Continuando con los mitos sobre la alimentación húmeda en gatos, cabe destacar que la semejanza de aspecto que comentábamos entre el alimento húmedo para gatos y los productos grasos para personas, hace que sean percibidos como poco saludables y que el propietario piense que no se deben dar de forma frecuente sino como premios o de forma ocasional. Sin embargo, no es así.
Un alimento húmedo completo y equilibrado aporta todos los nutrientes y energía que el gato necesita (según su edad, estilo de vida, etc.) si se ofrece en la cantidad adecuada, solo o combinado con alimento seco. Además, también proporciona beneficios para su salud. Uno de ellos, es el manejo más fácil de los gatos con tendencia al sobrepeso.
Administrar alimento húmedo permite mantener una hidratación correcta. El agua se considera el nutriente más esencial y su adecuado consumo permite que el perro o gato tenga una correcta hidratación. La falta de hidratación se ha relacionado con alteraciones como la hiperglucemia y la progresión de la diabetes, el aumento del riesgo de enfermedad renal crónica y la recurrencia de problemas urinarios, además de contribuir a la hipertensión. El organismo obtiene el agua que necesita de tres fuentes: el agua de bebida, el agua contenida en los alimentos (humedad) y el agua de origen metabólico (su aporte es pequeño). El ancestro del gato doméstico, el gato salvaje africano (F. silvestris lybica) tiene su origen en hábitats desérticos, donde la disponibilidad del agua de bebida es limitada. El gato se ha adaptado a obtener el agua que necesita de las presas que caza, reduciendo la necesidad de obtener agua de la bebida (figura 1).
Recientes estudios han indicado que, en el caso del gato, por su idiosincrasia de “mal bebedor”, el consumo de agua es mayor cuando administramos alimento húmedo. Como hemos comentado, la falta de hidratación se ha relacionado con el riesgo de padecer varias alteraciones que en la clínica felina son principalmente las urinarias.
El manejo y tratamiento de las alteraciones urinarias en el gato es multimodal e incluye una aproximación médica, etológica, quirúrgica y también dietética. En el caso de la prevención de cálculos urinarios, una de las principales herramientas clínicas es el manejo dietético y, dentro de este, la medida más importante para cualquier alteración urinaria de tipo obstructivo es la disminución de la densidad urinaria. Una orina más diluida da como resultado un menor riesgo de urolitiasis, independientemente del tipo de cálculo, ya que al reducir la concentración de los precursores y al aumentar el tránsito (micción más frecuente) de estos precursores la probabilidad de que mineralicen es menor (figura 2).
Para conseguirlo se recomienda aportar dietas con alta humedad (80 %). Para aumentar la humedad de la dieta podemos administrar alimento húmedo de forma exclusiva o usar alimentación mixta. En los pacientes con cistitis idiopática, la primera aproximación de soporte nutricional es también la administración de alimento húmedo.
La alimentación húmeda en el gato supone beneficios para la salud en el manejo del sobrepeso y la disminución del riesgo de alteraciones urinarias, además de otras relacionadas con un buen estado de hidratación, como mejorar la constipación.
Extraído de Marta Hervera y Cecilia Villaverde, Mitos y verdades de la comida húmeda en el gato, Ateuves 74, págs. 12-14.
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