¿Para qué sirven los ácidos grasos? (II)

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Los ácidos grasos omega-3 y omega-6 aportan múltiples beneficios para el organismo de los perros y gatos, aunque deben administrarse en una proporción correcta para evitar efectos perjudiciales.

Nefrología

  • Ayudan a reducir el riesgo de hipertensión.

Como hemos visto anteriormente, la reducción de la síntesis de angiotensina II y la acción vasodilatadora ayudan a reducir la hipertensión glomerular y favorecen la filtración.

  • Disminuyen la progresión del fallo renal.

El aumento de la tasa de filtración glomerular gracias a la acción vasodilatadora y antihipertensiva, junto a la reducción de la inflamación de los riñones por la acción de los EPA, reducen la progresión de la insuficiencia renal crónica.

Neurología

  • Ayudan a mantener la integridad neuronal, aumentando la utilización de la glucosa a nivel cerebral para reactivar las neuronas.

Especialmente, el DHA es una parte fundamental de las membranas celulares presentes en los ojos y cerebro. Los fosfolípidos y el colesterol también forman parte de dichas membranas celulares. En animales en crecimiento, el DHA se considera esencial puesto que la síntesis es muy baja en comparación con la demanda.

  • Retrasan la degeneración neuronal.

En procesos de disfunción cognitiva se ha estudiado que el déficit de EFA puede producir alteraciones en la formación de neuronas y astrocitos. Los EFA son capaces de proteger estas neuronas y prevenir su apoptosis.

Sistema musculoesquelético

  • Artrosis.

Como ya hemos visto, los omega-3 (EPA) ayudan a aumentar la producción de mediadores antiinflamatorios.  El mecanismo de acción de la ciclo oxigenasa 2 (COX-2) convierte estos primeros en prostaglandinas prostaglandinas E3 (PGE3), con acción antiinflamatoria. Por otra parte, los omega-6 (AA), a través del mecanismo COX-2, se convierten en prostaglandinas E2 (PgE2), con acción proinflamatoria (ver figura). Es importante saber que al incrementar el consumo de estos últimos en la dieta se pueden fomentar los procesos inflamatorios.

  • Sistema inmunitario y oncología.

Previenen enfermedades relacionadas con el sistema inmunitario, principalmente las que afectan a la piel, actuando como antioxidantes naturales. El aceite de girasol, con un alto contenido en vitamina E, protege al organismo contra los radicales libres, a la vez que ayuda a prevenir el cáncer y otras enfermedades degenerativas.

  • Enfermedades neoplásicas.

Se ha demostrado una menor incidencia y un retraso de la evolución de algunos tumores con la suplementación de omega-3. Todo lo contrario ocurre con los omega-6 (AA) que, como precursores de eicosanoides, tienen efectos procancerígenos, por ello la suplementación con EPA y DHA puede ser beneficiosa para la prevención y retraso del desarrollo de tumores al disminuir la producción de eicosanoides.

Reproducción

  • Desarrollo cerebral.

Tanto en cachorros como en perras gestantes o lactantes el DHA ayuda a fomentar el desarrollo del sistema neuronal y articular óptimo durante el crecimiento. El gasto de DHA aumenta en cachorros, gestantes, lactantes, pacientes crónicos y con procesos de convalecencia. El colesterol es el origen de compuestos como hormonas sexuales o suprarrenales (cortisol).

  • Mejora la fertilidad en hembras y en machos.

Principalmente el DHA ayuda a regular la ovulación y la implantación. En machos favorece la maduración de los espermatozoides y mejora la calidad del semen.

Estados carenciales y nutrición

  • Eleva la densidad energética de la alimentación.

Son una fuente concentrada de energía, que puede ser hasta el doble que los carbohidratos o las proteínas. Son Importantes para el transporte y la absorción a nivel intestinal de las vitaminas liposolubles tipo A, D, E y K.

  • Ayudan a disminuir hiperlipidemias.

El exceso de colesterol y triglicéridos se transporta hacia el hígado para su oxidación y formación de ácidos biliares por medio de las lipoproteínas de densidad alta, por este motivo el aporte de omega-3 (EPA y DHA) favorecerá la movilización de estos lípidos.

  • Aumentan la palatabilidad.

No solo aumentan la palatabilidad en los alimentos, sino que también aportan textura.

Conclusión

Como hemos podido comprobar, el aporte de ácidos grasos omega-3 y omega-6 tiene múltiples beneficios dentro de los diferentes campos terapéuticos. Sin embargo, hemos de tener en cuenta la proporción en la que suplementamos cada uno de ellos, puesto que el exceso o el aporte único de omega-6 puede tener efectos inflamatorios contraproducentes que debemos evitar. Es importante conocer las fuentes que nos aportan estos ácidos grasos y en qué proporción lo hacen y explicar en detalle al propietario cuáles son sus beneficios para la salud de nuestros pacientes.

Extraído de Josep Oriol Norte Gallego y Nora Parra Gil. ¿Para qué sirven los ácidos grasos? Ateuves 89, págs. 18-21.

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