La nutrición y el control del dolor en el paciente crítico

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La nutrición es fundamental desde el momento en que el animal ingresa en la clínica. Controlar el dolor y ofrecerle cariño son otros dos elementos que no puede olvidar el auxiliar.

Nutrición

Se ha demostrado que la falta de uso del intestino es un factor predisponente para la translocación bacteriana y la sepsis secundaria. En este caso se recomienda la nutrición enteral: evita la autodigestión de los tejidos y es ideal para mantener el peso corporal. La alimentación forzada puede ser estresante para pacientes críticos y no debería usarse en pacientes con el estado mental alterado, con dificultad para tragar o con posibilidad de presentar complicaciones producidas por el estrés. La alimentación por tubo puede ser de diversos tipos: orogástrico, nasoesofágico, esofagostomía, gastrostomía, duodenostomía o yeyunostomía. Se recomienda administrar soluciones diluidas a volúmenes pequeños, incluso antes que administrar antieméticos. Si no es posible empezar enseguida con la alimentación enteral, se puede administrar nutrición parenteral con soluciones de aminoácidos al 5 %, lípidos y glucosa siempre que el paciente esté hidratado y hemodinámicamente estable. Si no se llega a las necesidades energéticas diarias por vía enteral, se puede hacer una alimentación mixta, enteral y parenteral.

Cálculo del requerimiento energético diario

El cálculo del requerimiento energético diario (RED) se obtiene a partir del requerimiento energético en reposo (RER). Para pacientes de <2 kg y >30 kg: RER = 70 × (kg) (elevado a 0’75)

Para pacientes entre 2-30 kg: RER = 30 × (kg) + 70

Protocolo de nutrición enteral

La nutrición enteral se inicia con pequeñas cantidades de solución de glucosa: 0,5-2 ml/kg VO y se evalúa si el paciente tolera la alimentación oral.

  • Evaluar el estado nutricional de los pacientes, así como el estado de la masa muscular.
  • Calcular las necesidades calóricas basadas en las necesidades energéticas de la enfermedad.
  • Proporcionar la tercera parte de las necesidades calóricas diarias con una dieta líquida. Diluir la dieta al 50 % en agua y administrarla en bolos frecuentes o dejar que gotee desde un equipo inyector en 12 o 24 horas.
  • Aumentar la concentración de la dieta a 2/3 en agua calculando las 2/3 partes de calorías requeridas en 24 horas.
  • Aumentar la concentración al 100 % de dieta líquida con el 100 % de calorías en 24 horas.
  • Si durante este proceso el paciente vomita, volver a reajustar los volúmenes y las concentraciones o el tubo.
  • Administrar metoclopramida para promover el vaciado gástrico, reducir el reflujo esofágico y disminuir los vómitos.
  • Pasar al animal a administración de bolos de la solución antes de enviar al paciente a casa si todavía se necesita alimentación por tubo.

Control del dolor

El dolor puede manifestarse por taquicardia, inquietud, depresión mental grave o actitud pobre. Es importante el control del dolor para la función cardiovascular y el buen estado mental de los pacientes. Existen unas tablas en las que se pueden basar los ATV para detectar el dolor en los pacientes de UCI u hospitalizados tras un procedimiento quirúrgico o tras una emergencia. Con dolor leve a moderado, se puede administrar butorfanol (0,2-0,8 mg/kg/IV) cada 2-6 horas; con dolor intenso, un opioide con una benzodiacepina (midazolam, diazepam). Si está hemodinámicamente estable se puede añadir azepromacina a 0,005-0,01 mg/kg IV. También se puede aplicar analgesia epidural en los casos en los que sea necesario conseguir analgesia del tercio posterior (por fracturas, etc.) y en casos de obstrucción uretral.

Cuidados de enfermería y movilización

A los pacientes postrados hay que cambiarlos de postura cada 4 horas y evitar las irritaciones por orina o heces. Los pacientes tienen que estar limpios; aunque son animales, sufren mucho cuando se ensucian y no se pueden limpiar por sí mismos, sobre todo los gatos. Se deben revisar los catéteres con frecuencia y etiquetarlos para evitar confusión de vías o tubos; guardar las puntas de catéter para cultivo, controlar la almohadilla distal al catéter para asegurarse de que no se ha apretado demasiado; debe estar caliente en todo momento, usar collares isabelinos para evitar que se arranquen vías, sondas, etc., y evitar que muerdan. A los animales inmóviles se les puede realizar masajes para estimular la circulación y enlentecer la atrofia muscular. Si están hipotérmicos, hay que intentar calentar los fluidos, usar mantas y aplicar calor externo, siempre con cuidado de no quemarlos.

No hay que olvidarse de ir anotando todo lo que sucede cuando se está con un paciente, para que se puedan ir tomando decisiones sobre su terapia y manejo. Los pacientes, como seres vivos, son cuerpos dinámicos que cambian constantemente dependiendo de la evolución de la enfermedad y de la influencia del profesional. En pacientes con insuficiencia respiratoria es conveniente dejar muy a mano un tubo endotraqueal y un laringoscopio por si hay que iniciar maniobras de reanimación o se decide que hay que ventilarlos. Lo mismo con los pacientes con convulsiones: siempre hay que tener a mano una jeringa precargada de diazepam por si entran en crisis convulsivas.

Cambios de vendajes

Todas las heridas se deben examinar diariamente buscando alteraciones que necesiten intervención o cambios en la pauta, e ir anotando lo que se ve. Marcar las zonas de equimosis o hinchazón con un rotulador para asegurar la curación. Se aplicarán vendajes compresivos en casos de edema y fascitis (controlando el subcutáneo), y se comprobará que la circulación sanguínea de la extremidad no está afectada. Se cambiarán los vendajes cuando estén húmedos o según pauta.

Cariño

Muchos animales sufren con la separación de sus propietarios por lo que sus visitas son beneficiosas, así como los objetos de casa o mantas. A los animales les gusta que les llamemos por su nombre y de forma cariñosa. De vez en cuando es aconsejable apagar las luces para facilitar el descanso de los pacientes. A los gatos hay que cambiarles la arena con frecuencia, además de mantener el comedero separado de la bandeja, comprobar que tengan cajas donde esconderse, y evitar que vean a otros animales.

Conclusión

Es importante tener a mano “La regla de los 20” para poder aplicarla con los pacientes críticos, ya sea por un proceso inflamatorio, infeccioso o traumático. De esta manera estaremos seguros de que no se nos escapa nada que tengamos que tener en cuenta y que puede ser vital para los pacientes. Los ATV tienen un papel fundamental con estos pacientes críticos, ya que detectarán antes que nadie los problemas de las vías, el estado de los pacientes, sus necesidades, etc. Es importante anotar todo lo que vemos para que el resto del equipo sea consciente y se pueda actuar a tiempo. También es importante hacer bien los cambios de turno y acostumbrarnos a leer las indicaciones que se dan para cada fármaco para no cometer o inducir a error.

Extraído de Itala Sunyer, La regla de los 20 de Rebeca Kirby, Ateuves 74, págs. 26-32.

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