El confinamiento ha sido especialmente complicado para los menores tutelados que residen en Centros Residenciales de Acción Educativa (CRAE).
No solamente han dejado de ir a la escuela, relacionarse con sus amigos y practicar deporte o actividades al aire libre. También han tenido que hacer frente a no ver a sus familias durante alrededor de tres meses y convivir todo el día en el centro, con los demás niños, jóvenes y educadores. Todo ello les ha afectado psicológicamente y también a su bienestar.
Para tratar de ayudar a estos niños y paliar los efectos negativos del confinamiento, Fundación Affinity ha impulsado un casal de verano lúdico-educativo en el que participan perros de terapia. Su objetivo es ofrecerles un apoyo emocional ante esta situación tan excepcional, favorecer que se expresen y sepan canalizar sus sentimientos y, en definitiva, contribuir de forma positiva a la vuelta a la normalidad, trabajando aspectos como la convivencia y su relación con los demás niños y educadores.
“Las ventajas de trabajar con los perros de terapia son innumerables, más aún en este contexto de desconfinamiento. Mediante el juego y las actividades con los animales, fomentamos la cooperación y el trabajo en equipo. Pero también abrimos la puerta a crear vínculos que, emocionalmente, nos reconfortan y ayudan a expresarnos”, explica Maribel Vila, responsable de Terapias de Fundación Affinity.