A la hora de asesorar a nuestros clientes sobre la elección y cuidados de un cachorro, debemos tener en cuenta aspectos muy importantes antes y después de su adquisición.
Higiene
Es muy importante que el tutor aprenda a manejar y manipular a su cachorro adecuadamente para que no resulte una mala experiencia para ambos; es aconsejable que comience a hacerlo lo más pronto posible, sobre todo en razas de pelo largo, que requerirán más tiempo en sus cuidados diarios.
El cachorro debe estar habituado a cepillarse los dientes, el pelo, cortarse las uñas, bañarse, etc. La frecuencia de los baños debe ser de uno al mes y con champús especiales para cachorros de uso frecuente. Es muy importante que su primer baño sea lo menos traumático posible, que no le genere demasiado estrés ni miedo.
Cuidados del pelaje
El cachorro debe acostumbrase desde muy joven al cepillado diario para eliminar nudos y pelo muerto; muy importante en perros de pelo largo. Se debe utilizar un cepillo adecuado al pelaje. El cepillado puede terminar con un masaje con un guante de púas de goma suave y siguiendo el sentido de los músculos de la zona. El primer baño debería ser 15 días después de haber recibido la última vacuna polivalente (tri, tetra o heptavalente). Es una medida de precaución para evitar que contraiga alguna enfermedad. Debe ser en un lugar protegido de corrientes de aire y con un suelo antideslizante para evitar que el cachorro se resbale y se asuste o se lastime. El agua debe ser tibia, ni fría para evitar enfriar al cachorro, ni demasiado caliente para evitar dañarle la piel.
A la hora de cortar las uñas, sería conveniente que la primera vez fueran asesorados por un profesional, ya que un mal corte de uñas puede causar un daño y un dolor que resulte muy traumático para el cachorro y haga imposible volver a pasar por un siguiente corte de uñas. Generalmente, si el perro pasea durante el tiempo suficiente y tiene una pisada normal, los cortes de uñas serán menos frecuentes. Conviene advertir al tutor de que en caso de un crecimiento no simétrico de todas las uñas acuda al centro veterinario, porque puede haber un problema de salud detrás de ello.
Cepillado dental
Los cachorros nacen sin dientes y entre los 20-30 días aparecen los incisivos, luego los caninos y después los premolares sobre los dos meses de edad hasta un total de 28 dientes de leche. Entre los 3-4 meses comienzan a caerse los dientes de leche y entre los 4-6 meses aparecen los primeros dientes permanentes
en el mismo orden que aparecen los de leche. Algunos cachorros tienen problemas en la eliminación de los dientes de leche; si pasada esa edad el cachorro tuviera doble dentición, debe consultar con su veterinario qué pauta hay que seguir para eliminar esos dientes de leche. A esta edad es el momento de adquirir buenos hábitos y acostumbrar al cachorro al cepillado de dientes diario.
Programa de cuidado dental
Un programa de cuidado dental hará que en el futuro tenga menos enfermedades relacionadas con la salud dental. Lo ideal sería:
- Un cepillado diario con pasta dentífrica especial para perros. También se puede complementar con productos especiales que actúan sobre las enzimas de la saliva, para retardar la formación de sarro en los dientes.
- Juguetes para morder, especiales para cachorros, de goma resistente que no se puedan romper y que ayuden a la estimulación de las encías y a la limpieza de los dientes.
- Un programa anual de visitas al veterinario para controlar la salud dental y eliminar el sarro.
Revisiones del desarrollo
Muchas clínicas veterinarias ofrecen un servicio de control del desarrollo óptimo del cachorro, en las que se controla el peso y el crecimiento normal. No debe crecer demasiado lento, ni con exceso de peso, ya que le podría acarrear importantes problemas de salud en el futuro. Por otra parte, si no se dispone de ese servicio, es conveniente informar al tutor del cachorro qué aspectos se deben vigilar (aparición de vómitos,
aspecto de las heces, apetito, ganancia de peso, cambios en el aspecto del pelaje y la piel) y en qué situaciones sería conveniente que acudiera con rapidez al centro.
Extraído de Beatriz Castaño Madroñal, Cuidados del cachorro. Ateuves 95, págs. 8-11.