¿Qué debes saber de la alimentación del conejo mascota? La anatomía digestiva de los conejos y sus peculiares hábitos alimenticios, distintos a los de las mascotas convencionales, convierten a esta especie en la protagonista habitual de las dudas de los propietarios y en víctimas frecuentes de patologías derivadas de una mala alimentación.

Dieta recomendada para el conejo sano

Los conejos son herbívoros estrictos, es decir, únicamente se alimentan de materia de origen vegetal. Sin embargo, no todos los alimentos de este tipo son recomendables en la misma proporción. La alimentación ideal sería la de un conejo que vive en el exterior, con acceso libre a hierbas frescas todo el año.

Hay dos grandes pilares en la alimentación de un conejo doméstico: el heno y los vegetales fibrosos. Hablaremos de cada uno de ellos.

Heno

El heno se comercializa en varias presentaciones, básicamente prensado y fresco. Tanto uno como otro pueden contener uno o varios tipos de hierbas desecadas. En el caso del heno fresco, la desecación es menor de forma que se conservan más propiedades nutritivas.

Cuanto mejor sea la calidad del heno, percibiremos un color más verdoso y un olor más intenso y agradable. Cuanto peor sea la calidad, el color será más amarillento y el olor más parecido al de la paja seca.

No existe una cantidad recomendable concreta de heno para cada conejo. Lo ideal es que esté disponible día y noche y sea consumido cada día en un volumen similar o superior al que ocupa el propio conejo, ya que es el principal componente de la dieta.

Uno de los grandes pilares en la alimentación del conejo es un adecuado aporte de heno.

Vegetales fibrosos

Los vegetales fibrosos aportan nutrientes similares al heno y, sobre todo, vitaminas que se pierden en el proceso de fabricación del heno. Alfalfa fresca, césped, hojas de frutales, hojas de zanahoria, hojas de morera, hojas de zarzamora, canónigos, berros, rúcola, endivia, perejil, espinacas, brócoli, hojas de coliflor, apio, escarola, berza, etc. pueden aportarse en gran cantidad todos los días.

Por ejemplo, para un conejo de unos 2 kg, se puede preparar un plato repleto, intentando variar lo máximo posible la composición de la “ensalada” cada día. Los vegetales no han de estar cocidos ni condimentados, únicamente lavados con agua abundante.

Los vegetales jugosos como frutas, lechuga, pimiento, tomate y otras hortalizas similares han de ser ofrecidas con moderación, incluso únicamente como premio.

Es importante que el conejo esté vacunado frente a la enfermedad vírica hemorrágica, pues podría contraerla si el vegetal ha tenido contacto con algún conejo salvaje infectado.

El heno y los vegetales fibrosos más bastos son los que producen más desgaste dentario, ya que el conejo ha de molerlos durante mucho tiempo. El pienso, por su parte queda molido en un instante.

Racionar el pienso

Los piensos y las mixturas que se ofrecen ad libitum son el mayor problema nutricional que nos encontramos en los conejos que acuden a la consulta. Debería ofrecerse únicamente una cucharada sopera al día por cada kilogramo de peso del conejo, pero por lo general la cantidad que ofrecen los dueños es mucho mayor.

Debemos infomar a nuestros clientes de que el abuso de los piensos y mixturas provoca problemas como obesidad, enfermedad dental, gastroenteropatías, enfermedad ósea metabólica y conductas molestas.

Los vegetales fibrosos aportan nutrientes similares al heno y, sobre todo, vitaminas que se pierden en el proceso de fabricación del heno… ¡Pero todo no han de ser zanahorias!

Cómo convencerle

En muchas ocasiones, lo único que necesita el conejo es que le corrijamos la dieta. En el caso de tratarse de un gazapo recién destetado, suele aceptar sin problemas nuevos alimentos: es la edad ideal para aportar una dieta variada y saludable.

Los conejos adultos acostumbrados a dietas ricas en piensos o mixturas de semillas pueden ser bastante “tozudos”. Además, un cambio de alimentación brusco en estos animales puede hacer que dejen de comer y provocar alteraciones graves en su organismo.

Debemos introducir heno y vegetales fibrosos, y retirar poco a poco pequeñas cantidades de pienso asegurándonos de que el animal va aceptando los nuevos alimentos antes de reducir drásticamente la cantidad de pienso o mixtura.

En casos extremos, podemos rociar con pequeñas cantidades de zumo o miel los nuevos alimentos para estimular su aceptación.

Hay que tener en cuenta que el ejercicio y los juegos fuera de la jaula distraerán al animal y aumentarán la sensación de hambre.

Alimentación en el conejo enfermo

Independientemente de la causa, casi todos los conejos que padecen alguna enfermedad dejan de comer. La anorexia puede ser incluso más grave que el proceso que la provocó:

Al no ingerir fibra, el sistema digestivo se mueve con más lentitud y hay riesgo de impactación. Observamos estreñimiento y cesan los borborigmos.
Como no llegan los nutrientes necesarios a la flora existente en el ciego, cambia el pH y comienzan a crecer microorganismos patógenos, se producen reacciones químicas que generan gran cantidad de gas. El gas ocupa mucho volumen en el abdomen, comprometiendo el retorno venoso y provocando gran dolor, y el dolor hace que la situación se agrave, pues refuerza la anorexia.
El hígado puede sobrecargarse (lipidosis hepática) si hay un exceso de metabolismo de las grasas, sobre todo en animales obesos.
Se produce deshidratación por la gran cantidad de fluidos que quedan atrapados en la luz intestinal.

Toda esta cascada de desequilibrios puede provocar la muerte del animal, por eso un conejo anoréxico debe recibir un tratamiento agresivo inmediatamente.

La alimentación forzada es esencial en la recuperación de un conejo anoréxico. Se utilizan papillas especiales que se introducen directamente en la boca del animal con una jeringuilla, de la misma forma que damos cualquier medicación oral. En un animal de 1 kg de peso es suficiente con unos 50 ml de papilla al día en 4 o 5 tomas, con suavidad y en un ambiente tranquilo.

Un ambiente tranquilo, fluidoterapia y alimentación forzada son elementos básicos en la recuperación de un conejo enfermo. (Foto: Manuel Gallego)

La anorexia en un conejo puede ser incluso más grave que el proceso que la provocó: aumenta el riesgo de impactación, crecen microorganismos patógenos, se acumula mucho gas en el intestino, el hígado se sobrecarga y el conejo se deshidrata.

Alimentos tóxicos

Es muy difícil que un conejo se intoxique por comer un vegetal determinado, pero sí sería posible observar una intoxicación debida a algunos de los productos usados en agricultura y jardinería. Aún así, para que un conejo se intoxique debe ingerir el vegetal al poco tiempo de ser tratado.

Extraído de: Manuel Gallego. La alimentación del conejo. Ateuves 8, pp. 32-38.