Recientemente publicamos el artículo “¿Qué es la artrosis canina?”, en el que Carlos Alberto Moya Castillo y Ramón Sever explicaban sus causas y cómo evoluciona la enfermedad.
En este nuevo artículo, extraído también de Qué es la artrosis y cómo se trata, al igual que el anterior, se explica el proceso diagnóstico y se apuntan las principales opciones de tratamiento.
Diagnóstico de la artrosis canina
Para el diagnóstico de esta enfermedad, deberemos tener en cuenta diferentes aspectos.
Antecedentes patológicos del animal
El veterinario deberá pensar no solo en antiguas fracturas articulares, sino también en enfermedades sistémicas que pudieran producir cojeras y/o degeneraciones de los cartílagos.
Examen de la marcha
Se deberá comprobar si el perro cojea, aunque lo haga de forma leve, mientras camine, trote o corra.
Manipulación
Se hará de forma bilateral, comparando cada pareja de articulaciones (las dos rodillas, los dos hombros, etc.). Lo más probable es que el animal dé muestras de dolor a la flexión y extensión, rotación interna y externa de hombrocodo, carpo-cadera y/o rodilla-tarso.
Para la exploración de las cervicales se deberán hacer movimientos de rotación dorsal, lateral, caudal y ventral en el cuello.
Durante la evaluación del animal, podremos observar inflamación local en algunas de las articulaciones, y muchas veces se detectará un chasquido característico cuando la movamos.
Examen radiológico
Con frecuencia, la región en la que se encuentra la articulación enferma suele estar algo deformada, debido a los osteofitos y a la atrofia muscular que provoca la ausencia de actividad física. La forma de confirmar estas lesiones será mediante el estudio radiológico.
- ¿Qué buscamos en la radiografía?
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En un momento inicial, las alteraciones radiológicas que se aprecian son mínimas, pudiéndose observar únicamente derrames articulares.
A medida que progresan las lesiones aparecen los siguientes signos:
Osteofitos
Es la característica más específica de la artrosis. Se trata de una formación de hueso nuevo en los márgenes articulares (remodelación ósea) que provoca una incongruencia articular (figura 2).
Esclerosis subcondral
Consiste en un aumento de la densidad ósea bajo el cartílago articular, como consecuencia de una respuesta activa del hueso (figura 3).
Pérdida del espacio articular
Para poder observarlo mediante una radiografía, esta se deberá hacer con la articulación afectada en una posición de carga, es decir, con el animal de pie.
Quistes subcondrales
Normalmente son múltiples y de diferentes tamaños, y aparecen en osteoartrosis muy evolucionadas.
Tratamiento paliativo de la artrosis canina
Teniendo en cuenta que los cambios articulares son irreversibles, el reconocimiento temprano dará más opciones de tratamiento ya que se retrasará la degeneración, mejorará el dolor y la capacidad de movilidad de la articulación.
Alimentación y ejercicio
Es fundamental limitar, en la medida de lo posible, la actividad física del animal con el fin de frenar el ritmo de desgaste de las articulaciones. Esto no significa que se deba suprimir por completo toda la actividad física, ya que lo único que conseguiríamos sería aumentar el grado de la atrofia muscular.
En el caso de los perros obesos o con un sobrepeso importante, es imprescindible que el animal sea sometido a un régimen con el objetivo de perder unos cuantos kilos.
Es imprescindible poner a dieta a los perros con artrosis que además sufran sobrepeso importante u obesidad Clic para tuitearCondroprotectores y antiinflamatorios
Como medicamentos, los más utilizados son los condroprotectores (protectores del cartílago). Estos productos contienen glicosaminoglicanos, los compuestos que se pierden en la degeneración del cartílago. Los más utilizados son el sulfato de condroitina y la glucosamina.
El uso de antiinflamatorios no esteroideos y corticoides está justificado cuando la sintomatología del animal lo requiera, lo cual suele ser al inicio de la artrosis (empieza con artritits) o cuando se trata ya de un problema crónico.
La elección de uno u otro varía en función del grado de afectación de la artrosis, teniendo en cuenta que los corticoides pueden proporcionar un alivio inmediato solo a corto plazo, ya que tienen efectos secundarios sistémicos a largo plazo.
Técnicas quirúrgicas
En los casos más graves, a veces puede estar indicada una intervención quirúrgica mediante la cual el especialista puede retirar los osteofitos con el objetivo de favorecer el movimiento de la articulación. Pero en ningún caso detendremos el proceso.
El único medio para suprimir por completo el dolor y salvaguardar la función del miembro será la realización de una resección artroplástica o la artrodesis.
Estas técnicas no pueden aplicarse en todas las articulaciones y no siempre resultan viables.
En general, los objetivos del tratamiento de los procesos artrósicos son:
1Aliviar el dolor.
2Disminuir la inflamación.
3Mejorar la motilidad articular.
4Aumentar el nivel de actividad.
5Prevenir una mayor degeneración del cartílago articular.
6Mejorar la calidad de vida.
Mejor prevenir
Es difícil realizar una correcta prevención de la artrosis ya que la causa de aparición de esta enfermedad es desconocida. De todas formas, podremos intentarlo a lo largo de las diferentes etapas de la vida del animal:
CachorroEn la etapa de cachorro, una correcta alimentación, con los niveles correctos de energía, vitaminas y minerales será lo mejor que podemos hacer. Deberemos evitar el ejercicio excesivo hasta que el cachorro esté bien formado, sobre todo si se trata de razas grandes o gigantes, para evitar traumatismos leves de forma repetida. AdultoEn la etapa adulta, deberíamos tomar medidas conservadoras en animales predispuestos a padecer artrosis por evolución de determinadas enfermedades articulares como pueden ser la displasia de cadera, la rotura de ligamento cruzado de la rodilla, la osteocondritis del hombro, etc. SéniorEn animales de edad avanzada, el uso de condroprotectores junto a una dieta equilibrada que evite el sobrepeso, permitirá una mejor evolución.Extraído de: Carlos Alberto Moya Castillo, Ramón Sever. Qué es la artrosis y cómo se trata. Ateuves n.º 6, pp. 38-42.