Pregunta básica de nutrición en cachorros y gatitos: ¿Cómo se debe introducir el alimento sólido en estos animales? Un alimento adecuado y un buen programa nutricional son básicos.
La introducción del alimento sólido en los perros y gatos se realiza entre las 3 y 4 semanas de edad, siguiendo un procedimiento marcado por el veterinario en función de que estemos ante un perro o un gato. Lo importante es proporcionar una comida fácil de masticar y de gran palatabilidad.
Hay momentos en los que puede ser necesario un destete precoz: no hay problema, ya que los cachorros se adaptan muy fácilmente a las tetinas de los biberones con leches maternizadas, que contienen todos los nutrientes indispensables para cubrir las necesidades de esta edad.
En cualquier caso, natural o artificial, tras el destete comienza la etapa de crecimiento, periodo comprendido entre las 8 semanas y los 12-18 meses de vida, dependiendo de la raza de los animales. Se trata de una fase compleja donde interaccionan nutrientes, genotipo, medioambiente y sistema endocrino. En esta etapa, la nutrición tendrá efectos directos sobre el propio crecimiento, desarrollo y composición corporal, y reduce la probabilidad de padecer patologías ortopédicas y/o prevenir la obesidad.
Diferencias de tamaño
No hay que olvidar que si bien entre las distintas razas de gatos las diferencias de peso son poco relevantes, en el caso de los perros tenemos un abanico de pesos muy amplio (desde los 800 g de un Chihuahua hasta los 70 kg de un Mastín).
Para establecer un buen programa nutricional es necesario obtener la máxima colaboración del propietario, con el fin de conocer el entorno del paciente y así establecer una correcta anamnesis y exploración física. Uno de los parámetros más fiables en este sentido, más que el peso, es la determinación de la condición corporal.
Para establecer un buen programa nutricional es necesario obtener la máxima colaboración del propietario
Como norma general, puede decirse que los gatos y los perros que de adultos tienen un peso inferior a 25 kg alcanzan el 50 % de su peso a las 16 semanas; por otro lado, las razas de perros que de adultos tienen un peso superior a 25 kg alcanzan el 50 % de su peso a las 20 semanas.
En cualquier caso, la ración que reciban en esta fase los cachorros ha de cubrir el valor medio de las necesidades para su raza y no el máximo (ver tabla). Un régimen alimenticio encaminado a cubrir las máximas necesidades incrementa el riesgo de padecer enfermedades osteoarticulares. Por otro lado la subnutrición es otro problema derivado de un programa incorrecto, con efectos negativos en el crecimiento.
Extraído de: Cristina Castillo y José Miguel Chapel. Requerimientos nutricionales en cachorros. Ateuves 52, septiembre-octubre 2014. pp. 14-17.
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