Prevención y control de las garrapatas en perros

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Tras la aparición en España de un brote de fiebre de Crimea-Congo, conviene prestar mucha atención a las garrapatas en perros y gatos.

Las garrapatas son parásitos hematófagos (se alimentan de la sangre del perro al que parasitan). Pero éste no es el mayor de los problemas que ocasionan ya que, a no ser que la parasitación por garrapatas sea muy intensa, la vida del perro no corre peligro. Sin embargo, estos parásitos son transmisores de numerosas enfermedades, como la tularemia, las fiebres recurrentes o la enfermedad de Lyme y la fiebre de Crimea-Congo entre otras. Existen dos familias principales de garrapatas: Argasidae, o garrapatas blandas, e Ixodidae, o garrapatas duras. Además de su aspecto, la diferencia básica entre unas y otras reside en sus hábitos de vida: mientras las garrapatas blandas suelen vivir en nidos o grietas, las ixódidas suelen estar en zonas donde existe maleza, generalmente en el campo.

El aspecto de las garrapatas varía en función de la cantidad de sangre que hayan ingerido y, en el momento de máxima ingestión de sangre, alcanzan los nueve milímetros de diámetro.

Garrapatas en el perro: cómo cambian cuando ingieren sangre

(Foto: Juan Antonio Castillo)

De tal palo tal astilla

Las garrapatas pasan por algunas etapas antes de llegar a convertirse en parásitos adultos: huevo, larva y ninfa. En el caso de las garrapatas blandas, este ciclo se completa aproximadamente en un mes.

No obstante, la duración es variable, puesto que tanto la larva como la ninfa necesitan parasitar a un hospedador para alimentarse y poder realizar la muda.

El ciclo de la garrapata
Las larvas y ninfas de garrapata necesitan parasitar a un hospedador para alimentarse y, de esta forma, pasar a la siguiente etapa de su desarrollo. Esto hace que su ciclo vital tenga una duración muy variable, puesto que dependen de las condiciones climatológicas y, además, de la presencia de un animal al que parasitar.
Las etapas juveniles son las mismas en el caso de ambas familias de garrapatas, aunque en el caso de las blandas (Argasidae) existen dos fases de ninfa antes de que el artrópodo se convierta en adulto. Las ixódidas sólo cuentan con una. Es habitual encontrar a las hembras adultas parasitando al hospedador, puesto que necesitan ingerir una gran cantidad de sangre para realizar la puesta de huevos.

Explorar el pelaje para detectar las garrapatas en perros

El aspecto de las garrapatas varía en función de la cantidad de sangre que hayan ingerido ya que, a medida que van alimentándose, su cuerpo va engordando y volviéndose de un color marrón claro o grisáceo. En el momento de máxima ingestión de sangre, la garrapata parece una verruga de unos nueve milímetros de diámetro.

La mejor forma de detectarlas es explorando el pelaje del perro exhaustivamente y con frecuencia, especialmente en las épocas del año de mayor peligro y sobre todo si es de pelo largo. Si el perro tiene el pelo corto, las garrapatas serán apreciables a simple vista como un abultamiento del pelo. Suelen fijarse en la zona de las orejas, las cejas y las axilas, que son las zonas más protegidas para ellas ya que el perro no puede lamérselas. Si el animal es de pelo largo pueden aparecer en cualquier localización.

Prevención y control

Tradicionalmente se han utilizado una gran variedad de productos para eliminar a estos artrópodos, principalmente debido a la dificultad existente para conseguir un tratamiento eficaz. Hoy en día existe un amplio abanico de productos comerciales, que contienen uno o varios principios activos combinados.

Control de las garrapatas del perro

El control de estos parásitos ha cambiado mucho en los últimos años gracias a los productos diseñados para ser administrados con una periodicidad mensual. La comodidad del consumidor es un factor importante en la selección de productos, y actualmente existe una gran diversidad de sistemas para elegir: polvos, aerosoles, productos para rociado, champús, gotas, pastillas o líquidos orales, collares impregnados con productos antiparasitarios, etc.

En general, las garrapatas se controlan utilizando principios activos que suelen afectar al sistema nervioso del artrópodo, produciéndole una parálisis que le provoca la muerte.

Los métodos de prevención contra las garrapatas deben aplicarse cuando aparecen los primeros días de calor en primavera, que es la época en que las condiciones climáticas son las óptimas para que las pupas abandonen su latencia para convertirse en adultos.

¡Ojo al quitarlas!
Nunca debemos intentar arrancar una garrapata viva de la piel del hospedador, ya que las piezas de su boca pueden quedar en el espesor de la piel del animal y provocar una herida que más adelante se convierta en un foco de infección.
La forma adecuada de quitarlas es mediante la ayuda de una gasa o un algodón, pero siempre después de matarlas con un acaricida o una gota de aceite. Una vez muertas se desprenden con mucha más facilidad, aunque el riesgo de que las piezas bucales queden adheridas siempre existe.

Boca de una garrapata

Precaución con la presencia en el entorno

En lo referente a las garrapatas, son características de zonas campestres y es más difícil verlas en la ciudad. No obstante, ningún perro está exento de sufrir un parasitación por estos arácnidos que, por suerte para sus propietarios, son fáciles de detectar y de eliminar.

Garrapatas en el medio ambiente

Las garrapatas de la familia Ixodidae, conocidas como garrapatas duras, suelen encontrarse en zonas campestres o con maleza.

Extraído de: Ateuves. Pulgas y garrapatas bajo control. Ateuves nº 7, pp. 14-20

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