El paciente oftalmológico en la consulta

0

Vamos a explicar cómo realizar las pruebas diagnósticas más habituales en la consulta oftalmológica  y qué información espera obtener el oftalmólogo en cada caso.

Test de Schirmer

Siempre se debe realizar antes de lavar el ojo o de aplicar cualquier colirio.

Es un test cuantitativo, muy sencillo de realizar, que mide la fase acuosa de la película lagrimal. Se utilizan tiras de papel absorbente de 55×5 mm, que están graduadas cada 5 mm y se humede­cen por capilaridad. Se coloca una tira en el saco conjuntival inferior hacia el canto temporal y se cierran los párpados durante 1 minuto. Pasado el tiempo, se retira la tira y se mide la zona de papel mojada por la secreción lagrimal. Existen tiras que a medida que se humedecen van tiñéndose de un colorante para facilitar su posterior lectura.

Los valores normales son de 15-18 mm/minuto en el perro, y de 10-12 mm/minuto en el gato. Sin embargo, estos valores pueden estar:

  • Aumentados: por manipulaciones del ojo, por agentes irritantes (entropión, distiquia­sis), etc.
  • Disminuidos: por aplicación de anestésicos, atropina, traumatismos, queratoconjuntivitis seca, exéresis de la glándula superficial de la membrana nictitante, etc.

Toma de muestras

Debemos hacerlo ante la sospecha de un pro­ceso inflamatorio, infeccioso o neoplásico o bien en el caso de una falta de respuesta al tra­tamiento.

No debemos añadir al ojo ningún colorante, antibiótico, anestésico o similar, ya que podría enmascarar el resultado.

Para la obtención de muestras, y dependiendo del tipo de prueba que se realice, podemos emplear: hisopos húmedos, espátulas, tijeras, etc. La muestra podrá ser destinada para:

  • Cultivos microbiológicos (bacterias, hongos).
  • Citología conjuntival o corneal.
  • Biopsias.
  • Paracentesis cámara anterior o vítreo (panof­talmitis, tumores).

Una vez obtenidas las muestras necesarias, y para facilitar el empleo de tinciones oftálmicas, limpiaremos cuidadosamente el ojo (córnea, párpados y conjuntiva) con suero lactato de Ringer a presión y papel de cocina.

Tinciones vitales

Test de fluoresceína

Este test nos ofrece muchas posibilidades en oftalmología.

1 Diagnóstico de úlceras corneales. La fluo­resceína es un colorante hidrofílico, y por tanto no tiñe la córnea sana ya que el epi­telio corneal es hidrófobo. Cuando este epi­telio pierde su continuidad, la fluoresceína penetra en el estroma, que es hidrofílico, y lo tiñe de verde. Este efecto se aprecia mejor si empleamos una luz azul cobalto.

Aplicamos una gota del colorante sobre la conjuntiva bulbar, y pasados unos minu­tos, lavamos abundantemente para eliminar el exceso del mismo. Al instilar la gota, es importante no tocar con el recipiente ninguna estructura ocular para evitar contaminaciones del producto que puedan pasar a otro animal. Es recomendable el empleo de tiras de papel o de ampollas monodosis (figura 1).

El paciente oftalmológico en la consulta

Figura 1. Detalle de la aplicación de la tira de fluoresceína sobre la córnea.

En lesiones corneales profundas, el centro del defecto puede no captar el colorante, lo que indica que la membrana de Descemet (hidrófoba) está protruyendo. En este caso tenemos un descemetocele.

2 Evaluación de la permeabilidad del sistema lagrimal. La no aparición del colorante por las fosas nasales no indica necesariamente una obstrucción del mismo. En algunos ani­males (braquicéfalos) la fluoresceína puede pasar hacia la cavidad nasal posterior por un conducto accesorio.

3 Estudio de la fase mucosa de la película lagri­mal, en concreto para medir la adherencia de la película lagrimal a las células epiteliales. Este procedimiento se denomina B.U.T. (break up time) o tiempo de ruptura del film lagrimal. Se instila una gota de fluoresceína que colorea la lágrima, se mantienen los párpados abier­tos, y con una luz azul cobalto y la ayuda de la lámpara de hendidura, se mide el tiempo que tarda en aparecer una mancha negra (que aparecerá donde el film se ha roto). El tiempo normal de ruptura es de 15 segundos en el perro. Si la película lagrimal se rompe antes, estamos ante una deficiencia cualitativa de la producción de lágrimas.

Rosa de Bengala

El rosa de Bengala se une a las células degenera­das y queratinizadas de la córnea y de la conjun­tiva, así como al moco. Es de gran utilidad para llegar a un diagnóstico precoz de queratocon­juntivitis seca, queratitis herpéticas, etc.

Se puede conseguir en colirio, tiras o ampollas monodosis.

Tonometría

Es la medición de la PIO. Es de vital impor­tancia en el diagnóstico del glaucoma o de las uveítis. Consiste en medir la resistencia de la capa externa del ojo a dejarse deformar por una fuerza externa conocida, a fin de estimar la pre­sión o resistencia interna ofrecida.

Podemos utilizar diferentes técnicas:

1 Por palpación digital. Es un método cuanti­tativo, algo grosero, que permite únicamente descubrir una tensión patológica muy baja o muy alta.

Se colocan ambos dedos índices sobre el pár­pado superior, y se presiona sobre el globo ocular hacia abajo de forma intermitente.

2 Por indentación. Se realiza con el tonómetro de Schiotz.

Se mide en un punto dado la profundidad de la depresión corneal producida por la grave­dad de un peso (pistón). Cuando la PIO es baja, la depresión es más grande.

Debemos aplicar previamente unas gotas de anestésico sobre la córnea. Después de unos minutos, se coloca la cabeza del animal en posición vertical, de modo que el iris quede paralelo al suelo y, sin tocar los párpados, aplicamos el tonómetro sobre el centro de la córnea. El pistón se desliza a través del cilindro y del orificio del pie, hundiendo la córnea. El sistema de “palanca-amplifica­dor” en contacto con el pistón, acciona una aguja indicando un valor sobre la escala.

El tonómetro dispone de tres pesos (5,5 g, 7,5 g y 10 g) y con cada uno de ellos se rea­lizan varias mediciones. La PIO se consigue hallando la media de los valores obtenidos en una tabla de conversión. Los valores norma­les oscilan entre 15-27 mmHg.

3 Por aplanamiento. La presión se registra electrónicamente (figura 2) al aplanar una pequeña porción en la superficie corneal (área central). Es la técnica más precisa, pero es cara.

El paciente oftalmológico en la consulta

Figura 2. Medida de la presión intraocular en un perro.

Gonioscopia

Es el examen directo del ángulo iridocorneal, que es la zona de drenaje del humor acuoso. Es muy útil en el diagnóstico del glaucoma, en uveítis, en tumores del iris, en el preoperatoriode la cirugía de la catarata, y para ver posibles cuerpos extraños o tumores del cuerpo ciliar, por ejemplo.

Se utiliza una lente colocada sobre la superficie corneal sobre la que, previamente, se ha aplicado anestesia, y un sistema de iluminación con magni­ficación (oftalmoscopio directo, transiluminador de Finnoff, biomicroscopio, etc.).

Tipos de lentes
Las lentes pueden ser:
a) Lente de Barkan: el ángulo se examina directamente a través de la len¬tilla.
b) Lente de Goldman: la imagen del ángulo se examina después de ser reflejada en un espejo, en el que la incidencia puede variar.
c) Lente de los tres espejos: nos permite también ver el fondo del ojo y la retina periférica.
d) Lente de 20 D: se coloca directamente sobre la superficie corneal.

Ecografía/UBM

La ecografía es un análisis de las modificaciones de un haz de ultrasonidos al atravesar medios diferentes. Es el método de elección cuando queremos examinar una parte determinada del ojo y nos encontramos con una opacidad de las estructuras anteriores. También es útil cuando sospechemos la presencia de un cuerpo extraño, un tumor intraocular, un desprendi­miento de retina, una patología del cristalino o enfermedades retrobulbares.

En esta prueba diagnóstica hemos de poner en marcha el aparato, colocar la sonda ecográfica, el transductor e introducir los datos del propie­tario, de la mascota y la enfermedad (figura 3).

El paciente oftalmológico en la consulta

Figura 3. Puesta a punto del equipo de ecografía de alta frecuencia para realizar una UBM a un paciente.

Electrorretinografía

La electrorretinografía es el estudio de los potenciales eléctricos producidos cuando la luz impacta sobre la retina. Proporciona informa­ción sobre la funcionalidad de la retina de forma global, y de sus capas celulares, cuando sobre la retina incide una luz de intensidad, longitud de onda y duración de resplandor variables. En el resultado final influyen diferentes componentes celulares de la retina, desde el epitelio pigmen­tado a las capas más pequeñas del interior.

La instrumentación básica para esta técnica consiste en un registrador (generalmente un osciloscopio), una estimulación lumínica, unos electrodos, un medidor de luz (luz blanca y luz azul), filtros y algún tipo de cámara.

Se utiliza en preoperatorios de cirugía de cataratas (para descartar enfermedades de la retina), en presencia de opacidades corneales y en pacientes que manifiestan ceguera para evaluar la funcionalidad de la retina (glaucoma, traumatismos, etc.).

Es un procedimiento que se realiza con las pupilas del paciente dilatadas, por ello nos aseguraremos de que el propietario le administre tropicamida dos horas antes de venir a la cita, cada 15 minutos en ambos ojos.

Esta técnica requiere anestesia general. Con el paciente ya intubado colocaremos los electro­dos en el animal, los conectaremos al amplifi­cador e introduciremos los datos de la mascota y del propietario para que el veterinario pueda realizar e interpretar la prueba.

Extraído de Isabel González Cea, Eugenia Collazo Vaccaro, Antonia Imbernón Alcántara y Beatriz Ayala Marín Aproximación al paciente oftalmológico, Ateuves 68, págs. 32-37.

 

Leave A Reply

Pregunta anti-spam Time limit is exhausted. Please reload CAPTCHA.

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.

Uso de cookies

Este sitio web utiliza cookies para que usted tenga la mejor experiencia de usuario. Si continúa navegando está dando su consentimiento para la aceptación de las mencionadas cookies y la aceptación de nuestra política de cookies, pinche el enlace para mayor información. ACEPTAR

Aviso de cookies