Reconocer una urgencia vital y saber qué se debe hacer y qué no es fundamental en la clínica veterinaria, así como saber comunicar al propietario las maniobras que puede realizar mientras llega a la clínica. A continuación, explicaremos los protocolos de actuación más importantes en urgencias .
1 Heridas y mordiscos
Cuando se produce una herida hay que rasurar lo mejor posible la zona de alrededor y lavar bien con agua y jabón.
- Si es tan sólo un rasguño hay que aplicar un antiséptico suave para evitar la infección.
- Si la herida es más profunda y sangra hay que detener la hemorragia. Para ello habrá que presionar con gasas o telas limpias; cuando el apósito se llene de sangre aplicar otro encima sin retirar el viejo para evitar que se eliminen los coágulos ya formados.
- Cuando la herida afecta a una extremidad, por lo general basta con alzarla por encima del cuerpo del animal para detener hemorragias importantes. En los casos extremos se puede aplicar un torniquete pero nunca mantenerlo más de 15 minutos para evitar que se mueran los tejidos afectados por falta de riego sanguíneo.
- Si el animal tiene una herida abierta hay que colocarlo de costado, lavar con agua o solución salina y cubrir con ropa o toallas limpias.
- Si se ha clavado algún objeto no se debe intentar extraerlo, ya que puede causar más heridas internas al moverlo. Simplemente dejar al animal en el suelo con el objeto clavado hacia arriba.
2 Fracturas de huesos
En este caso conviene desmontar viejos mitos: no hay que inmovilizar, vendar o entablillar una extremidad fracturada. Hay que mover la extremidad lo menos posible, pero no tratar de colocarla en su posición natural ya que se podrían ocasionar lesiones de tipo vascular y/o nervioso.
Lo mejor en estos casos es transportar al animal con mucho cuidado para que no se incremente el dolor del miembro fracturado. Se puede improvisar una camilla con una sábana.
3 Asfixia
Cuando un perro tiene algún objeto extraño en la boca por lo general se frota el hocico frenéticamente con las patas.
- Hay que abrirle la boca y extraer el objeto si está al alcance de las manos con los dedos o bien con unas pinzas.
- Revisar el paladar porque las astillas de huesos o palos se pueden quedar clavadas a él.
- Aunque se haya podido extraer el objeto conviene llevar al animal al veterinario para que lo examine con más detenimiento.
Si el objeto obstruye la garganta habrá que mantener la sangre fría y actuar con rapidez puesto que la vida de la mascota probablemente dependa de ello.
- Hay que abrirle la boca y quitarle el objeto con los dedos; esto es peligroso, porque se puede recibir un mordisco, pero si el objeto está impidiendo la respiración el animal morirá por asfixia si no se hace…
- Si no es posible se puede intentar la denominada maniobra de Heimlich: apretar con fuerza el esternón o el tórax lateralmente mientras el perro permanece con la cabeza hacia atrás y las extremidades levantadas. Si el perro es muy grande, montarse sobre él y comprimir el esternón.
4 Intoxicación
Existen una gran cantidad de sustancias en nuestro entorno potencialmente peligrosas para las mascotas, sin embargo, a menos que el propietario vea directamente cómo el animal ingiere alguna de dichas sustancias es difícil diagnosticar una intoxicación. Por lo general los signos que muestra un animal envenenado son diarrea, vómito, hemorragias y dolor abdominal, entre otros.
Cuando se enfrenta a una intoxicación desconocida el veterinario necesitará recopilar la mayor información posible de cara a aplicar el tratamiento adecuado. En este sentido es fundamental el papel del auxiliar para elaborar una historia rápida y detallada del paciente.
No hay que inducir el vómito puesto que al salir el producto puede dañar la mucosa del esófago y la boca. Si el animal ha ingerido algún agente corrosivo conviene ofrecerle un poco de leche (2-6 ml/kg).
Si el animal tiene convulsiones aplicar toallas húmedas y frías sobre su cuerpo y colocar bolsas de comida congelada en ingles y axilas.
5 Quemaduras
Las quemaduras leves se pueden tratar lavando la herida con agua fría (no utilizar hielo) y aplicando una pomada adecuada.
Si son más profundas hay que tener en cuenta una serie de cuestiones:
- No utilizar agua a presión ni frotar la piel y si el animal estaba cubierto por una prenda que al quemarse se ha adherido a la piel no hay que arrancarla.
- Tampoco hay que aplicar pasta de dientes o chocolate deshecho puesto que supondrá un trabajo extra para el veterinario, que tendrá que limpiarlo.
- Simplemente se tapa la herida con una gasa ligeramente humedecida con agua o suero fisiológico para protegerla y se acude al veterinario.
- Un paciente quemado tiene un alto riesgo de sufrir infección por lo que se debe proceder a su manipulación con guantes de goma gruesos.
6 Convulsiones
Es fácil identificar una crisis convulsiva en el perro: movimientos espasmódicos, salivación, micción y defecación. A veces pierde la estabilidad y puede caer al suelo. Ante este cuadro el auxiliar debe obtener la máxima información posible del propietario: tipo, frecuencia y duración de la actividad previa a la convulsión (¿el animal estaba descansando o jugando?, ¿estuvo consciente durante el episodio?, ¿qué hizo el animal inmediatamente después?, ¿hubo algún cambio en el comportamiento del animal el día previo a la crisis?).
Cuando se produce una convulsión poco se puede hacer, salvo intentar apartar cualquier objeto contra el que se pueda golpear. Al acabar el episodio hay que procurar que el animal se recupere en un ambiente tranquilo, oscuro y sin ruidos.
Extraído de María Villagrasa, Primeros auxilios en mascotas, Ateuves 16, págs. 24-28.