La alimentación del dragón barbudo (Pogona vitticeps) como mascota

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Esta especie es cada vez más frecuente en los hogares por su tamaño y su dócil comportamiento. Sin embargo, siguen siendo frecuentes las visitas al veterinario derivadas de una inadecuada nutrición. A continuación te contamos todo lo que debes tener en cuenta para asesorar correctamente a los propietarios.

La pogona o dragón barbudo (Pogona vitticeps), una especie de saurópsido escamoso de la familia Agamidae, es actualmente uno de los reptiles más frecuentes como mascota. Llama la atención por su peculiar anillo de escamas espinosas envolviendo la cabeza, a modo de “barba”, de donde viene su nombre. Su tamaño y comportamiento dócil los convierten en perfectos saurios mascota. Por desgracia, son frecuentes las visitas al veterinario con enfermedades o trastornos metabólicos derivados de una incorrecta alimentación, que pueden llegar a ser fatales. Conocer y transmitir al dueño los fundamentos de una dieta nutricionalmente adecuada ayudará a evitar muchos problemas y mantenerlos en óptimas condiciones.

Omnívoro en su medio natural

La pogona es omnívora, por lo que consume tanto animales como vegetales. Como depredador es oportunista y captura un amplio espectro de presas vivas en sus desplazamientos. Al vivir en zonas desérticas o semidesérticas de Australia, está adaptado a la falta de agua durante la mayor parte de su vida, por lo que para hidratarse y mantener la homeostasis adquiere el líquido a partir de los brotes de hojas verdes que ingiere. Su orientación alimentaria varía a lo largo de su vida: son mayoritariamente insectívoros cuando son bebés y juveniles, y más herbívoros cuando alcanzan la edad adulta.

Minerales: el correcto equilibrio Ca-P

Una de las principales causas de ingreso hospitalario tiene origen en la enfermedad metabólica ósea (EMO) o hiperparatiroidismo nutricional secundario, debido al desequilibrio en los minerales calcio (Ca) y fósforo (P), que provoca debilidad de la estructura ósea. Este desequilibrio viene motivado por:

  • Déficit de Ca o vitamina D3 en la dieta.
  • Exceso de P en la misma.

Habitualmente, el incremento del P implica el descenso de concentración de Ca en sangre (hipocalcemia). Muchos insectos, como los gusanos o las cucarachas, y hortalizas como la escarola, constituyen una importante fuente de Ca para el animal. Otros insectos, como los tenebrios (Tenebrio molitor), aportan mucho P.

La relación Ca-P ideal debería ser de 2:1 (doble proporción de Ca que de P). Una fórmula correcta sería ofrecer gusanos fénix (Hermetia illucens) y escarola de forma asidua, y complementarlo con tenebrios y/o zophobas (Zophoba morio) 1-2 días por semana.

El aporte vitamínico también es fundamental en una dieta equilibrada. Los grillos, por ejemplo, son una importante fuente de vitaminas B1, B2 y B3. También podemos añadir un suplemento vitamínico a la dieta espolvoreando sobre los insectos o vegetales, como la vitamina D, importante para el equilibrio mineral.

La importancia del alimento vivo

La pogona consume pequeños invertebrados: saltamontes, grillos, cucarachas y sus larvas, gusanos o caracoles. Como suministro accesible y permanente podemos mantener colonias de insectos en casa: son sencillas de cuidar y pueden adquirirse en cualquier tienda especializada. La proporción de insectos que podemos ofrecer en la dieta variará en función de la etapa biológica en la que se encuentre el animal (figura 1):

  • Hasta los 6 meses de vida los alimentaremos principalmente de presas vivas unas 2-3 veces al día: 70 % insectos – 30 % vegetales.
  • A partir de los 6 meses de edad, empezaremos a bajar la proporción de alimento vivo introduciendo más cantidad de vegetales: 50 % insectos – 50 % vegetales.
  • A partir de los 12-24 meses deberá comer una mayor cantidad de verdura que de invertebrados: 30 % insectos – 70 % vegetales.

Atendiendo a su valor nutricional, podemos diferenciar aquellos insectos que aportaremos diariamente de los que ofreceremos de manera ocasional (tabla 1 y 2). Es muy importante que el tamaño de la presa
que ofrecemos sea el adecuado para nuestra mascota.

Una fórmula práctica es que no exceda la distancia de separación entre los ojos (figura 2).

Figura 2. El tamaño de la presa no debe exceder la distancia de separación entre los ojos.

El necesario aporte vegetal

El componente vegetal es fundamental en la alimentación del dragón barbudo, sobre todo en ejemplares adultos. Además de adquirir minerales y vitaminas a partir de las verduras y hortalizas, también aprovechan el agua que contienen para hidratarse, por lo que es muy importante que siempre tengan verdura a disposición (tabla 3).

Diariamente debemos ofrecer toda aquella verdura que le aporte la cantidad necesaria de calcio, vitaminas y fibra. Por ejemplo, la escarola, la calabaza o la rúcula. El tomate, espinacas, acelgas y nabo, por ejemplo, contienen oxalatos (ácido oxálico), compuesto que inhibe la absorción del Ca al unirse a él y transformarlo en un mineral insoluble. Por ello, es recomendable ofrecerlo de manera muy eventual. La lechuga es mejor ofrecerla también de forma ocasional o junto con otro tipo de verdura, nunca en exclusiva, ya que aportará una cantidad significativa de agua, pero muy bajo contenido en calcio. Ocasionalmente se le puede ofrecer algo de fruta, evitando la que contenga hueso duro o pepitas, ya que pueden ser tóxicos u ocasionarle una impactación. El plátano y la uva, por ejemplo, tienen un alto contenido en P, por lo que dar este alimento a diario provocaría un desequilibrio mineral del Ca-P. Al igual que con los insectos, debemos extremar las precauciones o evitar los vegetales del campo, ya que podrían contener productos tóxicos para las pogonas (insecticidas, herbicidas, etc.).

Una alimentación correcta en un entorno adecuado

Mantener el terrario en las condiciones idóneas de temperatura, luz y humedad es tan importante como ofrecerle una dieta equilibrada.

Temperatura

La temperatura debe estar dentro de los parámetros apropiados, ya que si esta desciende más del valor adecuado (por debajo de los 28ºC), provocaría una hipomotilidad que derivaría en una pérdida de apetito y una mala absorción del Ca. Con una temperatura demasiado elevada (por encima de los 40ºC), se incrementaría su metabolismo y necesitaría un mayor aporte energético.

Luz

La síntesis de vitamina D es fundamental para la absorción del calcio, que se inicia en las membranas del duodeno y, de ahí, es transportado a todo el organismo. Aunque los reptiles pueden adquirir algo de vitamina D de su dieta, la mayoría no la absorbe bien, por eso deben sintetizarla mediante un estímulo externo, en este caso un espectro lumínico adecuado, como la luz del sol. A falta de luz natural directa (sin cristales) que facilite dicha síntesis, deberá colocarse en el terrario una bombilla de luz ultravioleta B (UVB).

Hidratación

Aunque en su medio natural apenas tienen disponibilidad de líquido, en cautividad es importante que beban agua fresca para evitar otra enfermedad frecuente, la constipación. Puede introducirse un bebedero grande, en forma de cuenco, así como pulverizar al animal 2-3 veces al día para asegurar su correcta hidratación.

Extraído de Acerina Valentín Alonso, Bióloga y Auxiliar Veterinaria Hospital de animales exóticos veterinarioexoticosmadrid.com, Ateuves 91, págs. 18-21.

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