Una serie de productos que suelen estar presentes en las comidas navideñas son tóxicos para perros y gatos. ¿Cuáles son estos peligros de la Navidad que deben conocer los propietarios de animales de compañía?

Algunos alimentos perfectamente adecuados para las personas pueden ser muy peligrosos si los ingieren las mascotas. Los trastornos pueden ir desde vómitos o diarreas hasta anemia o fallo hepático.

En más de una ocasión hemos visto a una persona ofrecer una pastilla de chocolate, una gominola o un grano de uva a un perro. Esta acción, considerada por los propietarios o amigos como una demostración de afecto, puede entrañar un peligro para la salud de la mascota, ya que estos alimentos tan habituales en los hogares pueden resultarles tóxicos. Por lo tanto habrá que evitarlos.

A continuación vamos a citar algunos de los alimentos más corrientes con los que hay que tener mucho cuidado. Hablaremos de sus efectos sobre las mascotas, de los signos que manifiestan tras su ingestión y de cómo tratar la intoxicación.

Uvas y pasas son tóxicas en grandes cantidades

Algunos propietarios suelen utilizar esta fruta como una recompensa para adiestrar a los perros y también como una golosina “sana” que es una alternativa a los preparados comerciales. No obstante, los estudios muestran que comer uvas o pasas en grandes cantidades puede resultar letal: la dosis tóxica estimada de uvas es de 32 g/kg (gramos de uvas por kilo de masa corporal) y de 11-30 g/kg en el caso de las pasas. Los primeros síntomas de esta intoxicación son los vómitos y la diarrea, que se manifiestan a las pocas horas de la ingestión. Más adelante el animal se muestra débil, deja de comer, tiene mucha sed y dolor abdominal. El fallo renal agudo se desarrolla a las 48 horas de haber comido esa fruta.

Por la gravedad de los síntomas se recomienda un tratamiento agresivo que controle la intoxicación: inducción del vómito (en las primeras dos horas tras la ingestión), lavado de estómago, administración de carbón activado para absorber los restos de toxinas del tracto gastrointestinal y fluidoterapia intravenosa en las primeras 48 horas para inducir la diuresis y tratar de evitar el fallo renal.

Las uvas y las pasas son tóxicas, sobre todo las segundas. Y ambas suelen estar presentes en las comidas navideñas.

El chocolate es un tóxico muy potente para perros y gatos

El chocolate, además de contener cafeína, posee teobromina y un elevado contenido en grasas. Las formas más tóxicas para las mascotas son el cacao en polvo y las tabletas de chocolate para cocinar: un perro de 10 kg puede verse seriamente afectado si ingiere un cuarto de un paquete de 250 g de chocolate en polvo o bien la mitad de una tableta de 250 g de chocolate para deshacer. Esto implica que lamer una buena cantidad de helado de chocolate de un pastel ya puede poner en peligro la vida del animal.

El chocolate con leche es el menos peligroso. De hecho un perro tendría que comer más de 250 g de este producto para resultar afectado (sin embargo, hay que tener en cuenta las proporciones: un animal más pequeño necesitará menos dosis). La cafeína es un estimulante del sistema nervioso y sus efectos serán muy parecidos a los de la teobromina: hiperactividad, agitación, temblores y coma. También es un estimulante cardiovascular, aumenta la tensión arterial y puede provocar vómitos y diarrea.

Igualmente, el elevado contenido en grasa del chocolate tiene efectos negativos sobre los animales de compañía, ya que les puede producir pancreatitis. El tratamiento general consiste en inducir el vómito y efectuar un lavado de estómago, así como proporcionar carbón activado. Para evitar la deshidratación y estimular la producción de orina hay que administrar fluidoterapia. Así mismo, será necesario administrar medicamentos específicos para reducir los latidos del corazón y la presión sanguínea, sedantes para calmar al animal y anticonvulsivos. La cafeína se puede reabsorber por la vejiga, por lo que se debe cateterizar para evitarlo.

¡Cuidado también con las chuches sin azúcar!

El xilitol es una sustancia que se utiliza como sustituto del azúcar para endulzar determinados productos como chicles, golosinas o alimentos de repostería. En cantidades no tóxicas también se puede encontrar en ciertos preparados orales para la limpieza bucal de los perros, ya que, por otro lado, combate la placa dental.

El primer síntoma de la intoxicación suele ser el vómito, seguido a los 30-60 minutos por hipoglucemia. Los signos de ésta son letargia, ataxia y temblores. En los casos más graves los animales muestran signos de fallo hepático antes que la hipoglucemia y desarrollan diversas coagulopatías como petequias, equimosis y hemorragias gástricas.

El tratamiento consiste en la inducción del vómito y la administración de dextrosa intravenosa y fluidos para evitar el shock hipoglucémico. Igualmente hay que monitorizar al paciente para controlar los niveles de azúcar en sangre y el hígado.

Nueces de Macadamia: toxicidad muy variable

Aunque aún no se sabe exactamente qué es lo que causa su toxicidad, la ingestión de seis nueces de Macadamia puede provocar un envenenamiento grave. En algunos animales es necesario el consumo de 40 nueces para producir los mismos síntomas, que son dolor abdominal, vómitos, encías pálidas, dificultad para caminar, temblores y debilidad o parálisis de los cuartos traseros.

Por fortuna, los signos de la toxicidad desaparecen entre 12 y 24 horas después.

Nada de bebidas alcohólicas ni alimentos que las contengan

Las bebidas alcohólicas, así como los alimentos que contienen alcohol, tienen los mismos efectos sobre el hígado y el cerebro de las mascotas que en los seres humanos: vómitos, diarreas, dificultad para respirar, problemas de coordinación e incluso coma.

Si además se tiene en cuenta que cuanto más pequeño es el perro más grande es el efecto del alcohol, hay que evitar totalmente estos productos.

Precaución con las sobras: demasiadas grasas

A las mascotas les encantan los alimentos ricos en grasas y los pueden recibir como premios o robar de las sobras que quedan en la mesa, que en Navidad no son precisamente ligeras…

La patología más grave que puede provocar un exceso de alimentos con grasas es la pancreatitis. Esto es especialmente cierto en algunas razas como Caniche Toy, Cócker Spaniel y Schnauzer Miniatura, que tienen una cierta predisposición a padecer dicha enfermedad.

Los signos de pancreatitis incluyen dolor abdominal, vómitos, diarrea (con o sin sangre), falta de apetito y letargia. Los medicamentos contra las náuseas y los vómitos están indicados para combatir esta intoxicación, así como la fluidoterapia. Igualmente habrá que ofrecer al animal una dieta fácilmente digestible hasta su total recuperación.