Las terapias asistidas con animales de compañía mejoran la conducta de las personas privadas de libertad y su capacidad para relacionarse con otras personas, así como mejoran sus niveles de ansiedad.
Estas son las principales conclusiones que los investigadores de la Cátedra Fundación Affinity “Animales y Salud”, de la Universidad Autónoma de Barcelona, han extraído del estudio liderado por Instituciones Penitenciarias, y en el que han participado 212 internos de 10 centros españoles.
Según este estudio, la efectividad de la interacción guiada con perros se puede comparar a la de otras terapias, como la terapia psicológica u otras actividades terapéuticas grupales. “Un animal de compañía contribuye de forma muy positiva al desarrollo emocional de una persona privada de libertad, ya que facilita la adquisición de confianza, sentido de la responsabilidad, sentimientos de empatía hacia otros, mayor autonomía, etc. No debemos olvidar que uno de los objetivos de los centros penitenciarios es la reinserción de los internos en la sociedad, y el respeto y el amor hacía un animal puede ayudar mucho en este sentido”, aseguró Maribel Vila, Responsable de Terapias de Fundación Affinity.
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