En la actualidad el mantenimiento como mascota de pequeños grupos de gallinas es algo habitual, por lo que el auxiliar debe conocer las diferencias con otras aves y manejarlas correctamente.
Tradicionalmente las aves de granja, especialmente las gallinas, se han mantenido y seleccionado genéticamente para su explotación ya sea en forma de carne o huevos. El manejo sanitario de estos animales está enfocado a maximizar la producción y minimizar los costes, y suele llevarse a cabo por veterinarios especializados en producción avícola. En la actualidad, el mantenimiento como mascota de pequeños grupos de gallinas empieza a extenderse, sobre todo en países como Estados Unidos o Gran Bretaña. Este nuevo concepto de animal de compañía aplicado a estas aves conlleva un cambio de perspectiva sanitaria del propietario hacia sus animales, y cada vez se demandan más profesionales veterinarios con conocimientos en medicina de aves de corral con un enfoque individualizado de los animales. El veterinario clínico especializado en aves es el profesional indicado para asumir esta responsabilidad.
Este artículo tiene como objetivo servir al auxiliar veterinario como una pequeña introducción a la medicina de gallinas incidiendo en las diferencias con otras aves y dar pautas para su correcto manejo.
En este artículo nos referiremos en todo momento como “gallinas” a ejemplares de la especie Gallus gallus domesticus. Existen numerosas razas con aptitudes diferentes como razas de puesta, de carne o puramente ornamentales. Esta distinción no se aplicará en este artículo, puesto que es posible mantener cualquier raza (o híbrido) como animal de compañía.
Generalidades
La gallina es un ave corredora de pequeño-mediano porte originaria del continente asiático, de costumbres diurnas, alimentación omnívora y características precociales. En cautividad suelen mantenerse grupos de hembras con la posibilidad de la presencia de un único macho, ya que el carácter territorial de estos ocasiona conflictos ante la presencia de otro macho (figura 1).
En general, es recomendable disponer de recintos vallados exteriores con disposición de habitáculos para su resguardo y protección contra posibles depredadores. En el caso de mantenimiento en recintos interiores se deberá disponer de una buena ventilación de la zona y control de la temperatura y humedad.
En cuanto a la alimentación, debemos tener en cuenta que las necesidades nutricionales de los animales variarán de acuerdo a sus características (razas cárnicas o de puesta), a su edad y estado fisiológico (pollito recién nacido, juvenil en crecimiento, hembra en puesta o macho). Una nutrición incorrecta puede ocasionar problemas en el crecimiento, desviaciones angulares óseas o problemas tendinosos como perosis por déficit de minerales y vitaminas, e incluso enfermedades graves en adultos como la urolitiasis y gota úrica por desequilibrios en el consumo de calcio. Hoy en día existen piensos completos formulados para estas necesidades y se debe elegir el que mejor se adapte a estos pacientes.
En la consulta
El transporte del animal a la consulta debe realizarse en habitáculos protegidos para evitar el estrés. Una vez allí, debe realizarse una anamnesis completa del animal que incluya información sobre el alojamiento, número de animales del grupo, nutrición, y puestas si son hembras. En caso de disponer de ella, debe consultarse la historia clínica del animal o incluso de otros animales del mismo grupo.
Se iniciará la exploración del animal con un primer examen visual desde una cierta distancia, observando la calidad del plumaje, comportamiento, patrón respiratorio, postura, y locomoción (figura 2). En general, las gallinas son animales curiosos que inspeccionarán visualmente su alrededor adoptando una postura erguida. Se deben reconocer posturas anómalas frecuentes como el embolamiento. Antes de pasar al examen físico se deben observar las deposiciones, si las hay, y recoger una muestra para su análisis.
Exploración física
Para realizar la exploración física se deben conocer las técnicas para un correcto manejo. Una buena opción es bloquear las alas con una mano y sujetar el animal por las extremidades (figura 3). Se debe prestar especial atención a los afilados espolones que presentan algunos gallos.
Se debe realizar una exploración sistematizada del paciente; el autor prefiere realizarla empezando por la cabeza del animal y acabando por sus extremidades. De esta manera, hay que fijarse especialmente en el color de las mucosas (conjuntiva y coana), que debe ser rosado, inspeccionar la cavidad oral y narinas en busca de lesiones o secreciones, y comprobar el color de la cresta y las carúnculas (figura 4). A continuación se inspecciona y palpa el buche, que se sitúa en el lado derecho del cuello y debe notarse blando y fluctuante. Es común encontrar enfermedades que causan una sobredistensión o impactación de buche.
Se ha de palpar la quilla en busca de asimetrías o fracturas. La extensión de las alas permitirá la palpación de huesos largos, inspección del patagio, del plumaje del ala y la comprobación del tiempo de relleno capilar en la vena basilar (normal: TRC<2 s). En este momento se puede realizar la auscultación y comprobar la frecuencia cardiaca (normal: 140- 240 lpm) y respiratoria (normal: 15-30 rpm). La exploración finaliza con una palpación de la cavidad celómica y una inspección y palpación de las extremidades inferiores (figura 5).
Extraído de Luis Magen LV MSc El Kau Veterinari. La medicina de gallinas mascota. Ateuves 83, págs. 22-25.
3 comentarios
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Hola mi gallina hace poco tuvo pollitos y me di cuenta que comio carton ,aperdido peso ya casi no come pero camina bien y ps esta normal pero esta muy flaca y me preocupa que se empeore la situacion por favor ayudenme
Hola Samu,
Como hemos comentado en muchas ocasiones anteriormente, somos una web de intercambio de información técnica para auxiliares de veterinaria y afines. No podemos responder consultas de propietarios, por dos motivos: el primero es que, te digan lo que te digan, dar un diagnóstico sin visitar a un animal es una irresponsabilidad; el segundo, es que estaríamos entrando en competencia desleal con los compañeros veterinarios que están en sus consultas y que te pueden aconsejar profesionalmente. Nuestra recomendación siempre, ante cualquier problema que tenga tu mascota, es que acudas a la consulta del veterinario. Gracias por tu interés y tu comprensión. ¡Saludos!