¿Cuándo se utiliza un champú terapéutico?

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Hasta hace poco tiempo era difícil encontrar champús terapéuticos específicos para diferentes afecciones; en las tiendas especializadas ofrecían los de limpieza habitual, con numerosas variantes. Hoy en día y gracias a los avances que se han realizado en la cosmética animal disponemos de una gran variedad de productos y calidades acordes con las necesidades que tengamos en cada raza y problema.

Veamos pues qué productos, a grandes trazos, podemos encontrar en una tienda especializada.

Productos de acción terapéutica específica

Son productos que se utilizan para paliar algún problema dérmico.

Champús refrescantes: normalmente incorporan esencia natural de menta que proporciona un efecto refrescante y calmante local que ayuda en los casos de dermis sensibilizadas ya sean de perros, gatos o pequeños mamíferos.

Champús específicos alergias: son formulaciones con un cuidado balance entre la composición de sus tensioactivos de manera que se reducen al máximo las intolerancias que tiene ese tipo de dermis a la acción de lavado de los tensioactivos necesarios para la limpieza del animal. Formulados con ácidos grasos poliinsaturados equilibran la presencia de prostaglandinas en la demis y revierten los procesos inflamatorios de la misma; la incorporación de proteínas aumenta la dermocompatibilidad del preparado.

Champús con acción antiséptica: indicados para el tratamiento de dermis que tienen problemas de micosis o infecciones microbianas (piodermas). Contienen en su fórmula peróxido de benzoilo, ácido undecilénico, ácido salicílico, triclosán, etc. La acción aséptica se complementa en estos casos con acción queratolítica suave que ayuda a eliminar las capas externas de la dermis afectadas. Se utilizan como complemento a los tratamientos antifúngicos o antibióticos específicos.

Champús antiprurito-eczemas: indicados para el tratamiento de este tipo de afecciones, incorporan antimicrobianos y extractos de plantas, normalmente avena, para calmar las dermis irritadas.

Productos generales

Básicamente son los que se utilizan en la limpieza habitual de la mascota cuando ésta no presenta ningún problema dérmico.

Champús antiparasitarios: son una evolución de los primeros que aparecieron en el mercado. En la actualidad son más dermocompatibles y centran su acción en la actividad antiparasitaria de uno o de los dos principios activos que incorporan. Los activos más utilizados siguen siendo la permetrina y el butóxido de piperonilo, aunque también existen otros que han optado por variantes más naturales y que incorporan, entre otros, citronela (aceite natural extraído de las plantas del género Cymbopogon) como repelente.

Champús de limpieza general: son los champús que podríamos denominar “de todo uso”. Tienen un buen poder de limpieza, pero carecen de acciones extras complementarias necesarias en algunos casos. Son champús idóneos para utilizar entre los tratamientos más específicos. Aquí es donde podemos encontrar champús específicos para diferentes tipos de animales: perros, gatos, conejos y hurones principalmente. Proporcionan limpieza pero respetando las características específicas de sus dermis y mantos que, como es lógico, difieren de unos a otros. Los más novedosos son los destinados al cuidado de hurones que contienen una cantidad extra de aceites para mantener con su brillo saludable natural el pelaje de estos pequeños mamíferos.

Productos específicos

Estos champús están formulados para tratar cada tipo de pelaje en particular de modo que permiten mantener sus características propias. También hay productos específicos para el mal olor o la limpieza en seco.

Champús específicos para razas: están destinados principalmente a perros y gatos. Vamos a encontrar una variedad de champús que incorporan determinados activos específicos para potenciar y mantener el buen estado de los diferentes pelajes que presentan las mascotas. Aquí vamos a ver champús para razas de pelo corto, de pelo largo, de pelo duro, etc. Complementan la acción de limpieza con algún extra que hace que ese pelaje mantenga las propiedades de cada raza, por ejemplo, los champús para razas de pelo largo incorporan activos que se adhieren a la fibra del cabello y le aportan peso a la vez que eliminan las cargas electrostáticas, con ello tras el lavado y con los siguientes cepillados vamos a seguir manteniendo un manto bien ajustado a la anatomía del animal, evitando encrespados.

Champús específicos según el color del manto: esta categoría de champús va a incorporar normalmente moléculas colorantes que se adhieren al pelaje del animal, corrigiendo o matizando el color natural del mismo. Son un claro ejemplo tanto los champús para pelajes blancos (matizan las tonalidades amarillentas a las que suelen derivar) o los champús para pelajes negros (aportan un efecto paliativo a la pérdida natural de tonalidad debida normalmente a la exposición al sol).

Champús secos: son los que basándose en una presentación en aerosol proporcionan activos limpiadores ya sea en forma de espuma (es una base tensioactiva modificada disuelta en agua) o en forma de polvo (es una base compuesta por micropartículas absorbentes que eliminan la suciedad de una manera delicada).
Están indicados para gatos y determinadas razas de perros, como por ejemplo las de pelo duro, o para el cuidado y limpieza de cachorros y animales enfermos principalmente.
Existe una variante de champús secos en presentación de envase espolvoreador, que si bien no es tan eficaz a la hora de penetrar en las capas más profundas del pelaje, permite el reparto del mismo por el manto del animal y facilita la absorción de la suciedad y su posterior eliminación con el cepillado.

Champús desodorantes: estos tipos de champú combinan la acción limpiadora del mismo con la capacidad de secuestrar el olor propio del animal, permitiendo de este modo que dure más la sensación de limpio.

Conclusión

El uso de productos de calidad en el cuidado de los animales de compañía nos va a asegurar un correcto estado del pelo y de la dermis. En el caso de sufrir algún tipo de afección los champús terapéuticos serán el complemento idóneo al tratamiento específico que determine el veterinario. Una vez normalizada la dermis podremos volver a utilizar el champú habitual, es por ello que, dada su baja frecuencia de uso, la variedad de marcas y presentaciones en la categoría de terapéuticos está tan limitada. El uso de los mismos deberá estar siempre supeditado al consejo profesional del veterinario quien sabrá recetar uno u otro dependiendo del problema que tenga el animal. Es importante que una vez superadas las afecciones se indique al propietario que debe continuar con los hábitos y productos que usa habitualmente, escogiendo siempre los de mayor calidad para evitar en lo posible que el problema aparezca de nuevo.

¿Cómo se aplica un champú?

Las pautas generales serían las siguientes:

  • El primer paso que debemos realizar es aplicar agua templada sobre el animal, insistiendo en aquellas zonas más sucias e intentando eliminar el máximo de residuos depositados sobre el pelaje.
  • Seguidamente aplicaremos una cierta cantidad de champú sobre la palma de nuestras manos, frotaremos las dos manos y lo extenderemos a lo largo de una zona determinada de pelaje; realizaremos un ligero masaje para facilitar la emulsión de la suciedad, y repetiremos esta operación hasta haber alcanzado la totalidad del animal.
  • A continuación procederemos al aclarado enérgico con agua templada, asegurándonos de que no queden residuos de champú. Este primer lavado nos va a permitir eliminar la mayor parte de suciedad depositada tanto en la dermis como en el manto y facilitará el contacto activos-dermis que necesitamos para una correcta solución de la disfunción que estemos tratando.
  • Una segunda aplicación de champú se realizará sólo en los casos estrictamente necesarios puesto que hay que tener en cuenta que la acción detergente del champú aplicada de forma repetitiva puede producir una pérdida de los lípidos protectores de la dermis del animal y que tratándose de dermis con problemas puede ser motivo de incremento de la irritación de la misma.

Es importante realizar un ligero masaje con la aplicación: debe ser un masaje lo suficientemente enérgico como para eliminar toda la suciedad pero al mismo tiempo hemos de ser lo más respetuosos posible con la piel.

Extraído de Pompeu Chiva Génova, Champús terapéuticos en cosmética animal, Ateuves nº 19, págs. 16-28.

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