Los gatos tienen necesidades nutricionales diferentes a las de los perros por lo que la comida de unos no se les puede ofrecer a los otros. En este artículo hablaremos de los requerimientos mínimos que ha de tener la alimentación de los gatos.
Los nutrientes que no deben faltar en la dieta son los siguientes.
Proteínas
Los gatos necesitan 80 g (un mínimo de un 26%) de proteína por cada 1.000 kcal de EM. Normalmente los alimentos comerciales de gama alta tienen un 29-36% de proteína para mantenimiento.
Están constituidas por cadenas de aminoácidos. Algunos de estos aminoácidos que se conocen como esenciales, como la arginina y la taurina, no los sintetiza el organismo y hay que añadirlos a la ración. El déficit de arginina hace que aumente la cantidad de amoniaco al no transformarse en urea y es esencial para la síntesis proteica. El déficit de taurina puede originar cegueras por degeneración de retina, alteraciones cardiacas y problemas de reproducción. Tampoco puede transformar el triptófano en niacina.
Además de la cantidad es muy importante la calidad, es decir, que sean de alto valor biológico, digestibles, equilibradas en aminoácidos y con una buena disponibilidad. Los alimentos con un solo ingrediente no son equilibrados en aminoácidos, deben incluir fuentes de proteína de ave, buey, pescado, huevos e hígado.
Lípidos
Una cantidad de un 10% de materia seca sería adecuada para un gato adulto en mantenimiento. Los lípidos proporcionan energía y aumentan la palatabilidad del alimento. Están constituidos por ácidos grasos y glicerol. Los ácidos grasos suministran energía y forman parte de las membranas celulares.
Los ácidos grasos esenciales que el gato no puede sintetizar y que hay que añadir a la dieta son el ácido linoleico y el araquidónico que se encuentra sólo en tejidos de origen animal. Se estiman las necesidades en un 0,5% de ácido linoleico y un 0,02% de ácido araquidónico en 4.000 kcal/kg de EM.
Las deficiencias producen trastornos dermatológicos, falta de crecimiento, degeneración grasa del hígado, depósitos de lípidos en los riñones, etc.
Hay que tener cuidado con las dietas mal formuladas o almacenadas de forma incorrecta en las que se puede producir enranciamiento de las grasas.
Hidratos de carbono
Los hidratos de carbono que proporcionan energía son el almidón y la lactosa. Los no energéticos constituyen las fibras. Algunos gatos adultos toleran mal la lactosa y en estos casos es desaconsejable que beban leche. Las fibras son indispensables para un buen funcionamiento del tracto digestivo y garantizan el equilibrio bacteriano y la salud del colon. Se dividen en dos tipos: fermentables y no fermentables. Las fermentables son las que utiliza la flora intestinal y las no fermentables, las encargadas del control de los movimientos intestinales.
Minerales y oligoelementos
Estas sustancias intervienen en el sistema nervioso, esqueleto, dentadura, sangre. Como interactúan entre ellas, es necesario conseguir un perfecto equilibrio.
Vitaminas
Se dividen en hidrosolubles (C y B) y liposolubles (A, D, E y K). Intervienen en la visión, reproducción, esqueleto y células. El gato no puede transformar el β-caroteno en vitamina A y además no sintetiza la vitamina D a partir de los rayos ultravioleta, por lo que necesita una fuente externa de estas dos vitaminas. La vitamina C no es indispensable para el gato.
Las vitaminas A y D se deben administrar en cantidades adecuadas ya que tanto la carencia como el exceso pueden provocar patologías.
Debido a estas características nutricionales resulta incluso peligroso alimentar a un gato con dieta casera o con sobras por la posible falta de nutrientes vitales para su desarrollo y salud.
Extraído de: Susana Gª Pérez de Ayala. Características especiales de la nutrición felina. Ateuves 27, pp. 14-18.
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