¿Es una mascota obesa una mascota feliz?

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Aunque algunos piensen que una mascota obesa es sinónimo de una mascota feliz, no tiene nada que ver. Con este artículo quiero animar a los auxiliares veterinarios a llevar a cabo un programa de control de la obesidad para ayudar a los propietarios a que sus mascotas consigan su peso ideal y mejoren su estado de salud.

Antes de entrar de lleno en este tema vamos a recordar la definición de nutrición ya que ali­mentar no siempre es nutrir, y eso es lo primero que tenemos que aclarar al propietario de una mascota. La nutrición veterinaria tiene como objetivo descubrir cuáles son los nutrientes esenciales y qué es lo que estos aportan al ani­mal en función de las cantidades ingeridas. Por lo tanto, un nutriente es todo componente del alimento que ayuda a mantener la vida.

Los nutrientes se dividen en seis categorías básicas: agua, carbohidratos, proteínas, grasas, minerales y vitaminas. Por eso es muy impor­tante darle a la mascota un alimento comercial que sea completo, equilibrado y digestible. Cualquier alimento que no reúna estas condi­ciones puede provocar carencia o exceso nutri­cional en los animales.

Se puede hablar de una nutrición para la pre­vención, que es la que se da normalmente a las mascotas y que debe estar adaptada al estado fisiológico y edad de las mismas, y de una nutri­ción para el tratamiento que es la que se les da para colaborar en el manejo de ciertas enfer­medades. Estas dietas pueden incluso alterar el curso clínico de una patología determinada y con­tribuir eficazmente al tratamiento farmacológico.

La obesidad en mascotas

Mascota obesa o mascota felizLa obesidad es una patología que, según la OMS, afecta al 54 % de los perros y gatos urba­nos. Puede provocar enfermedades secundarias muy importantes, por eso lo principal es involu­crar al propietario y a toda la familia en el cum­plimiento del objetivo final. Este objetivo no es nada fácil ya que a menudo existe una relación directa entre el sobrepeso de los dueños y el de sus mascotas, y solo un 30 % de ellos admite que su animal tiene sobrepeso. En este punto el papel del ATV es importantísimo por la con­fianza y la cercanía que suele tener con los pro­pietarios y también porque muchas veces esta enfermedad está infravalorada por parte de los veterinarios, a pesar de ser un factor que puede influir mucho en la rentabilidad de la clínica.

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Definición de mascota obesa

La obesidad es un estado en el cual se da en el animal una sobreacumulación de tejido adiposo subcutáneo y/o abdominal. Antes se conside­raba que este tejido adiposo era un tejido inerte compuesto por células dedicadas al almacena­miento de energía en forma de grasa. Hoy se reconoce que el tejido adiposo no es un tejido simple, sino un tejido heterogéneo compuesto de diversos tipos de células activas: adipocitos maduros, preadipocitos, fibroblastos, células endoteliales, mastocitos, granulocitos, linfoci­tos y macrófagos.

Es un tejido muy activo que participa en la regulación de procesos fisiológicos y, lamenta­blemente, patológicos, entre los que están la inmunidad y la inflamación.

Por esto mismo hoy en día la obesidad se con­sidera una enfermedad inflamatoria crónica, de intensidad leve, que produce activación del sistema inmunitario y puede detectarse por ele­vados niveles de citoquinas proinflamatorias en sangre.

Así pues, podemos decir que la obesidad es el principal problema nutricional en perros y gatos y que el exceso del peso corporal en un 5-10 % se considera sobrepeso y el exceso del peso corporal en un 15-20 % o más se considera obesidad.

¿A qué se debe la obesidad?

Mascota obesa o mascota felizComo ya hemos dicho, la obesidad gene­ralmente está causada por una abundante ingestión de calorías frente a un bajo gasto energético. Esta sobrealimentación, ligada a la falta de ejercicio, es una de las causas más frecuentes de la obesidad pero no la única. Una mascota también puede ser obesa porque sufre hipotiroidismo (un 25 % de los perros obesos la padecen), ha sido esterilizada y por el cambio metabólico come más y se ha vuelvo más sedentaria, tiene problemas de estrés, está afectada por el síndrome de Cushing o tiene lesiones en el hipotálamo.

Otro factor que influye en la obesidad canina y felina es la genética: algunas razas de perros y de gatos son más propensas que otras a engor­dar con facilidad. Entre los perros destacan: mestizos, Labrador Retriever, Collie, Basset Hound, Rottweiler, Golden Retriever, Bullmas­tiff, Carlino, Pekinés, Beagle, Pastor Shetland, Cairn Terrier, Caniche y Teckel. Entre los gatos: mestizos, Maine Coon, Bosque de Noruega, Neva Masquerade y Cornish Rex.

Cara a cara con el propietario de una mascota obesa

Ya que, como se ha dicho antes, involucrar al propietario es lo más importante, podemos empezar por preguntarles: “¿Cómo piensas tú que se siente tu mascotas con el sobrepeso que tiene? ¿Te has preguntado alguna vez si tu mas­cota es feliz?”. A mí me gusta mucho comparar a los perros y los gatos con los seres humanos porque es así como el propietario puede empa­tizar más con ellos. También suelo preguntar­les: “¿Cómo te sentirías tú con 10 kg de más?” (o con los que corresponda que comparemos a su perro o gato).

En este momento es cuando muchas veces caen en la cuenta de cuánto afecta a su animalito el sobrepeso y son conscientes de que la solución de este problema está exclusivamente en sus manos, ya que los animales tienen la ventaja de no poder servirse ellos mismos la comida.

Ahora nos plantearemos cómo podemos ayudar a los propietarios a manejar esta enfermedad: debemos acompañarlos para lograr el objetivo personalizando un programa de reducción de peso, ya que tener una mascota en su peso ideal es tener una mascota sana, feliz y con mayor esperanza de vida.

Cómo ayudar al propietario

Un cuestionario sencillo

Nos dará una idea de quiénes, cómo y con qué alimentan a su mascota: si es solo con pienso o si tiene horarios. En este último caso, si no es así, lo sugeriremos: 3 o 4 comidas/día facilitan la digestión, ayudan al metabolismo y sacian más. Si alimentan con pienso, recomendaremos pienso hipocalórico en la cantidad apropiada para alcanzar su peso ideal y con un control mensual y riguroso del peso. El alimento debe reunir las características necesarias para que se logre perder la grasa en exceso pero mante­niendo la masa muscular.

Si tenemos otros animales en casa, no los debe­mos alimentar todos al mismo tiempo a no ser que estén vigilados, ya que el animal en proceso de adelgazamiento podría comerse la ración de los demás.

Recomiendo realizar analíticas previas al comienzo de la dieta, las cuales deberían incluir: colesterol, glucosa, fosfatasa alcalina, iones, proteínas totales, hematología y t4 (solo en perros). De este modo conoceremos el estado fisiológico de la mascota y sabremos si además de la dieta necesita otro tipo de tratamiento.

La pérdida de peso debe ser progresiva y gradual. Hay que tener paciencia y establecer objetivos realistas calculando la cantidad de semanas que llevará el tratamiento para que el objetivo sea más palpable. En el caso de los perros se recomienda que pierdan entre un 1 y un 3 % semanal y los gatos entre un 0,5 y un 2 % también semanal.

Los perros deben perder entre un 1-3 % y los gatos entre un 0,5-2 % semanal en tratamientos de adelgazamiento Clic para tuitear

El ejercicio diario que realizan

Es conveniente marcar pautas de ejercicio pero no todos los dueños están por la labor, por lo tanto podemos reemplazar caminatas por juegos. Si aun así la mascota no quiere participar porque es muy sedentaria, podríamos “provocar” su ins­tinto. En el caso de los gatos, que son más reacios a hacer ejercicios, podríamos poner varios come­deros escondidos y a diferentes alturas. También es muy aconsejable tanto para perros como para gatos, poner el pienso en comederos interactivos tipo kong, etc. De este modo se entretienen y reducen su nivel de ansiedad por la comida.

Premios que le ofrecen

A mí particularmente no me gusta retirarles los premios que a los dueños tanto les gusta dar. Si bien podemos reemplazarlos por caricias y jue­gos, también a ellos les gusta ofrecerles golosinas o comida de casa; ahora bien, no todo vale. En este punto es donde volveremos a insistir en lo que significa dar a las mascotas nuestra comida… Existen unos esquemas muy buenos con este tipo de comparaciones para enseñar a los propietarios que siempre se sorprenden al verlos y que les ayu­dan mucho, ya que se dan cuenta de que no se puede comparar la incidencia que tienen nuestros alimentos en un animal y en un ser humano.

Por lo tanto, los premios “de humanos” que yo particularmente sugiero son: trozos de fruta como manzana, pera, piña o melón o trozos de vegetales como zanahoria, judías o espárragos. Si bien no es tan divertido como dar una galleta o un trozo de chorizo, no solo es más saludable sino más apro­piado. También existen premios light comerciales para perros y gatos. No hay que abusar de nin­guno, por este motivo es importante dosificarlos e indicar al propietario cuántos se pueden dar al día.

“¿Pero le sobra peso o no?”

Resulta difícil averiguar cuál es el peso ideal de un perro o un gato ya que no nos podemos remitir solo a la raza porque hay muchos cruces y, además, dentro de las mismas razas hay dife­rentes tamaños. No obstante existen programas muy buenos y eficaces realizados por fábricas de piensos de alta gama que ayudan muchísimo a otorgar una puntuación de 1 a 5 al peso corporal.

En el momento en el que el propietario se plan­tea si a su mascota le sobra peso bien porque se lo decimos en la consulta o porque quizás nunca se lo planteó pensando que solo era un animal fuerte, de constitución robusta y bien alimentado, tenemos que enseñarle a palpar y observar a su mascota del mismo modo que lo hacemos los profesionales.

  • A simple vista el animal presenta un aspecto más grande de lo normal y ha perdido su cin­tura pélvica.
  • Al palpar el tórax, debido a la gruesa capa de grasa, no podemos contar ni diferenciar las costillas.
  • Le cuesta saltar y desplazarse, juega menos y al menor movimiento se ahoga y se cansa.
  • Es incapaz de dejar de comer mientras tiene comida en el plato.
  • Tiene grasa acumulada en el área lumbar y en la base de la cola.
  • El abdomen es tan ancho como el pecho.

Vamos a lo práctico

Una ficha puede ayudar a los ATV para el con­trol mensual de la mascota obesa o con sobre­peso. La misma también se puede entregar al propietario en cada visita.

Se debe hacer una tabla desde el primer control en cada visita, no las analíticas.

Si el propietario no ve que su mascota está obesa, son veterinario y ATV quienes deben hacérselo ver Clic para tuitear

Conclusión: ¿cómo debemos tratar a una mascota obesa?

1Lo primero que debe hacer un propietario si cree que su perro o gato padece sobrepeso, es consultarlo con un veterinario. Y si el propieta­rio “no lo ve”, es el profesional el que se lo debe hacer ver en la visita de la vacuna o consulta.

2Este programa consiste en que el veterinario y el auxiliar nutricionista realicen un estudio de la condición corporal y salud del animal para así poder programar la dieta y el ejercicio apropia­dos, con el correspondiente seguimiento indi­vidualizado de cada mascota, ya que cada una tiene diferentes necesidades energéticas.

3Al volver a su peso ideal la mascota recuperará su movilidad, su salud y podrá aspirar a tener una mayor calidad y esperanza de vida.

Extraído de: Alicia Fernández ¿Mascota obesa o mascota feliz?, Ateuves nº 60, pág. 12-16.

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