La dilatación/torsión gástrica en perros constituye una emergencia que todo propietario, y también los auxiliares de clínica, debe conocer. La dilatación abdominal es uno de los signos clínicos más evidentes de presencia de un proceso de dilatación y/o torsión gástrica en perros. Externamente se podrá observar una zona abdominal inflamada y distendida.
Princiales signos clínicos
Dolor abdominal
Se puede observar a un animal con dolor bastante intenso a nivel abdominal el cual puede manifestarse mediante gemidos, con un comportamiento bastante agitado e incluso adoptando posturas antiálgidas.
Las principales posturas antiálgidas que se podrán observar serán:
- La postura encorvada (el animal se encorva y se arquea la zona de la espalda).
- Estiramiento (extensión de las extremidades posteriores con arqueamiento de la espalda).
- Posición fetal.
- Apoyo sobre las extremidades anteriores (se apoya todo el peso sobre las patas delanteras reduciendo así la presión sobre el abdomen).
- Elevación de la cabeza y del cuello (para mejorar la respiración).
Vómitos y náuseas
Pueden aparecer náuseas y vómitos con imposibilidad de poder expulsar el contenido del estómago.
Disnea
La propia dilatación/torsión puede llegar a comprimir la zona pulmonar y provocar dificultades respiratorias.
Debilidad general y colapso
Al dilatarse o bien al producirse una torsión gástrica, se compromete el flujo circulatorio tanto de la zona del estómago como la de otros órganos y tejidos del organismo lo que conducirá a una debilidad general y al colapso en aquellos casos de mayor gravedad.
Otros signos
Otros signos clínicos que se detectan en clínica son taquicardia, salivación excesiva derivada del propio dolor, palidez de las encías por disminución del flujo sanguíneo y una incapacidad para poder defecar.
Tratamiento de la dilatación/torsión gástrica
Como ya sabemos, la dilatación/torsión gástrica es una afección de urgencia por lo que se requiere atención veterinaria de forma inmediata.
El tratamiento en perros puede incluir:
- Estabilización: nada más llegar el animal a clínica se le administrará oxígeno y líquidos intravenosos para poder estabilizarlo y para tratar también desequilibrios electrolíticos presentes.
- Control del dolor: mediante la administración de analgésicos se intentará aliviar el dolor.
- Actuación para reducir la presión a nivel estomacal: para reducir la presión en el estómago se puede colocar una sonda gástrica o bien llevar a cabo un lavado gástrico para poder mejorar la ventilación al reducir la presión ejercida por el gas presente en el estómago.
- Descompresión estomacal: se puede introducir una sonda nasogástrica para poder descomprimir el estómago reduciendo así su distensión.
- Cirugía: al proceso quirúrgico se le conoce con el término gastropexia, el cual consiste básicamente en la fijación del estómago a la pared abdominal lo que hace imposible que este se pueda mover y pueda girar sobre sí mismo. Esta técnica quirúrgica se puede realizar como medida preventiva, siendo también el procedimiento clínico para realizar en aquellos pacientes que han padecido una dilatación torsión gástrica con anterioridad.
Es importante destacar que el procedimiento mediante la utilización de una sonda nasogástrica o bien la realización de un lavado gástrico se aplica en casos específicos y tan solo representa una medida temporal para aliviar la sintomatología.
Algunos de los consejos clínicos a seguir
Seguimiento veterinario
Es importante mantener un seguimiento clínico posquirúrgico con el fin de poder asegurar que la recuperación se esté llevando a cabo de forma óptima y poder detectar de la misma manera la aparición de posibles complicaciones.
Pauta farmacológica
Es muy probable que después de haber realizado la cirugía se prescriban medicamentos, sobre todo para controlar el dolor y para prevenir posibles infecciones. Es necesario que los propietarios, por tanto, sigan correctamente la pauta establecida por el veterinario.
Alimentación
El paciente deberá seguir las recomendaciones de alimentación pautadas por el veterinario.
Reposo
Se deberá aplicar un periodo de reposo posquirúrgico para poder garantizar la correcta recuperación.
Control de la herida
La herida resultante del proceso quirúrgico deberá mantenerse en unas condiciones higiénicas saludables. Hay que evitar posibles infecciones de la zona que puedan interferir en la pronta recuperación.
Control del cuadro clínico
Es muy importante informar al propietario de que debe estar atento a la aparición de cualquier signo clínico indicativo de complicaciones posquirúrgicas como son, por ejemplo, la pérdida de apetito, la aparición de fiebre o de procesos gastrointestinales como vómitos y diarrea, entre otros.
Aunque el proceso de la dilatación/torsión gástrica es más frecuente en perros, puede darse también en otras especies como los gatos, caballos, ovejas, vacas y cabras. En estas especies, al proceso también se le conoce con el término timpanismo o hinchazón del estómago e implica el mismo nivel de urgencia que en perros. En cuanto al cuadro clínico y al tratamiento, estos pueden variar en función de la especie afectada.
Autora: Ruth Tutusaus, Veterinaria, docente y divulgadora científica
Extraido de Ateuves 107