La gestación engloba una serie de cuidados que empiezan mucho antes de la inseminación o monta con la preparación de la madre y que se prolongan semanas después del parto con la atención a la madre y los cachorros durante la lactación.
Los cuidados de la perra gestante deben empezar mucho antes de la inseminación o monta, ya que se debe asegurar su correcto estado de salud y la adecuación de las instalaciones en las que permanecerá con los cachorros.
Preparación de la madre
Lo primero que se debe tener en cuenta es la preparación de la madre antes de la cría; debemos realizar un examen a las hembras reproductoras para determinar su estado de vacunación, desparasitación, pruebas de enfermedades infecciosas, e incluso para algunas razas pruebas genéticas. Además debemos hacer una evaluación de su condición física que incluya una exploración física general, teniendo en cuenta la edad de la perra (la edad ideal para comenzar la cría es antes de los 3 años), grado de obesidad en caso de que exista y, por supuesto, una exploración de los genitales externos para comprobar que no existan anomalías.
Adecuación de las instalaciones
También es fundamental asegurar el buen estado de las instalaciones en caso de que se trate de un centro de cría. Hay que establecer unas bases de higiene en el criadero y asegurar la separación (sectorización) de gestantes y madres con crías de los individuos adultos, convalecientes o enfermos. La desinfección e higiene es extremadamente importante en los criaderos, pero no debemos olvidar los hogares de criadores particulares para darles asesoramiento a este respecto.
En los criaderos debe haber circuitos de único sentido entre los diferentes sectores, mediante el uso de pediluvios o calzas obligatorias, y protocolos de limpieza-secado-desinfección. En las casas de criadores familiares sería suficiente con un buen protocolo de limpieza y desinfección, en el que recomiendo el uso de lejía como desinfectante doméstico.
La sección más importante de los criaderos es la maternidad. Tiene que tener un ambiente controlado, con una temperatura en torno a los 24 y 28 grados y una humedad del 60 %. En el caso de criadores particulares, habitualmente la maternidad o nido suele ser el baño, ya que es una habitación pequeña que se limpia fácilmente y que se puede calentar sin mucho gasto.
Programación de la monta o inseminación artificial
Una vez que sabemos que la madre está en buenas condiciones y que las instalaciones son adecuadas, se programa la monta o inseminación artificial. Lo recomendable es realizar citologías vaginales desde los primeros días de proestro (manchado vulvar), y así poder predecir el momento de ovulación; también nos podemos ayudar de los análisis de progesterona en sangre, aunque requiere un mayor gasto por el propietario. A modo informativo, también tendremos en cuenta la experiencia de celos anteriores de la perra, un criador o un particular que quiera criar debe apuntar desde los primeros celos cuántos días dura el sangrado, en qué día a partir del comienzo del sangrado comienza a aceptar machos y ladear la cola, ya que hay mucha variabilidad de unas hembras a otras y establecer la norma de cada perra con sus propios celos pasados nos puede facilitar la tarea.
En caso de tener el macho totalmente disponible para montas, lo recomendable es juntarle con la hembra a partir del cuarto o quinto día de proestro. Les juntaremos cortos periodos de tiempo, y cuando empiece a haber montas separaremos los encuentros día sí, día no. Generalmente la hembra suele estar receptiva y aceptará estos encuentros durante una semana aproximadamente. En cuanto al número de montas, hay tener en cuenta, sobre todo en razas grandes y si no se pretende conseguir una camada muy numerosa, que a mayor número de montas más probabilidades de conseguir una camada numerosa.
Extraído de Dolores Gil-Carcedo, Cuidados de la perra gestante, Ateuves 88, págs. 10-13.