Curva de glucosa en gatos

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Adaptar la realización de esta prueba a las características del paciente felino es fundamental para obtener valores fiables y conseguir que no suponga una mala experiencia. En este artículo te contamos cuál es su función y cómo llevarla a cabo.

¿Qué es una curva de glucosa?

La curva de glucosa es una prueba que se realiza a los pacientes, en este caso gatos, que reciben tratamiento con insulina. Hay que monitorizar todo el proceso para poder hallar el nadir (punto más bajo de la glucosa), la duración de la insulina y el efecto que esta ejerce sobre los niveles de glucosa del paciente.

¿Por qué se realiza la curva de glucosa?

La diabetes mellitus (DM) es una de las enfermedades endocrinas más frecuentes en el gato, y como resultado, también es frecuente encontrarnos con pacientes a los que debemos controlar la glucosa, ya sea en consulta o en hospitalización. Los signos clínicos que suelen presentar estos pacientes con DM son: poliuria, polidipsia, polifagia y pérdida de peso. Cuando un paciente se inicia en el tratamiento con insulina para controlar sus niveles glucosa, es aconsejable realizar una curva de glucosa para poder ajustar la dosis de la insulina que recibirá y conseguir así los objetivos del tratamiento: reducir signos clínicos, mantener niveles de glucosa y evitar posibles complicaciones propias de la diabetes como pueden ser la hipoglucemia (disminución de la cantidad normal de glucosa en sangre) o la cetoacidosis diabética (cuando el cuerpo usa la grasa para ser metabolizada como fuente de energía al no poder usar la glucosa por falta de insulina y se acumulan grupos ácidos en sangre). De esta manera conseguiremos mejorar la calidad de
vida de nuestro paciente felino.

Cómo realizar una curva de glucosa

La curva de glucosa debe monitorizarse una semana después de la 1ª dosis de insulina que reciba el paciente y hay que avisar al propietario que permanecerá en el centro veterinario un mínimo de 12 horas. El paciente deberá venir de casa con su dosis de insulina inyectada y habiendo comido.

Manejo cat friendly

Es imprescindible aplicar un buen manejo cat friendly para tratar de minimizar el posible estrés que pueda padecer el paciente y evitar así que se dispare el nivel de glucosa. Para ello, se deberá instalar al paciente en una habitación o jaula del centro veterinario donde pueda estar libre de ruidos (o lo más atenuados posible) y con una luz y temperaturas adecuadas (figura 1). También se deben evitar los vecinos frontales y los vecinos “incómodos” que puedan favorecer el estrés del gato (como pueden ser perros, pacientes que se despiertan de una sedación/anestesia, pacientes que vocalizan mucho, etc.). En esta zona elegida, el paciente debe tener a su disposición agua, comida, un arenero y una zona de descanso (camita o similar).

La comida debe ser alta en proteína y baja en carbohidratos y los propietarios la pueden traer de casa para que así le resulte más familiar. La camita o zona de descanso también la pueden traer de casa para que se encuentre más cómodo y menos estresado al sentir su propio olor o el olor de su hogar. Todos estos elementos deberán estar separados entre sí para intentar respetar, en la medida de lo posible, el enriquecimiento ambiental.

Toda la monitorización de la curva de glucosa debe realizarse en la zona elegida y habilitada, evitando
desplazar al paciente en cada lectura para minimizar el estrés y que se sienta más tranquilo y seguro. También se debe minimizar el movimiento del personal en dicha zona y lo más recomendable es que sea siempre el mismo miembro del equipo quien realice la monitorización.

Medición de la glucosa

La monitorización de la curva de glucosa se realizará durante 12 horas realizando cada 2 horas una medición de la glucosa (figura 2). Todas las lecturas deben registrarse junto con los datos del paciente para poder interpretar los resultados.

Para realizar la medición de la glucosa existen varios métodos:

  • El más común es a través de la sangre de un capilar, siendo el pabellón auricular la zona más recomendada (figura 3). En este caso se realizará la punción lo más proximal a la vena marginal (figura 4) y realizaremos la lectura a través de un glucómetro de veterinaria, no de humana (ya que estos últimos infravaloran los resultados) y, además, se debe especificar la especie (figura 5). Una vez realizada la lectura, se debe ejercer presión en la zona de la punción para evitar posibles hematomas. También se puede realizar una punción en las almohadillas, pero esta zona no está recomendada debido a su alta sensibilidad, lo que provoca que les resulte más doloroso. En el caso de ser la única opción, la almohadilla carpal es la mejor opción ya que esta no ejerce peso al andar y, por lo tanto, la incomodidad del paciente puede ser menor.
  • Otro método más novedoso es a través del espacio intersticial mediante un dispositivo inalámbrico adherido a la piel. En este caso, para obtener las lecturas de glucosa solo se necesita un lector específico para esta función.

Extraído de Raquel Bernabé, Curva de glucosa en gatos. Ateuves 93, págs. 4-6.

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