El síndrome de disfunción cognitiva canina (CCDS, por sus siglas en inglés) es un trastorno neurodegenerativo progresivo en perros mayores que se asocia principalmente con una disminución de la capacidad de aprender y responder a los estímulos. Suele estar infradiagnosticado porque los cambios de comportamiento a menudo se atribuyen al proceso natural del envejecimiento.
Un estudio recientemente publicado en Frontiers of Veterinary Science ha utilizado por primera vez un enfoque integral que permite diagnosticar de forma precoz a pacientes con trastornos cognitivos leves. En él se incluyó el CAnine DEmentia Scale (CADES), parámetros bioquímicos y biomarcadores en suero sanguíneo, y se correlacionaron con cambios histopatológicos post mortem.
Cambios encontrados en los perros con deterioro cognitivo
Los cuestionarios CADES permitieron identificar perros con trastornos cognitivos leves que habían desarrollado cambios principalmente en la interacción social y la orientación espacial, que parecen ser cruciales para la detección precoz de este trastorno.
Los análisis bioquímicos en estos perros mostraron parámetros de enzimas hepáticas ligeramente elevados (AST y ALT) y niveles significativamente reducidos de sodio y cloro en suero sanguíneo. Además, se describió por primera vez un aumento significativo de los neurofilamentos de cadena ligera (NFL) en el suero sanguíneo de perros con trastornos cognitivos leves, en comparación con los perros de control jóvenes y sénior, pero sin cambios en los niveles de la proteína TAU y péptido amiloide-β (Aβ42).
Los resultados sugieren que la combinación de cuestionarios CADES, biomarcadores periféricos (niveles de ALT, AST, sodio y cloro) y el biomarcador central de la neurodegeneración (NFL) en suero sanguíneo canino parece ser un enfoque diagnóstico adecuado para la identificación de perros mayores con síndrome de disfunción cognitiva en estadios tempranos.