En la actualidad el mantenimiento como mascota de pequeños grupos de gallinas es algo habitual, por lo que el auxiliar debe conocer las diferencias con otras aves y manejarlas correctamente.
Procedimientos clínicos habituales
Existen una serie de procedimientos rutinarios que ayudarán al diagnóstico con los que se debe estar familiarizado. Técnicamente no se diferencian demasiado de los realizados en otras aves, aunque el manejo del animal y la patogenia que presentan las gallinas sí será diferente.
Citología de buche
Se trata de un procedimiento sencillo en el que se toma una muestra superficial de la mucosa del buche con la ayuda de un hisopo estéril que posteriormente se extiende sobre un portaobjetos. La tinción de esta muestra ayuda, como en otras aves, a reconocer procesos inflamatorio-infecciosos que afecten a este órgano.
Hisopados orofaríngeos-cloacales
La toma de muestras orales o cloacales está indicada en casos de enfermedades respiratorias, problemas digestivos o para la detección de patógenos en animales asintomáticos (p. ej.: Salmonella spp. en muestra cloacal). Las muestran pueden utilizarse para realizar citologías, cultivos o PCR para ciertos patógenos.
Estudio coprológico
Se trata de una técnica imprescindible en todos los casos. Las muestras fecales pueden procesarse inmediatamente para su observación en fresco, realizar concentraciones o flotaciones para detectar ciertos parásitos o procesar cultivos fecales. Frecuentemente se encuentran parasitosis intestinales importantes en gallinas, a diferencia de lo que sucede en otras aves.
Venopunción
La obtención de muestras de sangre se realiza de la misma manera que en otras aves con la finalidad de obtener un hemograma y bioquímica completos. Se puede utilizar la vena yugular, basilar o metatarsal. En casos en los que se requiera la toma de una vía intravenosa, el autor prefiere reservar las venas metatarsianas para este fin.
Sondaje de buche
La técnica es idéntica a la toma de muestras para citologia y no se diferencia demasiado del manejo que se realiza en otras aves. El sondaje se suele utilizar para alimentación, hidratación forzada, administración de medicaciones orales o lavados terapéuticos. Se recomienda utilizar sondas metálicas o de goma de gran calibre.
Enfermedades frecuentes
Peritonitis por yema
Es una de las enfermedades reproductivas más frecuentes en hembras. Se debe a la reacción inflamatoria producida por la presencia de una yema libre en la cavidad celómica que deriva en una peritonitis inicialmente no infecciosa. Las causas de presentación pueden ser variadas como traumatismos, enfermedades infecciosas o neoplásicas (figura 1) y los signos clínicos inespecíficos. Deben realizarse analíticas completas de sangre y pruebas de imagen, ecografía preferentemente, para llegar al diagnóstico definitivo. El tratamiento incluye las medidas de soporte generales (fluidoterapia, alimentación forzada, temperatura) antibioterapia y, en ocasiones, punciones celómicas para drenar el contenido. En casos avanzados puede necesitarse cirugía con el fin de realizar lavados o esterilización quirúrgica.
Prolapso cloacal
El prolapso cloacal es frecuente en gallinas ponedoras a causa de una mala alimentación, estrés y una consecuente puesta anómala. A la exteriorización de la mucosa cloacal suele acompañarle tejido uterino que se lesiona y úlcera con facilidad debido al picaje de la zona por el propio animal (figura 2). Los signos suelen ser decaimiento, anorexia y retención de heces. Se debe realizar un vaciado del contenido cloacal además de una desinfección, desbridado del tejido necrótico y recolocación de las estructuras no lesionadas. Es recomendable inhibir la puesta hormonalmente (de forma temporal) o incluso la esterilización quirúrgica para evitar recidivas.
Impactación del buche
La ingestión de material no alimenticio en gran cantidad, comúnmente hierba o sustratos como el papel o viruta de madera, puede ocasionar la obstrucción del buche generando inflamación y acumulación de alimento. Suele ser un proceso que pasa inadvertido hasta que el animal muestra signos de debilidad; el buche aumenta de volumen y está firme, lleno de contenido. Se deben realizar pruebas de imagen y citologías del mismo para averiguar la causa. El tratamiento suele requerir cirugía para retirar el material extraño.
Pododermatitis
La obesidad o el sustrato inadecuado pueden ocasionar lesiones en las extremidades inferiores a nivel plantar, sobre todo en razas de gran porte. Las lesiones se diferencian según la gravedad en varios grados, desde lesiones superficiales hasta úlceras profundas con compromiso de estructuras óseas. En todos los casos deberá instaurarse un tratamiento analgésico y antiséptico local. La antibioterapia sistémica prolongada e incluso el desbridamiento quirúrgico serán necesarios en casos avanzados.
Coccidiosis
Se trata de una enfermedad parasitaria causada por ciertas especies de protozoos del género Eimeria que cursa con un cuadro de diarreas. Aunque es frecuente encontrar cuadros subclínicos, en algunos casos llegan a ocasionar lesiones hemorrágicas en el intestino delgado o ciego dependiendo de la especie implicada. Su transmisión es feco-oral y su diagnóstico se basa en análisis coprológicos. El tratamiento es médico, generalmente con productos antiparasitarios mezclados en agua o comida.
Salmonelosis
Existen numerosas bacterias del género Salmonella que pueden infectar a las gallinas y no todas ellas ocasionan enfermedad en los animales. La pullorosis, por ejemplo, es una infección grave por S. pullorum que causa diarreas y gran mortalidad en pollitos. En cambio otras especies como S. enteritidis pueden estar presentes en los animales sin ocasionar enfermedad, aunque en este caso el motivo de preocupación es el potencial zoonótico del microorganismo, es decir, su capacidad para infectar y producir enfermedad en el ser humano. Existen vacunas para algunas especies de salmonelas que se utilizan sobre todo en explotaciones avícolas.
Enfermedad de Marek
Se trata de una enfermedad neoplásica causada por un alfaherpesvirus. El virus se encuentra muy extendido, aunque la infección no siempre ocasiona enfermedad. Esta se da cuando el virus, que infecta tejido linfoide, induce la formación de tumores en diferentes órganos. El cuadro típico es de parálisis por afectación del nervio ciático. El diagnóstico es difícil ante mortem y no existe tratamiento aunque se dispone de vacunación frente al virus.
Extraído de Luis Magen LV MSc El Kau Veterinari. La medicina de gallinas mascota. Ateuves 83, págs. 22-25.