Los problemas de conducta disminuyen el bienestar del animal, dificultan la convivencia y son un factor de riesgo para el abandono de animales.

Según explica Helena Varella Negre, autora del artículo “Importancia de la edad de destete y periodo de socialización en el perro” publicado por el Grupo de Especialidad de Etología Clínica (Gretca) de la Asociación de Veterinarios Españoles Especialistas en Pequeños Animales (Avepa), la mala socialización aumenta la probabilidad del perro de desarrollar problemas de conducta graves, como: miedos, agresividad, ansiedad, exceso de actividad, conductas repetitivas, etc. Todos estos problemas de conducta disminuyen el bienestar del animal, dificultan la convivencia y son un factor de riesgo para el abandono de animales.

Para prevenir el desarrollo de estos problemas se debe conseguir un buen aprendizaje durante el periodo de socialización. Para ello, no solo hay que conseguir cantidad y variedad de experiencias, sino asegurarnos que esas experiencias sean agradables, progresivas y supervisadas, evitando las experiencias traumáticas.

Buena socialización con perros

Si el cachorro todavía no tiene todas las vacunas, se puede favorecer su socialización con otros perros llevándolo a casa de algún amigo o familiar que tenga otros perros, vacunados, desparasitados y sociables, con los que el cachorro pueda relacionarse.
Si ya tiene las vacunas, se puede fomentar esta socialización con otros perros en la calle o en el parque.
Estos encuentros deben ser siempre supervisados, controlando que el cachorro esté a gusto.
Si al principio se muestra tímido, el propietario puede animarle a interactuar, por ejemplo, interactuando él mismo con el otro perro.
Si necesita refugio, hay que dejar que se refugie en el propietario, por ejemplo, entre sus piernas.
No hay que dejar que otros perros lo avasallen, generará en él malas experiencias.
Nunca hay que forzarlo ni sujetarlo para que otros lo huelan. Si todavía no está preparado, hay que tener paciencia y darle más tiempo.
Las clases de socialización para cachorros pueden ser una buena opción para potenciar su socialización y además aprender cómo educarlos.

Buena socialización con personas

Favorecer los encuentros e interacciones del cachorro con personas desconocidas tanto en casa como en la calle.
Asegurarse de que se relacione tanto con adultos como con niños, hombre y mujeres, con diferentes aspectos e indumentarias.
Si se muestra tímido, se le puede animar a interactuar con la persona, ofreciéndole premios o juguetes.
Nunca hay que forzarlo ni sujetarlo para que lo acaricien. Si todavía no está preparado, se debe tener paciencia y darle más tiempo.

Buena habituación al entorno

Procurar que el cachorro se familiarice con el entorno en el que tendrá que vivir en el futuro, por ejemplo, sacándolo a la calle en brazos (si todavía no tiene las vacunas), o llevándolo a una terraza.
Asegurarse de que vive experiencias como los viajes en coche, la visita al veterinario y peluquería, tener invitados en casa o relacionarse con otras especies animales (ej. gatos).
Es importante recordar que estas experiencias tienen que ser agradables, progresivas y supervisadas.

¿Cómo favorecer una buena estabilidad emocional en el perro?

Procurar que esté con su madre y hermanos hasta las 8 semanas de vida.
Hacer una buena socialización con perros y personas, diferentes a los del ámbito familiar, durante el periodo de socialización.
Continuar favoreciendo sus relaciones sociales durante toda su vida.
Evitar las experiencias traumáticas.
Basar su educación en técnicas de refuerzo positivo y evitar el uso de técnicas punitivas.
Si el cachorro o perro adulto muestra dificultades para socializar u otros problemas de conducta, buscar ayuda profesional. El veterinario etólogo clínico es el especialista adecuado para estos trastornos.

Importancia de la edad de destete y periodo de socialización en el perro. Helena Varella Negre. Gretca.