La agalactia o agalaxia toma su nombre del griego galaktos (privación de leche) y, como su nombre indica, es la falta o disminución anormal de la secreción láctea después del parto.
Principales causas
Sus causas son diversas, pero suele estar ocasionada por una disfunción hormonal (escasa producción de la hormona oxitocina).
En ocasiones se observa este problema en perras que apenas han gestado y paren uno o dos cachorros; al ser pocos fetos, puede ocurrir que no se segreguen suficientes hormonas desencadenantes de la secreción de leche. Incluso puede suceder en casos de partos prematuros, cuando los cachorros no tienen suficiente fuerza para mamar.
La agalactia puede estar también producida por condiciones extremas de estrés, como podría suceder en hembras que están hiperexcitadas por el propio parto o porque se encuentran a disgusto en la zona que se ha habilitado para el mismo.
También puede ocurrir en aquellas que hayan sido intervenidas quirúrgicamente evitando que se desencadene la producción hormonal propia del parto natural, y en casos de enfermedades concurrentes debilitantes, infecciones, etc.
Si esto sucede, el veterinario puede administrar medicación para estimular la producción de leche.
Observar es importante
Cualquiera que sea la causa, una vez diagnosticada y tratada suele remitir en pocas horas. Es fácil corroborarlo porque observaremos que si los cachorros no encuentran leche en las mamas, protestarán de forma llamativa. Además no se hidratarán correctamente. Por lo tanto, es imprescindible observar tanto a la madre como a los cachorros. Conviene pesarlos con frecuencia: cada 12 horas desde que nacen durante los dos o tres primeros días, después cada dos días hasta finalizar la primera semana y posteriormente una o dos veces a la semana para comprobar que van ganando peso progresivamente.
Los primeros días de vida de los cachorros son delicados y deben recibir su dosis de leche mínima durante las primeras horas para hidratarse correctamente y evitar problemas serios que pueden derivar en su muerte.
Actuación rápida
Por suerte, en el mercado además existen buenas leches maternizadas que nos permitirán salvar la vida de los cachorros. En casos en los que se pueda sospechar la aparición de algún problema durante la lactancia, conviene disponer de esta leche preparada para alimentarlos desde los primeros momentos.
En ocasiones no hay producción láctea inicialmente, pero cuando los cachorros empiezan a mamar se estimula, por lo que hay que estar al tanto del problema y no precipitarse a la hora de empezar a proporcionarles la leche artificial. Solo la emplearemos si los cachorros no consiguen sacar leche de las mamas.
Prevención
Alimentar a la madre con alimentos de alta calidad durante la gestación puede reducir la incapacidad de producir suficiente leche. Se pueden encontrar en el mercado una amplia variedad de alimentos para las hembras gestantes.
Ayudar a la madre
En ocasiones es necesario ayudar un poquito a la madre, sobre todo si es muy nerviosa, para procurar que los cachorros estimulen sus mamas para la bajada de la leche, y también para que una vez estimulada todos obtengan su ración. Pero no conviene manipularlos en exceso porque provocaría un estrés añadido a la hembra muy contraproducente.