un procedimiento básico dentro de las especialidades quirúrgicas, que consiste en la aplicación de capas de diversos materiales textiles (vendas, algodón, etc.) en torno a una determinada región anatómica.
En general, los principales usos de un vendaje son:
- Aplicación de vendajes protectores sobre heridas: actúan como elemento de protección física que evita el contacto directo de la herida con el exterior, absorben secreciones para mantener la herida limpia y mantienen las condiciones óptimas de humedad (evitar desecación de la herida), temperatura (conservar herida caliente), pH (promover un medio ácido), y oxigenación que favorezcan la cicatrización.
- Evitar traumatismos y autolesiones sobre heridas por lamido o mutilación por autoagresiones por parte del animal.
- Inmovilizar una parte del cuerpo: en caso de lesiones traumatológicas en una extremidad la inmovilización favorece un estado más confortable para el paciente.
- Aplicar cierta presión en una región corporal para ayudar a controlar la inflamación y edema, controlar hemorragias, eliminar los espacios muertos o cavidades para que no se rellenen de exudado. Los vendajes han de ser cómodos para el paciente y estar limpios. Si el vendaje resulta incómodo el animal tratará de morderlo o romperlo.
Capas de un vendaje
Todos los vendajes suelen contar con 3 capas diferentes independientemente de la función para la que se usen.
- Primaria o interna: es la que está en contacto directo con la piel o herida.
- Secundaria o intermedia: su principal indicación es amortiguación y absorción.
- Terciaria o externa: es la capa de inmovilización de las otras dos, que evita la agresión externa sobre el resto del vendaje.
Capa primaria o interna
Esta capa está en contacto directo con la piel o sobre una herida, y está constituida por un apósito más algodón hidrófobo o solo algodón hidrófobo. En el caso de tratamiento de heridas, es sin duda la capa esencial pues influye directamente en la evolución de la herida. Al estar en contacto con una herida esta capa debe ser estéril, y según la fase de la cicatrización en que se encuentre la herida facilitará el desbridado de tejido, la retirada de exudado, el control del grado de contaminación, la administración tópica de medicación y, en general, favorecerá la cicatrización.
Los diferentes tipos de apósitos hidrófilos se usan con frecuencia como capa primaria del vendaje en contacto con la superficie de la herida, para aislar, proteger y optimizar el proceso de cicatrización. El apósito más apropiado para estar en contacto con una herida se selecciona en función de la fase de la cicatrización, la cantidad de exudado, la localización y profundidad de la herida, la presencia o ausencia de escara y la cantidad de necrosis o infección. Como criterio global para el tratamiento de todas las heridas, se recomienda la cura húmeda mediante el empleo de apósitos hidrófilos no adherentes, que están diseñados para dejarlos en la herida durante 3-7 días dependiendo de las características del apósito elegido según la situación de la herida tratada.
En vendajes en extremidades es importante colocar estribos realizados normalmente mediante material adhesivo como esparadrapo. En este caso, lo primero que se colocará del vendaje será algodón entre los dedos, justo en los espacios interdigitales para evitar lesiones de presión entre las falanges. A continuación, se pondrán dos estribos (dos tiras de esparadrapo), normalmente en la cara lateral y medial de extremidad hasta el nivel medio de la pierna o antebrazo. Estos deben sobresalir 10-15 cm por la parte distal del miembro para que no sean cubiertos por las capas secundarias y/o terciarias del vendaje. Una vez finalizado el vendaje, los estribos sobresaldrán distalmente a la zona de cobertura y se pegarán a la superficie de la capa externa, poniendo en contacto la piel del paciente con la parte externa de la capa terciaria del vendaje, para evitar que el vendaje una vez completado pueda desprenderse distalmente.
Capa secundaria o intermedia
La capa intermedia es la capa que proporciona acolchado al vendaje y absorbe las secreciones en caso de heridas. Esta capa se compone fundamentalmente de algodón natural de rollo ancho, aunque también puede incluir vendas sintéticas de algodón o poliéster. El grosor de la capa dependerá del grado de inmovilización que se desee y/o de la cantidad de exudado que se espera absorber. El hecho de que sea una capa absorbente determina que el material del que está constituida debe tener una excelente capilaridad para absorber el exceso de exudado y sangre procedente de una herida.
En el caso de vendajes compresivos o inmovilizantes, la capa secundaria es, junto con la terciaria, la responsable del grado protección, inmovilización o compresión que se aporta a una herida.
La colocación debe ser firme y uniforme para asegurar que el contacto de la capa primaria, pero se debe evitar una presión excesiva pues puede comprometer el aporte vascular a la zona y alterar el grado de absorción.
Capa terciaria o externa
Esta capa mantiene la sujeción de las capas más internas y protege el vendaje de agresiones externas. En ella se emplean habitualmente vendas cohesivas, de crepé o vendas elásticas adhesivas. Las más usadas son las vendas cohesivas.
La capa terciaria debe mantener la integridad del vendaje y de las dos capas más profundas sin apretarlo excesivamente. Es muy importante en la colocación de un vendaje mantener la presión uniforme y ascendente en caso de extremidades para que por un lado el vendaje sea eficaz y por otro no produzca problemas o complicaciones al paciente. Para conseguir el efecto de compresión uniforme a lo largo del vendaje, todas las capas se colocan de manera circunferencial a lo largo de la región anatómica donde se emplazan, buscando la superposición de al menos el 50 % de una vuelta de vendaje con la vuelta anterior ya situada en el paciente. Esta uniformidad en la compresión del vendaje es la que evita en la mayor parte de los casos que aparezcan problemas isquémicos en la zona. Esto hay que tenerlo especialmente en cuenta si se emplea el vendaje en zonas como extremidades o cuello, pues se puede producir una presión excesiva que suponga un efecto compresivo peligroso para la integridad del tejido o del animal. En este sentido, en las extremidades, la aplicación del vendaje se realiza de manera ascendente, desde distal a proximal, para evitar el efecto torniquete que produciría un compromiso del aporte vascular.
En caso de aplicar algún sistema de férula o vendaje rígido como fibra de vidrio, se colocará sobre la capa terciaria. Si se coloca una férula la sujetaremos con una nueva capa de venda cohesiva. Si se han aplicado estribos de sujeción en el vendaje de una extremidad, en este momento es cuando se vuelven sobre la zona externa, y se aseguran con varias vueltas de material altamente adhesivo en la zona distal del miembro. Si se trata de vendajes que cubren heridas del tórax o abdomen, se puede colocar una capa de material adhesivo cubriendo en la zona craneal y caudal del vendaje una porción de este, y otra de piel del paciente.
