AniCura apuesta por un nuevo grupo de trabajo especializado en medicina felina para ofrecer las mejores opciones terapéuticas a sus pacientes. La creación de este grupo de trabajo, formado por los hospitales de Cataluña, Andorra, Baleares y Zaragoza, permite que todos los responsables del área científica creen una red de colaboración y que se lleve a cabo una formación en horizontal entre distintos centros, aportando un enriquecimiento técnico y compartiendo experiencias clínicas de todo tipo.
El desarrollo de este grupo de trabajo fomenta la red de centros de AniCura, mejorando la eficiencia y comunicación de los distintos hospitales. “La actividad referenciadora, que es fundamental en nuestros centros, se ve muy beneficiada de este tipo de acciones, ya que se intenta unificar protocolos y aumentar el conocimiento sobre los equipamientos de los hospitales de este nuevo grupo”, destaca Arnau Bernet Royo, Medical Veterinary Partner de AniCura España zona Noreste.
“Con este conocimiento nuestros profesionales tienen una clara idea de los servicios ofrecidos en otros centros y cómo estos pueden beneficiar a sus pacientes. Las indicaciones y protocolos están mucho más claros y los profesionales están más coordinados entre sí para poder ofrecer las mejores opciones terapéuticas para las distintas patologías que se pueden encontrar en la clínica diaria”, añade.
El conocimiento compartido multiplica la eficacia de la formación y especialización y es uno de los pilares fundamentales de AniCura. En este sentido, el grupo de trabajo crea una dinámica de mejora constante en los protocolos de diagnóstico y tratamiento de las distintas enfermedades felinas. El gato, con todas sus peculiaridades, será la prioridad de trabajo siendo posible poder ofrecer un servicio de alta calidad actualizado con los últimos avances, noticias en artículos científicos publicados y descubrimientos en veterinaria.
Retos de los especialistas en medicina felina
El principal reto que se encuentra un experto de medicina felina es la especialización en el manejo. “La ciencia del gato es completamente distinta a la de otros animales y tienen otro tipo de necesidades, en equipamiento (por ejemplo, en hospitalización), productos, pero sobre todo en el manejo. Y con manejo me refiero desde el momento en que se concreta una cita en el hospital, en la sala de espera y en su manipulación dentro de la consulta”, explica Bernet.
“Cosas tan imperceptibles para nosotros como es el tono de voz -incluso la gesticulación- los olores o el diseño de las consultas, tanto en estructura como en las imágenes expuestas, puede marcar el éxito o fracaso de una visita felina”, añade.
Esto implica que las soluciones terapéuticas pueden ser viables o no para el paciente. Existen tratamientos que son viables en ciertas enfermedades, pero que no son reales por las peculiaridades del paciente. Por lo tanto, se debe continuar trabajando teniendo en cuenta las necesidades de los especialistas y la realidad del paciente.