Los propietarios que tienen una mascota diabética han de saber cuál es su tratamiento así como los aspectos básicos de su cuidado. En este artículo comentaremos los puntos clave que no se deben descuidar.
Los propietarios de animales diabéticos deben saber reconocer los signos clínicos que reflejan cuándo su mascota ha sufrido una descompensación, así como los métodos objetivos que existen para controlar su estado.
Signos clínicos
Los animales diabéticos se caracterizan por los siguientes signos clínicos:
- poliuria (PU): incremento del volumen normal de orina.
- polidipsia (PD): incremento del volumen de líquido consumido.
- polifagia (PF): incremento del apetito.
Es crucial conocerlos para determinar si el paciente está o no bien controlado y, por lo tanto, deberemos enseñar al dueño a identificarlos.
Tiras de orina
Las tiras de orina ofrecen una información muy importante sobre la regulación relativa de la enfermedad del animal, y los dueños pueden utilizarlas en casa. Debemos recomendar el uso de tiras de orina que midan la glucosa y los cuerpos cetónicos.
Fructosamina
Es una prueba que se realiza fácilmente en el laboratorio y mediante la cual podemos detectar el valor medio de la glucemia que ha presentado la mascota durante las últimas 1-4 semanas. Es muy útil para confirmar el diagnóstico y para monitorizar si la dosis de insulina administrada es correcta.
Recogida de datos en casa
Todos los valores que el dueño obtenga durante la semana (signos clínicos y tiras de orina principalmente) deberán ser recogidos en un cuaderno o diario donde apuntará todo lo referente a su mascota.
Curva de glucosa
Esta técnica nos resultará muy útil cuando tengamos alguna dificultad en el manejo de nuestro paciente. La podremos realizar tanto en casa como en la clínica veterinaria. En caso de realizarse en casa, deberemos enseñar al dueño a tomar muestras pequeñas de sangre (de las oreja, etc.) y cómo usar el glucómetro (aparato electrónico que funciona con tiras que hay que rellenar con una pequeña cantidad de sangre y que nos proporciona los valores glucémicos del momento). La toma de muestras se realizará cada dos horas hasta la siguiente administración de insulina.
Existen dos unidades diferentes para medir la glucemia: en mg/dl (la usada en Europa principalmente) o en mmol/l (usada, sobre todo, en Estados Unidos). Para cambiar de un valor a otro debemos multiplicar el valor en mmol/l por 18 (aproximadamente) para obtener como resultado mg/dl.
Otros aspectos
La dieta y el ejercicio son dos aspectos básicos que se deben controlar rigurosamente en los animales diabéticos.
Dieta
El principal objetivo de la dieta es que el animal llegue a su peso ideal. Es decir, si está obeso deberá adelgazar y si está demasiado delgado deberá engordar. Una vez normalizado el peso del animal, se usarán dietas específicas para cada caso y especie. Existen dietas especializadas para diabéticos que pueden servir también para regular el peso.
Las comidas deberán coincidir, en el caso del perro, con las dosis de insulina (cuando se administre cada 12 horas). Primero debe comer y, a continuación, se le debe pinchar. También es posible suministrarle 1/3 de la ración diaria anteriormente a la inyección de insulina, y el resto 6-8 horas después (cuando se administre cada 24 horas).
Ejercicio
Los animales diabéticos deben realizar ejercicio siempre moderado y bajo estricta supervisión. Los excesos llevan muchas veces a situaciones de hipoglucemia y su defecto lleva a un peor manejo de la enfermedad.
Situaciones de urgencia
A continuación se describen algunas de las situaciones de urgencia que puede sufrir un animal diabético.
Cetoacidosis
La cetoacidosis aparece como consecuencia de una diabetes sin controlar, y el animal deberá ser tratado con urgencia o llevado a la clínica veterinaria. Se debe a la excesiva producción de cuerpos cetónicos por parte del organismo ya que, a pesar de existir mucha glucosa en sangre, ésta no es absorbida por los tejidos. Se crea una alteración metabólica general que cursa principalmente con vómitos, diarrea, letargia, etc.
Se deberá proceder de urgencia para restablecer la volemia y los electrolitos, corregir la acidosis metabólica, restablecer los valores glucémicos y también determinar si existe alguna causa desencadenante.
Coma hiperosmolar no cetoacidótico
Se da de forma más rara, y también se ha de tratar con urgencia. Se produce cuando la hiperglucemia no deriva en cetoacidosis, sino que provoca un gradiente hiperosmolar en sangre que hace que se extravase líquido de los tejidos para equilibrar gradientes.
Sobre todo el tejido nervioso es muy susceptible a estos cambios y se producen alteraciones nerviosas como consecuencia.
Hipoglucemia
Es la situación de emergencia inversa a los dos casos anteriormente descritos. Ocurre cuando se proporcionan dosis de insulina demasiado elevadas, cuando las condiciones de consumo de glucosa a dosis normales se elevan demasiado (ejercicio intenso), o en otras situaciones como falta de alimento, etc. En este caso, el animal aparecerá decaído, letárgico o inconsciente (incluso puede estar en coma).
Detectar esta situación a tiempo es vital para el paciente. Le administraremos con la mayor rapidez posible una solución azucarada (dextrosa o cualquier azúcar que tengamos a mano) en agua. Si el animal está inconsciente frotaremos dicha solución contra las encías (para su absorción) y le trasladaremos a una clínica veterinaria para normalizar sus constantes.
¿Qué es?
Cuerpos cetónicos. Compuestos químicos que se forman en el hígado en situaciones en las que el metabolismo de la glucosa está comprometido: concentraciones elevadas de glucosa en sangre, hipoglucemias, ayuno prolongado. En la diabetes mellitus tipo 1, es posible que se acumule una excesiva cantidad de cuerpos cetónicos en sangre, lo cual da lugar a la cetoacidosis diabética.
Glucemia. Nivel de glucosa en sangre. La insulina, que permite la absorción de glucosa por parte de los tejidos, se considera hipoglucemiante, puesto que trae como consecuencia una disminución en el nivel de glucosa sanguínea.
Insulina. Hormona sintetizada en las células beta del páncreas endocrino (islotes de Langerhans), cuyo cometido es “permitir” la absorción de la glucosa sanguínea por parte de los tejidos que requieren este nutriente.
Volemia. Volumen de sangre circulante.
Extraído de: Ahmed Addalí Álvarez. Aspectos prácticos del manejo del paciente diabético, Ateuves 12, pp. 20-25.
