La limpieza de oídos en perros y gatos es un acto habitual en la clínica diaria. Para mantener en buen estado este órgano y evitar la aparición de patologías auriculares es necesario examinarlo con detenimiento.
En este artículo nos vamos a ceñir al estudio del pabellón auricular (PA) y del conducto auditivo externo (CAE), a su mantenimiento, limpio y en condiciones saludables, así como a la limpieza necesaria en condiciones patológicas del mismo.
El oído normal
Para familiarizarse con el aspecto normal del conducto auditivo (CA) y del tímpano, el veterinario y el auxiliar deben realizar un examen completo del oído en todo paciente anestesiado por otras causas (cirugía, limpieza de boca, etc.) porque, aunque la enfermedad ótica es una de las dolencias caninas y felinas observada con mayor frecuencia, en la práctica clínica suele ser muy difícil y frustrante el examen del CA, ya que la sola manipulación del pabellón auricular o la inserción del cono del otoscopio en el oído doloroso puede causar un gran malestar al animal, hacer que éste muestre una conducta intranquila o agresiva hacia el profesional e impedirle hacer una exploración completa y fiable, por lo que es necesario la mayoría de las veces, sedar o anestesiar al paciente para lograrlo.
La identificación de una enfermedad ótica requiere conocer:
- El aspecto normal del CA.
- La ubicación del tímpano.
- La diferencia entre el cerumen normal y los exudados anormales.
El CA de aspecto normal debe tener un epitelio rojo brillante con pequeños vasos sanguíneos superficiales visibles y aspecto brillante debido a las pequeñas cantidades de cerumen.
El cerumen se considera patológico cuando su cantidad es excesiva. También es normal hallar pelos en la longitud del CA, sobre todo en la porción vertical. El conducto horizontal por lo general carece de vello.
La membrana timpánica canina y felina normal es delgada, de color gris claro, de aspecto translúcido y el mango del martillo está insertado a lo largo de la porción tensa timpánica. La porción dorsal o flácida tiene una red de pequeños vasos sanguíneos.
Cuando la presencia de pelos, cerumen o exudados excesivos dificulta la visibilidad es indispensable arrancar el tapón de pelo o irrigar el CAE. Las muestras de exudados o secreciones para examen citológico o cultivo se deben recolectar con un hisopo o cureta antes de iniciar cualquier método de limpieza.
Limpieza del oído
Las propiedades hidrófobas del cerumen normal lo convierten en una barrera importante frente a la entrada de humedad excesiva en las células epiteliales del CAE. Se considera que algunos componentes del cerumen normal le confieren propiedades antibacterianas y antivirales. La limpieza sistemática de los oídos en perros y gatos normales, que elimina estos factores inmunológicos importantes, no es necesaria y podría predisponer a la otitis externa.
En circunstancias normales, el cerumen que se produce a lo largo del conducto vertical se transporta en dirección lateral a lo largo de la pared del conducto hacia el pabellón auricular junto con la migración epitelial normal y después sale hacia fuera. Los bastoncillos de punta de algodón utilizados para limpiar el CA cargado de cerumen y otros detritos pueden empujar el material hacia el conducto horizontal y el tímpano, causando la impacción del cerumen. Esta afección se debe tratar con agentes ceruminolíticos, para evitar que capas de este cerumen se acumulen y sequen dando lugar a la formación de ceruminolitos. También pueden producirse éstos por fallo en el transporte del cerumen desde el tímpano hacia el pabellón auditivo.
Ciertas razas como los cockers y retrievers tienen más glándulas productoras de cerumen en la dermis de sus conductos auditivos y esto puede ser un factor predisponente a la presencia de acumulaciones de esta sustancia y, por tanto, a la aparición de otitis y ceruminolitos.
En las razas predispuestas, ya sea por la excesiva producción de sus glándulas, por la estenosis de sus CAE, por el exceso de pelos en los oídos, o por otro tipo de patologías que afecten al epitelio del oído como seborreas, atopias, etc., sí que estaría indicada una higiene sistemática del mismo.
Limpieza y secado del oído
Un oído limpio y seco es de extrema importancia en el mantenimiento del oído sano y en el manejo de la otitis externa. Las ceras y detritos acumulados pueden irritar directamente el oído y producir un microambiente propicio para la proliferación de bacterias y levaduras y ser la causa del comienzo de una otitis. También pueden impedir que la medicación, en caso de tener ya instaurado un tratamiento, contacte con la piel del oído y los principios activos efectúen su misión.
No se debe intentar la limpieza agresiva en los oídos muy inflamados con los conductos muy cerrados. En estos casos es mejor probar con corticoides tópicos y sistémicos y antibióticos hasta la “apertura” de los conductos y entonces se podrá realizar una limpieza más efectiva. Se usará un ceruminolítico tópico para ablandar y disolver los exudados. Hay gran cantidad de ellos en el mercado. Suelen acompañarse en su fórmula de algún agente secante del oído.
Algunos también tienen efectos queratolíticos, antifúngicos y antibacterianos suaves. Normalmente se prescriben para la higiene habitual realizada en casa por el propietario.
Si se advierte o se sospecha que existe perforación timpánica, el oído sólo se limpiará con agua o solución salina.
Procedimiento de limpieza de oídos
Se llena el oído con la solución limpiadora hasta que rebosa. Se masajea externamente el conducto durante unos minutos y se deja que el animal sacuda la cabeza. Luego se recogen los detritos expulsados pasando una torunda de algodón seca o una gasa por la abertura externa del conducto. Este procedimiento se repite a diario, cada dos días o más, dependiendo de las necesidades del animal.
A veces, si el problema es serio, va a ser necesaria una primera limpieza en profundidad en nuestra consulta con el animal sedado.
No es posible realizar un examen completo del meato externo y de la membrana timpánica de un oído inflamado ni iniciar un tratamiento eficaz, si el CA está ocluido con cerumen o exudado.
Los cuerpos extraños y los ceruminolitos se pueden extraer bajo anestesia con pinzas cocodrilo y los detritos con aspiración o succión. Es muy importante mantener el CA libre de pelos para facilitar la limpieza, secado y aireación del mismo.
Conclusión
Teniendo en cuenta que los oídos de nuestras mascotas, sobre todo nuestros perros, son muy susceptibles a padecer diferentes tipos de patologías, tendremos que hacer hincapié en la información al propietario. Será fundamental enseñarle a revisar los conductos auditivos de sus animales en el momento del cepillado, por ejemplo, distinguir los cambios en el color, olor y textura, tanto de la piel como de los exudados auditivos, ya que la prevención y el diagnóstico temprano de los problemas nos va a evitar en un futuro males mayores, como perforaciones timpánicas, cronificaciones de otitis, etc.
Extraído de: Mª Nieves Rojo González, Limpieza del conducto auditivo, Ateuves nº 32, pp. 22-26.
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